Javier Fernández remonta a Shoma Uno y gana la Copa Rostelecom de Moscú
El madrileño se mete en la piel de Elvis y borda su programa libre para ganar su primer título de la temporada, puntuable para la final del Grand Prix
La estrategia está clara y marcada: frente al riesgo de sus rivales, prudencia y perfección. Y Javier Fernández, el ya veterano (25 años) y experimentado patinador que rompió el establishment del patinaje mundial, sale al hielo, se convierte en Elvis aunque siempre sea Javi, y disipa cualquier duda que un día antes hubiera podido aparecer. El resultado: primer título de la temporada en la Copa Rostelecom de Moscú, premio de unos 16.150 euros y medio trabajo hecho con 15 puntos para obtener el billete a la gran final del Grand Prix, que se celebrará en Marsella en diciembre.
Esta nueva demostración de fuerza de Javi, la segunda en la temporada después del Japan Open del mes pasado —que no era oficial— llegó este sábado con la urgencia de remontar la segunda posición obtenida con el programa corto el viernes. Le había superado Shoma Uno, japonés de 18 años, que quiere meterse en medio del duelo que mantienen en la cima de este deporte el español y el también japonés Yuzuru Hanyu, que no competía en Moscú. Uno exhibió con su programa corto el arma con el que espera dar el golpe este año: el cuádruple flip, que solo él se atreve a aterrizar en competición oficial. Con su ejercicio, el japonés obtuvo 95,59 frente a los 95.55 del español, que pese a no caerse, tuvo algunos fallos.
Pero el sábado, Javi se transformó en Elvis, su programa libre nuevo para esta temporada, y con una exhibición de precisión, fuerza y su habitual despliegue interpretativo, prácticamente bordó su programa. Aterrizó perfectamente lo tres cuádruples, el primero tipo toe (salto picado que se inicia con un pie mientras se impulsa con el otro y aterriza con el pie opuesto) y dos salchows (salto no picado que se inicia con un pie y vuelve al hielo con el otro), el primero unido a un doble toe. Además, ejecutó dos triples axel (tres vueltas y media), un triple lutz (picado) un triple flip (picado) y un triple bucle, en diferentes combinaciones, más piruetas y pasos coreográficos. El ejercicio le valió 201,43 puntos (su máxima puntuación en el libre es 216,41) y al sumarle la puntuación del programa corto un total de 298,98 (su récord personal es de 314,93). Shoma Uno solo pudo ser segundo (285,07) después de sufrir una caída en un cuádruple toe.
De momento, la estrategia de Javi funciona. “Hay patinadores que ponen dos cuádruples en el corto y cinco en el largo y los puntos técnicos son más elevados”, explicaba el español hace unas semanas en un Facebook Live de EL PAÍS para defender su plan consevador. “Voy a seguir con la estrategia técnica del año pasado. Intentar que el programa en todas las competiciones sea un programa perfecto”, anunciaba el madrileño. Ni cuatro cuádruples o cuádruple bucle como Yuzuru Hanyu, ni cuádruple flip como Shoma Uno. Prudencia, control y, si todo sale bien como en Moscú, títulos.
Sobre la firma
