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Argentina sacrifica a Higuaín para evitar el desastre ante Colombia

El entrenador Edgardo Bauza asume que si no cambia piezas compromete su futuro

Gonzalo Higuaín en un alto de la práctica del seleccionado.
Gonzalo Higuaín en un alto de la práctica del seleccionado.Reuters

Volvamos por unos segundos al 26 de junio de 2016. La selección argentina juega contra su par de Chile por la final de la Copa América Centenario en el MetLife Stadium de Nueva Jersey, otra final ante el mismo rival, como un año atrás sucediera en Santiago. Corren 20 minutos del primer tiempo y Gonzalo Higuaín captura una pelota perdida por la defensa rival y encara para el arco. Lo que sucederá en los segundos siguientes pueden ahorrar miles de palabras, conjeturas, críticas e insultos. O bien, condenar al pipita a un oprobio eterno y contra el cual deberá batallar durante el resto de su vida (futbolística). La historia es conocida: Higuaín volvió a errar el gol. Como lo hizo un año atrás, en la final de la Copa América tradicional y en 2014, ante Alemania, por la final del mundial. Está claro que junio no es un mes favorable para el ariete de Juventus.

El 9 de la selección argentina es un puesto clave. El dorsal fue usado por grandes de la talla de Mario Kempes, Gabriel Batistuta, Hernán Crespo y Jorge Valdano y en la actualidad se lo debaten entre Higuaín y Agüero. Las cifras de ambos atacantes son promisorias, con una media de gol que se acerca al 0,50% de efectividad por partido, sin embargo, los tantos no aparecen en los momentos definitorios y ya son muchos los que piden nuevos apellidos. Y cuando se da ese debate, todas las miradas apuntan a Mauro Icardi, resistido por propios y extraños por su relación amorosa con la modelo Wanda Nara, ex de otro atacante argentino: Maxi López.

Los delanteros de referencia son pesos pesado en la selección gracias a que tienen el apoyo de la persona indicada: Lionel Messi, el máximo referente y quien parece haberse impuesto por encima de las voluntades del entrenador de turno. Pero Bauza sabe que otra derrota lo pone de cara a una salida anticipada a sólo 3 meses de asumir y para que las cosas cambien, él decide cambiar. En la última práctica de fútbol antes del viaje a San Juan, donde este martes la albiceleste enfrentará a Colombia, el entrenador alistó al atacante del Atlético Mineiro, Lucas Pratto, en lugar de Higuaín. Un cambio que muchos esperaban para el encuentro ante Brasil, dada la adaptación del exVélez al estadio Mineirao, donde juega domingo por medio y tras la buena actuación en el partido contra Uruguay (el único que ganó Bauza) donde anotó un tanto.

Junto con Pratto ingresarían al primer equipo el lateral Gabriel Mercado, en lugar de Pablo Zabaleta, y Ever Banega, en lugar de Enzo Pérez, de buena actuación ante Brasil pero con un estilo de juego que choca con el de Messi. El doble objetivo de Bauza es juntar pólvora nueva en el área con un equipo que juegue enteramente para el astro del FC Barcelona, la carta de triunfo por ahora indiscutible. Con esos cambios, el probable 11 inicial es: Sergio Romero, Gabriel Mercado, Nicolás Otamendi, Ramiro Funes Mori y Emmanuel Mas; Lucas Biglia, Javier Mascherano, Lionel Messi, Ever Banega y Angel Di María; Lucas Pratto.

Resta saber si los intocables de la albiceleste aceptan los cambios que Bauza se ve obligado a hacer en resguardo de su supervivencia y que seguramente se harán más intenso si se repiten las frustraciones. Sobre todo en un contexto de quiebre como el que algunos aseguran que hay. “No hay que buscar excusa, el plantel está bárbaro y los jugadores están deseosos de hacer un buen partido y ganarlo. Los jugadores me apoyan desde el momento en que empezamos a trabajar y los veo con unas ganas bárbaras. Ese es el mejor apoyo que puedo tener”, afirmó el entrenador, con una muestra de confianza que puede resultar excesiva.

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