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El escorpión de Higuita

Pedro Zuazua

Hay deportistas que trascienden por ser protagonistas de un momento único. Tal vez su trayectoria no fuera tan inmaculada y brillante como la de las grandes leyendas, pero lograron quedarse en la memoria popular gracias a su valentía, que ya se sabe que suele ir acompañada de la fortuna. El portero de fútbol René Higuita es uno de ellos. El 6 de septiembre de 1995 pasó de forma definitiva a la historia del fútbol cuando decidió despejar un centro al área de Redknapp haciendo el escorpión. Dejó que el balón le superara, impulsó los pies hacia atrás y golpeó el balón con los talones en el aire. El riesgo fue tal –después se supo que el árbitro había parado el juego previamente- que el guardameta pidió perdón a sus compañeros.

Así era Higuita, que ya se había ganado su popularidad años antes en el Mundial de Italia de 1990 cuando intentó regatear sin éxito al camerunés Roger Milla, que le robó el balón y sentenció el partido. También era un portero goleador. A lo largo de su carrera, anotó 41 tantos (únicamente le superan el brasileño Rogério Ceni, con 132 goles y José Luis Chilavert, con 62), pero sobre todo dio alegría a los aficionados. Y algún susto, claro.

Jaime Palomo Cousido y Caterina Rimelli han sacado adelante, a través del micro mecenazgo, El loco Higuita y el escorpión (Bookolia), un original libro que combina el texto con la ilustración y que recoge la historia personal y profesional del portero colombiano. Precioso homenaje a los valientes que alegran con sus locuras la vida a las gradas. Quedan pocos.

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Sobre la firma

Pedro Zuazua
Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Oviedo, máster en Periodismo por la UAM-EL PAÍS y en Recursos Humanos por el IE. En EL PAÍS, pasó por Deportes, Madrid y EL PAÍS SEMANAL. En la actualidad, es director de comunicación del periódico. Fue consejero del Real Oviedo. Es autor del libro En mi casa no entra un gato.

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