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El Barça sufre para deshacerse de un tenaz Zalgiris

Rice y Dorsey evitan males mayores para los azulgrana, discontinuos pero superiores

Robert Álvarez
Holmes, en su estreno con el Barça, ante Ulanovas.
Holmes, en su estreno con el Barça, ante Ulanovas.Andreu Dalmau (EFE)

El Barcelona brindó una actuación meritoria por lo mucho que tuvo que bregar y superarse para deshacerse de un rival más bravo y entonado de lo que se esperaba. El Zalgiris de Jasikevicius circula por la zona baja de la Euroliga. Solo ha ganado un partido. Pero entre Motum, Kavaliauskas y Lima se las arreglaron para tener en jaque al Barcelona, casi hasta el último instante. Rice, una vez más él, Dorsey, Vezenkov y Oleson plasmaron la superioridad de un Barça que jugó a dos velocidades, traducidas en sus 36 puntos del primer tiempo y en los 56 del segundo.

BARCELONA, 92; ZALGIRIS KAUNAS, 86

Barcelona Lassa: Rice (20), Oleson (7), Perperoglou (0), Vezenkov (12), Tomic (10) –equipo inicial-; Holmes (4), Dorsey (9), Peno (3), Eriksson (11) y Koponen (16).

Zalgiris Kaunas: Westermann (2), Seibutis (4), Pangos (9), Jankunas (12), Kavaliauskas (10) –equipo inicial-; Lekavicius (9), Motum (26), Milaknis (2), Lima (7) y Ulanovas (5).

Parciales: 16-12, 20-23, 28-24 y 27-27.

Árbitros: Radovic (Croacia), Jovcic (Serbia) y Panther (Alemania). Eliminado por faltas personales: Holmes (m.32).

Palau Blaugrana. 5.812 espectadores. Sexta jornada de la Euroliga. El Barcelona suma cuatro victorias y dos derrotas.

Hubo que esperar 32 minutos para que el público del Palau expresara su entusiasmo. Fue gracias a la primera transición rápida finalizada con una primorosa canasta de Rice. Antes, el público ya se había intentado animar con el estreno de Jonathan Holmes, el ala-pívot de 23 años fichado por dos meses, con mucho por demostrar. Estaba en la órbita de los Cavaliers, pero solo eso, ya que iba a comenzar en la DLeague, una competición satélite de la NBA, cuando le llegó la llamada de un Barça urgido por la lesión de Claver, la última del largo rosario de infortunios en la plantilla azulgrana. Holmes, voluntarioso, no desentonó, pero pagó la novatada, la que entrañaba un nuevo equipo y un nuevo planeta para él, el del baloncesto FIBA, y fue eliminado por cinco faltas personales tras menos de 13 minutos en la cancha.

Le faltó continuidad al Barcelona, erosionado en el inicio por las faltas personales, la presión ocasional en toda la pista del Zalgiris y la propuesta de juego largo, hasta agotar prácticamente la posesión que se estableció. Perperoglou sufrió un golpe en el segundo cuarto y ya no volvió a la cancha.

El Barcelona se disparó hacia el final del tercer cuarto y el principio del último. Dos faltas antideportivas, una de Kavaliauskas y otra de Westermann, le sirvieron para abrir brecha en los mejores momentos de Rice y Koponen. La ventaja azulgrana creció hasta los 10 puntos (78-68). Quedaban seis minutos y no daba la sensación de que el Barcelona pudiera ser inquietado. Pero la defensa azulgrana perdió la onda de los jugadores en estado de gracia del Zalgiris, el ala-pívot australiano, Motum, el pívot lituano, Kavaliauskas, y el brasileño Lima. Sufrió el Barcelona hasta el último instante. El Zalgiris llegó a situarse a dos puntos (88-86) a falta de 23 segundos, tras un triple convertido por Ulanovas. No falló el Barça en el momento de cerrar el partido. Lo consiguió de la mano de Rice y Dorsey y desde la línea de tiros libres.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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