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El minuto de furia de Patricio Toranzo le abre el clásico a San Lorenzo ante Huracán (2-0)

El medio de Huracán es expulsado por dar un pisotón a Belluschi apenas ingresado

Martín Cauteruccio celebra el primer gol de San Lorenzo en el clásico ante Huracán
Martín Cauteruccio celebra el primer gol de San Lorenzo en el clásico ante HuracánTelam

Un clásico más entre San Lorenzo y Huracán que se lleva el blaugrana argentino, esta vez por 2-0. Sin embargo, el partido estuvo lleno de incidencias que podrían haber torcido la historia. En ese contexto, la parcialidad local le debe la victoria a su portero Sebastián Torrico, a quienes muchos piden en la Selección argentina de fútbol. Apenas pasaron 2 minutos del gol de Martín Cauteruccio que puso el 1 a 0, para que Huracán reaccionara. Una contra bien manejada por Mariano González encontró en el área a Ignacio Pussetto que empujó al gol con el portero vencido. Pero el meta se repuso y tapó con su mano derecha una pelota imposible.

Con el inicio del segundo tiempo, San Lorenzo se encontró de nuevo con la posibilidad de cerrar el partido pero Marcos Díaz tapó el penalti que Ortigoza disparó al medio del arco. El envión anímico de los jugadores quemeros motivó a su entrenador, Ricardo Caruso Lombardi, a poner toda la carne en el asador.  

Tan sólo un minuto fue lo que permaneció en el campo el medio de Huracán, Patricio Toranzo. Su equipo iba perdiendo cuando ingresó a los 12 minutos del segundo tiempo y necesitaba mucho alguien que pida la pelota, se asocie con Gamarra y acorte las distancias con el atacante de área, Jerónimo Barrales. Sin embargo, el entusiasmo le jugó una mala pasada y en una pelota dividida con Fernando Belluschi terminó expulsado; el árbitro Darío Herrera entendió que hubo un pisotón por parte del jugador de Huracán. 

El medio de Huracán es todo un emblema para sus aficionados. En febrero, el plantel del globito se dirigía al aeropuerto de Venezuela tras lograr la clasificación a la fase final de la Copa Libertadores cuando el bus que los trasladaba volcó en la ladera de una montaña. Toranzo perdió las falanges distales y medias de tres dedos de su pie derecho y se vio obligado a alejarse de las canchas.

Una noche de mayo volvió a jugar, envuelto en un mar de sensaciones. "Perdón por la emoción; fue muy fuerte lo que pasé... Estuve tres meses tratando de ser fuerte con toda mi familia y éste es un premio al esfuerzo. Siempre confié en mí y en los médicos, pero es muy fuerte volver a pisar la cancha de Huracán con todos mis amigos", resaltó Toranzo, mientras toda la tribuna lo ovacionaba. Este domingo quiso darse otra alegría pero el árbitro lo mandó a las duchas a pesar de no haber tenido siquiera el tiempo suficiente como para sudar.

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