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El Celta juega en dos campos y gana

El equipo gallego se clasifica para las eliminatorias de la Europa League tras superar en Atenas al Panathinaikos y aprovecharse del tropiezo del Standard belga ante el Ajax

Radoja y Rinaldi disputan un balón por alto.
Radoja y Rinaldi disputan un balón por alto.ALKIS KONSTANTINIDIS (REUTERS)

Jugaba en dos campos y ganó en los dos el Celta para acceder a las eliminatorias que agruparán a los 32 mejores equipos de la Europa League. Obtuvo premio el equipo de Berizzo, que se salió con la suya por más que fuera con una cierta agonía: el Celta dosificó esfuerzos y aprovechó para repartir juego y explorar la profundidad de su plantel durante la mayor parte de las jornadas de la competición europea, priorizó tomar velocidad de crucero en la liza doméstica. Una vez estabilizado en la Liga miró hacia el continente. En febrero retomará ese reto y seguro que lo hará, entonces sí, con todo.

Se jugaba en Atenas, pero también en Lieja, donde el Standard tenía la ventaja sobre el Celta de saber que necesitaba hacer el mismo resultado ante el Ajax que el equipo gallego contra el Panathinaikos. Era el escenario adecuado para que radio macuto activase las emociones, para jugar con los nervios del rival en la otra punta de Europa. Pronto la iniciativa fue del Celta, que recibió un susto nada más empezar con un remate de Rinaldi solo ante Rubén Blanco, pero marcó en su primera llegada, un medido centro de rosca de Hugo Mallo que Guidetti remató de cabeza a la red tras filtrarse entre los dos centrales locales.

El gol llegó mientras en Lieja el partido se paraba por el lanzamiento de bengalas al césped por parte de aficionados del Ajax. Ese desdichado comportamiento envió sin embargo más noticias alentadoras al Celta. En Atenas el ambiente era plácido, con un estadio semivacío y una afición alejada de su habitual estado febril. El Panathinaikos estaba eliminado y el Ajax clasificado, pero la visita de los holandeses a Lieja conllevaba alto voltaje, rivalidad y codicia por la victoria tanto en el graderío como en el césped. Así, mientras el Ajax se hizo tras reanudarse el juego con el control de un partido pleno de excitación, el Celta dominó el suyo desde el toque y la posesión, sin más profundidad que un disparo de Radoja a la media hora de juego que se marchó cerca del palo.

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Para entonces el Ajax ya mandaba en Lieja tras espectacular gol de El Ghazi y el Celta que había comenzado un gol abajo tenía un interesante colchón para manejar tiempos, esfuerzos y tácticas. Nada pareció tan sencillo al regresar del descanso porque el Panathinaikos se activó, tuvo un rapto de orgullo, le quitó la pelota al equipo de Berizzo y lo puso en problemas. Con todo, poco o nada inquietaron al meta Rubén Blanco con ese arreón que el Celta comenzó a desactivar con la incorporación de Marcelo Díaz a la presión del medio campo. Sin noticias desde Lieja, el reloj corría a favor, pero tampoco rodaba la ambición celeste para buscar un gol más que le blindase ante cualquier contingencia final. Pero justo cuando el Celta podía echar de menos ese punto de colmillo que siempre le da Iago Aspas, ausente por sanción, llegó un salvaje penalti de Moledo sobre Guidetti. Orellana, con horchata en las venas, transformó y envió a Lieja un mensaje: los belgas necesitaban tres goles en un cuarto de hora para apearles. Marcaron uno a falta de seis minutos y la prolongación. Se fueron a por más, en Atenas hasta el Panathinaikos apretó. Sendos goles de griegos y belgas en ambos escenarios eliminaban al Celta, para el que nada acabó siendo sencillo, pero que al final cantó victoria, ganó en dos estadios a la vez y estará entre los 32 mejores de la Europa League.

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