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Fichajes de complemento

El Barcelona se gastó este verano 123 millones en seis incorporaciones para tener fondo de armario. Seis meses después, solo Umtiti pide paso en el equipo titular

Jordi Quixano
Umtiti trata de rematar ante el portero del Hércules.
Umtiti trata de rematar ante el portero del Hércules.JOSEP LAGO (AFP)

Desde hace unos años, desde que llegara Martino y le siguiera Luis Enrique, el Barça ya no atiende al desplegable —así llamaba el exdirector deportivo Andoni Zubizarreta a la cantera— sino que mira hacia fuera para completar la plantilla. Exigidos a acudir al mercado porque desde el B no llega materia prima que se atornille en el primer equipo, este verano se reforzó al equipo con el denominado fondo de armario.

“Los fichajes son opciones de futuro porque los jugadores que están en su mejor momento hoy en día son muy caros. Y no podíamos pagar tanto. Con ello asumimos riesgos, porque podía salir mal, pero también bien”, reflexionan desde las altas instancias del club. Así, se gastaron 123 millones en seis jugadores: Cillessen (13), Umtiti (25), Digne (16,5), André Gomes (35), Denis Suárez (3,5) y Alcácer (30). Su rendimiento ha sido desigual y el club se plantea maquillar la plantilla, toda vez que Aleix Vidal no cuenta para el técnico y solo hay un lateral derecho, del mismo modo que Busquets no tiene un recambio natural en el eje. “Estamos abiertos a mejorar el equipo”, expone Luis Enrique. “Tranquilidad porque hay que cumplir con los ratios”, añaden desde la entidad, conscientes de que en el curso anterior se escapó Nolito.

Cillessen, suplente por definición. Llegó como una tirita para cubrir el vacío de Bravo, que decidió jugar en la Premier antes que pelear un año más con Ter Stegen, que brilló dos años en las competiciones de eliminatorias. Suplente por definición en el Barça, por más que era la primera opción de la entidad —el segundo y último era Reina “porque no hay tantos que jueguen bien con los pies”—, Cillessen ha disputado cuatro encuentros en los que tiene la escuálida estadística de sumar un 50% de triunfos, zarandeado ante el Alavés (1-2) y el Hércules en la ida de la Copa (1-1). Cuenta el periodista Edwin Winkels que Jasper escribió a los nueve años en su diario que quería ser el mejor portero del mundo. De momento, está en uno de los equipos punteros, pero apenas tiene sitio. “No vengo a hacer turismo”, replica el portero. Pero Ter Stegen ha moderado los riesgos tras varios sustos y no regala nada.

Los canteranos llegan pero no se asientan

Cuando el veto de la FIFA estaba vigente, Luis Enrique fue diáfano, ya en competición: “Tiraré del filial por narices”. Sabía que no podía contar con unos futbolistas que acaban de descender a Segunda B. Pero Luis Enrique siempre ha atendido a la cantera como lo hizo en la Roma y el Celta, y desde que llegara al Barça ha probado a 16 futbolistas del filial. Oportunidades, sin embargo, que no han cuajado.

Resulta curioso que las primeras ascensiones fueran las que más minutos y partidos disfrutaron, ahora ya lejos del Camp Nou (Sandro se fue gratis al Málaga y Munir está cedido en el Valencia). Ese mismo año debutaron Samper (cedido al Granada), Ié (Villarreal) y Halilovic (traspasado al Hamburgo), además de Gumbau (filial). También Jordi Masip, que sí tiene dorsal del primer equipo al ser el tercer portero.

En la temporada anterior, llegaron Kaptoum (filial), Cantalapiedra (cedido en el Villarreal) y Cámara (Girona); y en esta ya han pisado el Camp Nou los centrales Marlon y Borja López, el lateral Nili, los medios Aleñà y Carbonell, y el punta Cardona. Pero ninguno tiene visos de ensamblarse en el equipo de Luis Enrique. Al menos, por el momento.

Umtiti pone en jaque al eje de la zaga. El central, que llegó del Olympique de Lyon, es el único de los fichajes que pone en entredicho el once de gala de Luis Enrique, toda vez que aprieta de lo lindo a Mascherano para ser acompañante de Piqué. “Su adaptación ha sido rápida, quizás demasiado, lo que ha provocado que tuviéramos algún miedo porque cualquier error a nivel defensivo se nota”, reflexiona el director deportivo Robert Fernández. “Pensé que le podía costar adaptarse porque jugar de central en el Barça no es fácil. Pero aunque no sabía cuándo, tenía claro que iba a rendir”, añade su excompañero Sergi Darder. Con 1.235 minutos, Umtiti es el fichaje que más ha jugado. Suma 15 partidos —en todos titular menos en el derbi— y una notable media de 87% de victorias.

Digne, un recambio que no chirría. No alza la voz ni gesticula sino que prefiere ser discreto. Una filosofía que aplica sobre el césped porque no asume demasiados riesgos ni decide encuentros con sus incorporaciones al ataque, aunque tampoco se le cuentan grandes desaguisados porque dicen desde el club que ha asimilado bien el juego de posición. Tras años sin competencia, Jordi Alba mira de reojo al retrovisor. Digne suma 1.204 minutos y tiene el honor de haber marcado el primer gol de los fichajes (fue ante el Hércules en el último duelo del año) y contabiliza un 75% de victorias. “Es el claro ejemplo de que si el mister debe echar la vista al banquillo, sabe que puede contar con un jugador de garantías”, señalan desde las oficinas de la ciudad deportiva.

André Gomes, más confianza que resultados. Es el ojito derecho de Luis Enrique porque le ha dado más minutos que a los otros medios que no sean Iniesta y Rakitic. “Nos expresó su voluntad de venir y casi ni negociamos. Y eso que tenía sobre la mesa una oferta de 50 millones del Madrid, aunque estaba supeditada a la venta de James”, confiesan desde el Barça sobre el exjugador del Valencia que pelea por poner en valor la ambición que tenía por jugar de azulgrana. “Está convenciendo”, subraya Luis Enrique, que le ha probado tanto de interior como de mediocentro para oxigenar las piernas de Busquets. André Gomes suma 1.171 minutos repartidos en 19 partidos con un 63% de triunfos. Pero se le achaca que no es decisivo en el área contraria, sin goles que festejar y una única asistencia.

Denis puja por el puesto de Rakitic. El canterano azulgrana regresó al Camp Nou tras su paso por Sevilla y Villarreal y va por momentos. Los que le concede Luis Enrique. Empezó como fijo en el equipo (ausente Iniesta por lesión) y se cayó de la alineación tras perder ante el Alavés. Pasado el tiempo, Denis Suárez parece entrar en la puja por el puesto de Rakitic, toda vez que cuando se junta con Iniesta el Barça acumula la pelota y se siente más protagonista, también porque encuentran las rampas hacia Messi. “Es y será importante para el equipo”, le define el entrenador. De momento le ha dado 1.065 minutos —pero ha participado en 20 encuentros, más que el resto de fichajes— y, aunque no suma gol alguno, Denis ha dado tres asistencias y tiene un 70% de victorias.

Alcácer, en el punto de mira. El delantero es el único que está bajo sospecha porque tiene la mirilla desviada. Coreado por el aficionado para animarle en sus inicios, después se escuchó el runrún del Camp Nou a cada ocasión que la pifiaba en el remate y se adornaba con algún lamento grandilocuente. “No solo hay que juzgarle por los goles”, dice Rakitic. “Estoy encantado con él”, añade Luis Enrique. Pero solo ha podido festejar un tanto —no cuenta el del amistoso en Qatar—, que fue ante el menor Hércules. “Es difícil si juega poco”, interviene el técnico, que no tiene intención de darle más cuerda porque a la tripleta de atacantes no se la sienta. Así, lleva 681 minutos repartidos en 12 partidos, con una asistencia y un gol en el zurrón. Su porcentaje de victorias es del 58%.

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