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Sufre el City, tropieza el Liverpool y descansa el Chelsea

La acumulación de partidos en la Premier pasa factura a los perseguidores del líder, más favorecido por el calendario y que tiene ahora la opción de situarse a ocho puntos por encima del segundo

Pep Guardiola dialoga con el árbitro Lee Mason al finalizar el partido del Manchester City contra el Burnley.
Pep Guardiola dialoga con el árbitro Lee Mason al finalizar el partido del Manchester City contra el Burnley.Jan Kruger (Getty Images)

Hubo un momento a lo largo de la tarde en el que parecía que se jugaba la jornada final del campeonato, equipos volcados, partidos de ida y vuelta para Liverpool y Manchester City, enfrascados en una persecución del liderato en la que asumen a estas alturas un mínimo margen de error. Lo tuvieron los primeros, que se dejaron dos puntos en su visita a Sunderland, lo otearon los citizens, sufridores hasta el último segundo de la prolongación para superar (2-1) al Burnley. La concatenación de partidos en las fechas navideñas, su exigencia, es fácil que acabe pasando factura. Liverpool y City salieron al campo a jugar 44 horas después de acabar el partido que les enfrentó la tarde de fin de año. El Chelsea puede ponerse con ocho puntos de ventaja en la cabeza de la tabla si gana su partido de esta jornada en casa del Tottenham. Pero no saltará al campo hasta el miércoles por la noche. “Podíamos haber jugado mejor, pero no estoy seguro de poder hacerlo si solo descansamos un día”, se excusó Jürgen Klopp, el entrenador del Liverpool.

Resultados y partidos previstos en la jornada 20 de la Premier League

La Premier League disputó este lunes seis partidos y completará la jornada entre martes y miércoles. El próximo fin de semana no hay partidos porque es una fecha prevista para encuentros de Copa. La competición se retomará el día 14.

2 enero

Middlesbrough – Leicester 0-0

West Bromwich – Hull 3-1

Everton – Southampton 3-0

Manchester City – Burnley 2-1

Sunderland – Liverpool 2-2

West Ham - Manchester United 0-2

3 enero

20:45. Bournemouth - Arsenal

21:00. Crystal Palace – Swansea

21:00. Stoke City – Watford

4 enero

21:00. Tottenham - Chelsea

Tanto él como Guardiola acabaron sobre el césped tras sus respectivos partidos. El técnico catalán alzó los brazos sobre el pitido final en el Etihad Stadium y fue raudo a abrazar a sus futbolistas e incluso a lanzar una carantoña a Claudio Bravo, que volvió a conceder un gol tras otro grueso error al salir a despejar un balón por alto aunque su entrenador defendió al finalizar el partido que fue objeto de falta. Por eso y por más cosas también sostuvo un acalorado diálogo con el árbitro antes de irse a la caseta. El Manchester City pasó un calvario ante el Burnley porque marró sus dos primeras opciones y a la media hora se quedó en inferioridad numérica por una injusta expulsión de Fernandinho. Guardiola envió entonces a calentar a Agüero y Silva, a los que había guardado en el banquillo. El City disputa el viernes en Londres una exigente eliminatoria de Copa contra el West Ham. Con sus dos futbolistas más determinantes, aun con uno menos sobre el campo, el equipo encerró al Burnley y llegó al gol por mediación de Clichy y el propio Agüero, dos resoluciones vibrantes en un partido que para entonces, con media hora por delante, ya era eléctrico.

En ese contexto era imposible dar por cerrado el partido y más cuando el Burnley acortó distancias tras error de Bravo. Fue la constatación de que la tecnología puede ayudar al fútbol en determinadas situaciones como, por ejemplo, la que transmite de manera casi instantánea al árbitro si un balón traspasa o no la línea de gol gracias a un sistema similar al que se emplea y se acepta en el tenis. Así acortó distancias Ben Mee, un canterano del City, para el Burnley y abocó al millonario equipo de Guardiola a un ejercicio de supervivencia durante veinte minutos ante un recién ascendido. Superado y festejado.

Jürgen Klopp charla con el árbitro Anthony Taylor tras el empate del Liverpool en campo del Sunderland.
Jürgen Klopp charla con el árbitro Anthony Taylor tras el empate del Liverpool en campo del Sunderland.Stu Forster (Getty Images)

En Sunderland también saltó al campo tras el partido Jürgen Klopp, pero para encararse con el árbitro, que había señalado dos penaltis en contra de su equipo, dos goles a la postre del veterano Defoe que valieron un empate (2-2). Pesaba más la frustración que la razón porque ambos lo parecieron, quizás el primero un poco forzado Ndong en la pugna con el central Klavan; evidente el segundo por mano de Sadio Mané para bloquear un disparo en los minutos finales del partido. “La mano fue clara, el problema es que viene tras una falta que no había sido”, clamó después Klopp. El partido era del Liverpool, fiel a su característica exuberancia en ataque y muy vulnerable en defensa, donde necesita zagueros de mayor nivel para poder equilibrarse. Quince veces tiró entre los tres palos el Liverpool y no ganó. “No soy capaz de explicar que sucedió porque no sé exactamente lo que vi”, apuntó Klopp, que tras el partido todavía le daba vuelta a las decisiones arbitrales. Y al calendario. “Mis jugadores lo dieron todo, no son máquinas”. Burnley y Sunderland, con plantillas menos lustrosas también habían jugado, curiosamente entre si, la tarde del día 31.

Del calendario se quejó antes que nadie José Mourinho, que denunció que favorecía al Chelsea. Su equipo también el último día del año y repitió el 2 de enero. Y venció (0-2) en Londres al West Ham United para sumar su sexta victoria consecutiva. En una jornada de errores arbitrales, el Manchester United resultó favorecido. Los hammers se quedaron con diez hombres en el minuto quince por expulsión injusta de Feghouli y tras gol del excelente Rashford llegó la sentencia de Ibrahimovic en fuera de juego.

Así es la Premier League, un contexto nada común al que ayer Pep Guardiola, enojado también por las decisiones arbitrales, reconoció que todavía debe adaptarse. Con un punto de ironía, también. “Todavía tengo que entender las reglas de aquí. Sé que es especial, pero tengo que entenderlo. Pero en todo el mundo si tocan al portero en el área pequeña es falta. Simplemente tengo que entenderlo”. Lo dijo en la preceptiva entrevista tras el partido ante las cámaras de la BBC. Entonces el periodista le inquirió: “No parece muy feliz tras la victoria”. “Más de lo que piensa”, respondió antes de desearle a él y a la audiencia un feliz año.

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