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El Huesca empata con Las Palmas

Los canarios empatan en Aragón, el Athletic cumple en Santander, y la Real Sociedad y el Alavés sentencian sus eliminatorias

Arduiz salta a rematar en el área del Racing.
Arduiz salta a rematar en el área del Racing.P. Puente Hoyos (EFE)

Racing-Athletic: 1-2. Acostumbrado a Aduriz, el Athletic ha encontrado la versión goleadora de Raúl García. Los veteranos siguen sosteniendo al Athletic que encuentra en su sabiduría el remedio a sus asuntos. El Racing era lo contrario: la juventud es lo que le sustenta. Especialmente Dani Aquino, hijo del delantero del Murcia Daniel Toribio Aquino, que exhibe una zurda impresionante. O Javi Cobo, 19 años, producto de la cantera, que igualó el gol obtenido por Raúl García. Pero el jugador navarro volvió a marcar en la primera mitad. Aquino pudo hacer el empate en un intento de gol olímpico, y Laporte a punto estuvo de facilitar el empate del Racing en un desentendimiento con su portero, Iraizoz. La segunda parte sobró.

Los jugadores de la Real Sociedad celebran su segundo gol.
Los jugadores de la Real Sociedad celebran su segundo gol.R. GARCÍA (EFE)

Valladolid-Real Sociedad: 1-3. Tenía muchas cuentas pendientes la Real con la Copa del Rey, cuentas que apuntaban a un desencuentro con la competición, como si la mirase de soslayo, como un encontronazo más que como un pasillo. Eliminaciones sorprendentes como si no le fuera la esperanza en ello. Pero hay estados de ánimo que superan adversidades estadísticas. La Real no escatimó medios para sentenciar la eliminatoria ante un rival complejo, como el Valladolid, de Segunda División, aunque en horas bajas en la categoría. Eusebio hizo una alineación que podía ser la de cualquier partido de Liga con leves modificaciones. Y a los seis minutos encontró la primera liquidación de intereses a su apuesta. Íñigo Martínez cazó el balón tras un saque de esquina, porque el central de la Real está en racha en asuntos goleadores.

La Real iba en serio, pero siete minutos después Rulli cometió penalti sobre Mata, que el perjudicado convirtió en gol. Pero el partido era de la Real, jugando como juega en la Liga, controlando el balón, el tiempo de juego. Y en la segunda mitad llegó el tiempo de Juanmi, que cazó dos goles para sentenciar el partido y la eliminatoria. El Valladolid sufrió con el juez auxiliar, que le anuló tres goles por fuera de juego. Solo uno pareció injusto. La Real juega con el viento de cola: de memoria y con acierto. El Valladolid tiene otra guerra y no era esta.

Aguilera disputa un balón con Tyronne del Pino.
Aguilera disputa un balón con Tyronne del Pino.Javier Blasco (EFE)

Huesca-Las Palmas: 2-2. Lo tuvo Las Palmas para adormecer la eliminatoria. Un 0-2 a favor a falta de media hora para un equipo que gusta del control del balón era una cuestión inmejorable, una invitación al disfrute del partido. Marcó Asdrúbal convirtiendo el penalti que le había hecho el portero Queco Peña. Y marcó después Íñigo López. Parecía una sentencia, aunque el Huesca vive una racha que le permite soñar. Séptimo en la Segunda División, sueña con un ascenso que no es un sueño. Y reaccionó a tiempo. Camacho marcó al cuarto de hora de la reanudación y Aguilera hizo el empate tras un córner. Y se vino arriba, Cambiaron los papeles y era el equipo de Anquela quien veía posible la remontada. Y la pudo culminar el venezolano González cuando remató al poste a falta de siete minutos.

Toquero marca de cabeza al Nàstic.
Toquero marca de cabeza al Nàstic.David Ramos (Getty)

Nàstic-Alavés: 0-3. Era el día de Toquero, el ex jugador del Athletic que mezcla bien el juego con el espíritu anímico. A donde no llega su fútbol, llegan sus pulmones. Poco utilizado en la Liga, Toquero se desquitó en la Copa con dos goles que enfocaron la goleada del Alavés a un Nàstic, apurado en la Liga de Segunda División, donde es penúltimo. Los córners determinaron sus goles: el primero fue fruto de uno a favor, que el futbolista alavés llevó a la red. El segundo vino precedido por un córner a favor del Nástic. Malograda la ocasión, el equipo de Pellegrino montó un contragolpe con cuatro futbolistas que culminó Christian Santos, quizás con el brazo. Tres goles que liquidaban la eliminatoria a favor de un Alavés que se desenvuelve mejor fuera de casa que en Mendizorroza.

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