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Ismael Sosa o cómo no olvidar a Pumas

El delantero argentino vuelve a anotarle a su exequipo, ahora en los cuartos de final de la liga mexicana

Diego Mancera
Sosa celebra su gol contra Pumas
Sosa celebra su gol contra PumasA.Vladimir (Cuartoscuro)

Ismael Sosa (San Martín, Argentina, 1987) puede ser el único delantero al que le cuesta anotar goles. El jugador de los Tigres marcó el primer gol del encuentro frente a los Pumas, el equipo que lo fichó en el 2014. Como auriazul mutó de un centro delantero fijo a ser un ágil extremo por derecha. En esta ocasión fue la clave para que su nuevo equipo diera el primer zarpazo en la ida de los cuartos de final de la liguilla del fútbol mexicano.

Minuto ocho del primer tiempo. Los Pumas buscaban quedarse con el protagonismo gracias a algunas oportunidades de Fidel Martínez y Matías Britos. Hasta que llegó el error. Los defensores de Tigres acarrearon el balón hasta el mediocampo, luego para Jürgen Damm, quien encontró a André-Pierre Gignac. El balón le quedó a Sosa para que sólo lo mandara al fondo de la portería. Su festejo fue sobrio: se aproximó a la línea de gol, abrazó a sus compañeros; se acomodó las medias, besó sus muñecas y levantó los brazos.

La primera vez que Víctor Ismael Sosa le marcó a sus excompañeros fue en la temporada regular, en el mismo estadio Olímpico Universitario, la casa de los Pumas de la UNAM. En aquella ocasión anotó el último gol de la victoria 1-3 de los Tigres. Entonces levantó las manos como quien se deslinda de cualquier culpa.

En dos años, el delantero argentino se posicionó como uno de los favoritos de la afición de los felinos de la UNAM. Llegó para llenar el hueco de goleador y, desde la posición de extremo, empezó a presumir. Anotó 31 veces en la liga, en la copa y en la Libertadores, un torneo en el que se lució con ocho goles. Era el referente de Pumas en la ofensiva. Hasta que erró su tiro en la tanda de penales frente a Independiente del Valle, en los cuartos de final. Esa noche no tenía consuelo y ese sería su último partido con el club que, unos meses después, aceptó una oferta por siete millones de dólares por parte del equipo del norte de México.

Ismael Sosa, tras anotarle a Pumas en la ida de la liguilla, asistió en el segundo gol de los suyos para que Damm marcara el 1-2 parcial. Luis Fuentes, capitán auriazul, no detuvo los embates del argentino en las bandas. Fue en el minuto 73 cuando el entrenador Ricardo Ferretti lo sustituyó. Ya había cumplido. Sosa dejó la cancha y sin él los Tigres quedaron desdentados. La salida del goleador estuvo acompañada de abucheos. Su antigua afición aún no lo perdona.

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Sobre la firma

Diego Mancera
Es coordinador de las portadas web de la edición América en EL PAÍS. También se encarga de informar de historias deportivas de México. Empezó a trabajar en la edición mexicana desde 2016. Es licenciado en Ciencias de la Comunicación y Periodismo por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

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