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Arda se siente Messi y destroza al Hércules

El turco vuelve a hacer un ‘hat-trick’ como el que hiciera ante el Moenchengladbach y lidera el triunfo del Barcelona frente a un rival que aguantó media hora

Ramon Besa
Alcácer y Arda se abrazan tras un gol frente al Hércules.
Alcácer y Arda se abrazan tras un gol frente al Hércules.JOSEP LAGO (AFP)

El Barça ha encontrado un cuarto delantero que oficia los partidos que no juega o no resuelve el tridente: Arda Turan. El turco es el líder del equipo suplente, como ayer en la Copa, o el revulsivo en partidos enrevesados, pocos como el de M’Gladbach. A juzgar por su cara incluso se diría que es feliz con su papel en el Barça. Igual se siente Messi. Arda juega bien, mete goles preciosos y ayuda a futbolistas necesitados como Alcácer. El ariete se estrenó por fin como goleador después de una acción iniciada por Arda. Había tantas ganas de que marcara Alcácer que nadie, ni el árbitro, vio fuera de juego en el cabezazo del 17 ante Buigues.

Munuera Montero dio por bueno el tanto de Alcácer, el 5-0, un dígito mágico en el Barcelona. Aunque tardaron en llegar, los goles ayudaron a pasar la noche amenizada por el porte de Arda y la clase de Denis Suárez, y acabaron con la cháchara que provocó la decisión de Luis Enrique de adelantar las vacaciones a Messi, Luis Suárez, Neymar y Piqué cuando en el marcador había un 1-1 del partido de ida de los dieciseisavos de la Copa.

El Hércules nunca fue un rival agradecido en el Camp Nou. Hay aficionados azulgrana que tienen grabadas dolorosas derrotas con el equipo alicantino, en el Rico Pérez y también en Barcelona, de manera que anoche muchos estuvieron pendientes del marcador. Aunque al estadio acudió poca gente y en la tribuna de prensa había más diversión y experimentación que atención en la cancha, muchos aficionados estaban en sintonía con el estadio, pendientes del gol del Barça que les permitiera seguir con sus distracciones o con la cena que siempre se organiza en el trabajo en los días previos a la Navidad.

El gol, sin embargo, no llegaba por más que Aleix Vidal y Digne no paraban de centrar desde los costados, más aireados que las zonas interiores, bien defendidas por cinco y seis defensas del Hércules. La pelota iba muy lenta, el juego resultaba previsible, no había espacio por donde correr y el partido se convirtió en un mano a mano entre Iván Buigues y Cillessen. El portero del Hércules embolsaba las pelotas que caían constantemente en su área mientras el meta del Barça era especialmente exigido por la presión de los delanteros de Tevenet. A los azulgrana les faltaba intensidad y tiro para doblegar la resistencia del Hércules.

Alcanzada la media hora, la jugada más trascendente fue una carrera de Chechu con Mascherano que se decantó por un dedo a favor del Jefecito cuando el extremo ya encaraba a Cillessen. No hubo más réplica por parte azulgrana que una jugada individual de Denis Suárez. Nadie miraba al césped, costaba ver como suplente a Rakitic, no había un solo jugador del filial en el que fijarse y el único interés estaba en el marcador, que seguía 0-0. El partido estaba tan raro que a nadie le sorprendió que el gol, por fin, lo marcara Digne. El lateral ejerció como si fuera el delantero centro puro del Barcelona.

Arda profundizó por la izquierda y cruzó la pelota para Rafinha, que marró el disparo para suerte de Digne. El defensa recogió el balón con la derecha y chutó con la izquierda a la red. Una transición le valió al Barça para abrir un encuentro que remató poco después con un penalti transformado por Rakitic. Fernando le dio al tobillo de Arda y el croata metió el 2-0 con un disparo afortunado puesto que el cuero pasó por debajo del vientre de Buigues. La clasificación quedó sellada justo antes del descanso y la hinchada pudo comer tranquila, jugar con el móvil o hacer la dichosa ola.

Alcácer hace diana

Acabado el suspense de la ronda y del partido, había que atender a las historias individuales, ninguna como la de Paco Alcácer. Nadie le cuenta el gol que metió en el amistoso de Qatar. Así que la Grada d’Animacióse puso a cantar el nombre del delantero valenciano en espera de que se estrenara oficialmente como goleador del Barça. La espera se hacía tan larga que Arda aprovechó para continuar dejando alguna jugada muy bonita, como la que remachó Rafinha (3-0) y un gol espectacular de cabeza a centro de Aleix Vidal (4-0).

El quinto, finalmente, lo firmó Alcácer, que cabeceó en posible fuera de juego un rechazo de la zaga después de un centro de Rafinha, habilitado por Arda. El turco, sin embargo, no se paró hasta que el árbitro pitó el final, tiempo de sobra para meter dos goles más, uno después de un rechazo y el otro estupendo, a la salida de un córner, cuando tomó la pelota, regateó al contrario y desde el pico del área la puso de rosca a la escuadra izquierda de Buigues. Arda ya lleva 11 goles, el doble casi que Neymar (6). Si Luis Enrique le deja igual acaba por jugar también los partidos reservados al tridente. Arda está que se sale en las jornadas de entretiempo como la de ayer ante el Hércules.

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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