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España - Macedonia: Thiago agarra la manija en Granada

El volante del Bayern es la pieza imprescindible para renovar al equipo

Diego Torres
Thiago, durante el entrenamiento en Granada.
Thiago, durante el entrenamiento en Granada.Miguel Ángel Molina (EFE)

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La historia del fútbol indica que fueron poquísimos los jugadores decisivos que resistieron el paso del tiempo a través de dos ciclos de la Copa del Mundo, menos aun de tres. Pelé, que entre 1958 y 1970 participó de cuatro Mundiales y ganó tres, destaca como el más notable de los resistentes; Beckenbauer, Maradona, Zidane y Ronaldo Nazario padecieron para jugar más de dos y conquistaron uno por cabeza. Los antecedentes previenen a España. Si el equipo de Lopetegui aspira a recuperar el título de 2010 en 2018 es poco probable que pueda conseguirlo apoyándose en referentes del pasado. Iniesta acudirá a su cuarto Mundial; mientras que para Silva y Busquets será su tercera participación. España busca otro pilar fundamental capaz de interpretar los partidos y de transformarlos. Lo más parecido que hay en sus filas a ese líder renovador es Thiago Alcántara.

Thiago sustituirá al lesionado Iniesta este sábado en Granada contra Macedonia. El esquema, 4-3-3 o 3-5-2, no influirá en la propuesta tanto como los ejecutantes. Entre Silva, que oficia de enganche, y Busquets, que sirve de eje de todas las maniobras, la función del ocho, la que corresponde a quien marca los tiempos, la asumirá Thiago escoltado por Koke.

Lopetegui le concede la manija alentado por los precedentes. El centrocampista español es cada vez más importante en el Bayern. Si con Guardiola permaneció en el banquillo en algunos de los partidos más determinantes de la temporada pasada —contra el Atlético o la Juventus, en Champions— en este curso Carlo Ancelotti ha resuelto poner el equipo en sus manos. Thiago es el centrocampista que más minutos ha disputado en estos meses, por encima de Kimmich o Alonso. El mediocentro vasco procura hacerle sentir que él es quien gobierna. Cariñosamente le llama El Mago.

“Mi historia la marco yo”, dijo Thiago esta semana, cuando le preguntaron en la Cope si había llegado su momento en la selección. No le falta un punto de arrogancia, quizás porque intuye que un volante que pretende llevar las riendas de un gran equipo no puede permitirse muestras de debilidad. Tiene solo 25 años pero ya conoce casi toda la gama de sinsabores del oficio. Futbolista de aparición temprana, era un adolescente cuando se distinguió como la perla de La Masía. Ganó tres Europeos de categoría juvenil con España. Fue postergado por el primer equipo del Barça, que no supo impulsarle como al sucesor de Xavi, en un error estratégico que todavía se refleja en los fichajes de Arda y Gomes. Firmó por el Bayern, más que por indicación, por imposición de Guardiola. Dos lesiones gravísimas, una de rodilla y otra de tobillo, frenaron su progresión.

El 4 de abril de 2015 marcó un hito en el desarrollo del jugador. Ese día, en el viejo Westfalenstadion, Thiago volvió a jugar con el Bayern después de 371 días intentando recuperar la rodilla. En La Metamorfosis, el libro recientemente publicado que describe la etapa alemana de Guardiola, Martí Perarnau sintetiza el significado de su reaparición en una sentencia del propio Guardiola: “Thiago nos da la vida”.

Lopetegui, prudente

Preguntado por la jerarquía que espera que adquiera Thiago en sus planes para el Mundial de Rusia, el seleccionador se mostró muy precavido. “Mis planes son muy a corto plazo”, dijo Lopetegui, “y a corto plazo está el partido de Macedonia que nos exigirá el cien por cien de nuestra energía y nuestra concentración. A mí todos mis jugadores me parecen los mejores del mundo en sus puestos. Pero por encima de esto mi aspiración es que se sientan un gran equipo”.

Thiago y Lopetegui coincidieron en el Europeo Sub-21 de Israel, en 2013. La suya fue una complicidad feliz. El entrenador descubrió en el mediocampista a una especie de vicario sobre el terreno. Thiago hizo cuatro goles. España ganó el trofeo. Ahora el reencuentro los sitúa ante un reto gigantesco.

Thiago es paciente. Confía en que irá ganando cada vez más espacio dentro del equipo. De momento, solo ha disputado ocho partidos oficiales con la absoluta. Frente a Macedonia en Granada puede dar un paso trascendental. Para sí mismo y para una selección que le necesita.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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