_
_
_
_
_
EL QUE APAGA LA LUZ
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Piqué sabe cómo funciona esto

El defensa del Barça criticó con dureza a un árbitro con una frase enigmática

Piqué protesta ante Iglesias- Villanueva.Foto: atlas

“Ya sabemos cómo funciona esto”, dijo Piqué tras el polémico partido Athletic-Barça de Copa de la pasada semana, lo que viene a significar que aquí alguien ha matado a alguien. Analicemos la frase. Utiliza el excelente defensa del Barça el verbo saber en presente y en primera persona del plural, “sabemos”, dice. Puede hacerlo así por varias razones. Quizá esté empleando el llamado “plural de modestia”, que se maneja para evitar un singular que pudiera indicar presunción, pues sin duda quedaría feo decir “yo sé cómo funciona esto”. O tal vez se incline Piqué por echar mano de un plural sociativo, implicando al oyente por razones de cortesía, al modo “¿qué tal estamos?”. No quiere uno pensar que se trate de un recurso mayestático, reservado, según la Academia, para reyes y papas. Y no alcanza todavía Piqué esa condición, aunque está en ello.

Se quejaba el defensa azulgrana de la actuación arbitral, no precisamente favorable al Barça. Aseguró que estuvo “en la línea de las últimas temporadas” (sic). Luego habló de la ruleta, de cómo unas veces sale el negro y otras el rojo. Parecía que se refería a que un día un equipo es perjudicado y otro beneficiado. Pero enseguida, y para hacer más sólido su “ya sabemos cómo funciona esto”, recordó el partido del día anterior entre el Real Madrid y el Sevilla, en el que también hubo polémica arbitral. Todo aderezado con un lamento por no poder estar a esas horas en casa con sus hijos, siendo como era la noche de Reyes. Sacrificada vida la del futbolista de élite. En fin, que fue un plañido continuo el de Piqué, jugador, les recuerdo, del Barça.

Siendo este opinador corto de luces, quizá de tanto apagarlas, ha acudido a las siempre precisas estadísticas para saber “cómo funciona esto”. Y lo que se ha encontrado es lo siguiente: de las últimas ocho Copas del Rey, el Barça ha participado en seis finales, de las que ha ganado cuatro. De las últimas ocho Ligas, seis, han leído bien, seis, son propiedad del club azulgrana. En ese mismo periodo el Madrid ha conquistado dos Copas y una Liga. Resumiendo: de los 16 títulos recientemente dirimidos en suelo español y dirigidos por árbitros españoles, que tanto perjuicio le provocan, el equipo de Piqué ha ganado 10 y el Madrid, tres.

Luis Enrique, técnico del Barça, lleva 27 de sus 46 años de vida siendo protagonista destacado del fútbol español, primero como jugador y luego como entrenador. Parece probable que en ese tiempo haya aprendido “cómo funciona esto”. Preguntado respeto a aquel arbitraje del partido de Copa en San Mamés, declaró con tono pausado, casi agradable: “Todo lo vemos a nuestro favor, por eso nunca enjuicio la labor arbitral. Es uno de los trabajos más difíciles que hay”. Parece, pues, que Piqué y su jefe no están en la misma onda. El primero sospecha; el segundo apacigua. El primero acusa; el segundo absuelve. Piqué, otra vez, se ha quedado en posición ilegal acompañado solo de quienes pintarrajean la palabra atraco en una portada.

Preguntado hace unos días Guardiola por la posibilidad de que, una vez que deje los banquillos, pueda optar a la presidencia del Barça, el actual técnico del Manchester City contestó: “Nunca seré presidente del Barça. Para eso ya está Piqué”. Quizá cuando ello ocurra, si ocurre, el nuevo presidente del Barça nos explique “cómo funciona esto”. O mejor, que se lo explique a un juez. Porque que un jugador del Barça (o uno del Madrid) se queje del perjuicio ocasionado por un árbitro admitiría de buen grado la calificación de insensatez si no fuera una sinvergonzonería.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_