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El Villarreal derriba al Betis desde la distancia

Dos golazos en sendos disparos lejanos de Trigueros y Roberto Soriano encumbran al conjunto de Escribá y compromete el futuro de Poyet y del flojo conjunto verdiblanco

Trigueros celebra el primer gol del Villarrea, obra suya.
Trigueros celebra el primer gol del Villarrea, obra suya. Domenech Castelló (EFE)

Con solvencia y calidad, a zambombazo limpio, con dos golazos de larga distancia obra de Trigueros y Roberto Soriano, el Villarreal derrotó con gusto y alardes a un inocuo e inocente Betis de preocupante imagen, sin acción ni reacción en El Madrigal y en el que el cargo del ya cuestionado Gustavo Poyet empieza a peligrar todavía más.

Sin hacer ruido, acaparar portadas y titulares, el Villarreal se encuentra en posición de Champions, dominando todos los aspectos del juego, resaltando la faceta defensiva siendo el conjunto castellonense  el más hermético del campeonato con solo siete goles encajados. Asenjo, el portero del Villarreal reclamado por Lopetegui, vivió una tarde plácida ante el inoperante Betis, todo lo contrario que Adán, que vio de cerca demasiados jugadores amarillos en numerosas ocasiones. Disfrutó de nuevo El Madrigal con un equipo recuperado tras dos accidentes consecutivos, en la Liga y en Europa.

Bien configurado y dispuestos los verdiblancos, tuvo un inicio frío el Villarreal, sin ritmo ni cadencia en el juego, a gusto y conforme el conjunto de Poyet con que nada sucediera en el terreno de juego, para bien o para mal, más pendiente de la contención y de la gestión del empate, con apenas unas pinceladas del eterno Joaquín.

Presidido por el orden, el partido carecía de sustancia. Hasta que surgió un chispazo en el minuto 22, un verso suelto que despertó del sopor de la grada y levantó el ánimo del Villarreal. Manu Trigueros no tuvo reparo alguno en disparar a la portería bética desde más de 25 metros de distancia ante el gigante Adán, sorprendido con la destreza y precisión del exquisito centrocampista talaverano que ubicó el esférico en la escuadra izquierda.

El gol recibido cohibió más si cabe al Betis, tocado en el ánimo, aliviado un minuto después de encajar el tanto por salvarse de otro de Sansone y salvado por la pierna amiga de Mandi que evitó un nuevo gol anunciado. Pasada la media hora fue el larguero el que se alió con Adán repeliendo el remate de Víctor Ruiz tras una falta lateral botada por Samu Castillejo.

No despertó el Betis de su mal sueño en el segundo acto. El Villarreal le concedió escasamente cinco minutos de cortesía cediéndole el balón, manejándolo el conjunto verdiblanco de manera horizontal sin salero alguno. Si lo tuvo Roberto Soriano para trazar una línea paralela al área bética y lanzar un derechazo de larga distancia para batir a Adán.

Poyet, ante el nuevo golpe, reaccionó introduciendo de una tacada tres cambios, dando entrada a Rubén Castro, Álex Alegría y Nahuel, recibido en  El Madrigal con aplausos. De nada le sirvió al Betis, sin recurso alguno ante el buen hacer de un Villarreal de nuevo en lo alto.

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