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Los ‘derbies’ de Piqué

El central del Barcelona rememora los cinco partidos que más le han marcado frente al Espanyol

Jordi Quixano
Piqué, antes del entrenamiento de ayer.
Piqué, antes del entrenamiento de ayer.ANDREU DALMAU (EFE)

Ha pasado la semana mimándose el tobillo porque aún arrastra molestias del esguince que sufrió ante el City y del que recayó frente a Real. Pero el calendario exigió la vuelta de Gerard Piqué (Barcelona; 29 años) porque el Barça se midió ante el Madrid y ahora toca el Espanyol. “Hay partidos más importantes, pero este es el duelo de la rivalidad y de la ciudad”, cuenta Piqué, que suma 18 derbies y solo ha perdido uno a cambio de 14 triunfos y tres empates. Se le ha visto celebrar los goles siendo la enxaneta de la melé azulgrana y sacando el puño en Cornellà, del mismo modo que también es el futbolista al que más ojeriza le tiene la afición blanquiazul. “Entiendo que no me quieran mucho por la rivalidad que existe. Pero ya está, sin más”, reflexiona; “aunque de lo que se trata ahora es de jugar al fútbol ante un rival que llega con confianza y con un equipo hecho”, reseña el central, que destaca sus cinco derbies.

Un derbi de Primera (2008)

Acostumbrado a los derbiesen las categorías inferiores, Piqué dudaba en el United de si volvería a jugarlos alguna vez. “Los echaba de menos porque son partidos intensos, divertidos”, dice; “por eso me puse muy contento cuando me vi titular en Montjuïc; sería uno de los últimos en ese estadio y llevaba la camiseta azulgrana”.

Futbolísticamente, gobernó el Barça sin resultados y, cuando peor jugaba, encontró la suerte de rebote (Henry) y de penalti en el último minuto (Messi) para voltear el encuentro (1-2). “Ganar así es más emocionante”, expone. Ocurrió, sin embargo, que el protagonismo recayó en las gradas porque los Boixos Nois lanzaron bengalas a los hinchas rivales. Algunos entraron al césped por miedo y el árbitro detuvo el duelo 10 minutos. “Hubo mucho jaleo y vimos bengalas, pero no nos enteramos hasta que vimos gente en el campo”, rememora Piqué.

El gol de la Copa (2009)

Con un equipo pintoresco con jugadores como Lola Smiljanic y Steve Finnan, el Espanyol plantó cara al Barça cuando se daba por descontada la paliza azulgrana, por más que en la ida de los cuartos de la Copa empataran a nada. Pero sucedió que Pochettino —que había llegado hacía nueve días— recuperó la patente del líbero por delante de la zaga y logró deshilvanar por momentos el juego de Messi. “Empezamos sensacional, con dos goles de Bojan y el mío”, recuerda Piqué; “fue un momento de emoción por el gol, por hacerlo en el Camp Nou ante el Espanyol y porque nos acercaba a las semifinales”. Aunque acabaron pidiendo la hora, instalados en un pánico que parecía olvidado desde la llegada de Guardiola al banquillo.

Resulta que Callejón y Coro redujeron distancias (3-2) al tiempo que desde la grada se cantaba el consabido “¡A Segunda!”. Pero aguantó el tipo el Barça. “Un partido redondo”, señala Piqué, que en ese curso solo marcó dos goles: uno al Espanyol y el otro al Madrid, el del 2-6 definitivo.

La única derrota (2009)

En poco menos de un mes, el Camp Nou volvió a recibir a un Espanyol que había destituido a dos técnicos (Márquez y Mané), que tenía a Tamudo en pie de guerra porque pedía a gritos que le dejaran marcharse y que estaba colista en la Liga. “Pero eso son los derbis”, reflexiona Piqué; “que puede pasar de todo”.

Lo que pasó fue que el Espanyol ganó (1-2) gracias a la contundencia defensiva que había imprimido Pochettino al equipo y la efectividad insospechada de Iván de la Peña, que firmó dos tantos. “Uno se lo regaló Nené y el otro fue un golazo, de vaselina”, apunta Piqué; “y nos hizo daño porque luego perdimos en el Calderón y sumamos tres derrotas seguidas. Sí, nos afectó y el Madrid se puso cerca. Pero reaccionamos y al final ganamos la Liga”. Lo Pelat, en cualquier caso, festejó sus goles con rabia en el estadio que más le adoró y hasta mandó callar a la afición, consternada por sumar la primera derrota en 27 años de derbies en el Camp Nou. “Aunque me llevó muy bien con Iván, no le dije nada porque no estaba para eso. Una pena”, resume Piqué.

El pasillo de Cornellà (2013)

Desprovisto de carácter competitivo porque el Barça ya era campeón de Liga y el Espanyol aspiraba muy de refilón a acabar en puestos europeos, el derbi en la penúltima jornada del curso 2012-13 se recuerda por el pasillo blanquiazul. “Fue bonito por lo que significaba, por ser el Espanyol. Pero no hay que exagerar porque lo más grande fue su gesto de deportividad”, apunta Piqué.

Otra cosa es que desde las gradas se ensañaron con el central, hasta el punto de que insultaron a su pareja y a sus hijos. “Son cosas que no gustan pero que tampoco puedo controlar”, se lamenta; “por lo que no le doy ninguna importancia”. Más le gustó el triunfo (0-2) y que el equipo se quedara con 97 puntos, a tres del récord histórico del Madrid. “Y al final conseguimos ser el equipo de los 100 puntos, un nombre que se nos ha quedado con el paso del tiempo”, remata.

La manita ‘culer’ (2016)

Acusó el Espanyol el masivo cambio de jugadores, también el relevo en el banquillo (Galca por Sergio), y le costó coger el hilo a la competición por más que se salvara virtualmente antes del derbi. No estaba tan tranquilo el Barcelona, con el aliento del Madrid en el cogote. “No podíamos fallar porque era una Liga que teníamos ganada y que debíamos volver a ganar”, cuenta Piqué; “y ese partido fue como la seda porque jugamos bien y ganamos sin apenas historia. Quizá fue uno de los derbiesmás fáciles que he vivido yo. Sobre todo porque siempre nos costaba marcarles goles, al menos cuando estaba Kameni bajo los palos”.

Defendió el Espanyol con las líneas juntas y en campo propio, poblando los pasillos interiores. Pero dejó las bandas desprotegidas y Messi y Neymar leyeron el juego para destruir el partido con un gol de apertura y otro de clausura. “Luis también metió los suyos”, recuerda el central. Hizo dos y el otro corrió por cuenta de Rafinha (5-0). “Un triunfo que nos mantuvo líderes y que rematamos en la última jornada ante el Granada”, añade Piqué. Un partido, por otra parte, que empezó y que acabó como los 18 que ha disputado ante el Espanyol. Hoy toca un nuevo capítulo.

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