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LIGA SANTANDER | FC BARCELONA
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

La locura de Messi

No se trata de pedir ninguna dimisión, ni nuevos comicios, sino de recordar a la junta que el sentido común y la cabeza fría se lo tienen que aplicar los que mandan y no Leo

Ramon Besa
Messi celebra su gol ante el Athletic.
Messi celebra su gol ante el Athletic. Quique García (EFE)

Hablar de aplicar el sentido común y la cabeza fría en la renovación de Messi es una temeridad, incluso cuando quien habla es un culer contrastado como el director deportivo azulgrana Òscar Grau. La gracia del fútbol está precisamente en su irracionalidad y también en la locura que provoca un jugador único como el 10. “Lo que hay que hacer es renovarle, no tener sentido común”, respondió el mismo día Luis Suárez.

El uruguayo es el mejor amigo de Messi y la directiva interpretó seguramente que al argentino, y por extensión al vestuario, le habrían incomodado las declaraciones de Grau. No se explica sino que ayer destituyera a Pere Gratacós como responsable de las relaciones institucionales con la Federación Española después de que afirmara en el sorteo de Copa: “Sin Iniesta, Neymar y Piqué, Messi no sería tan bueno. Es el mejor, eso sí”.

Nadie se ha confundido más en la gestión de una fortuna futbolística que la actual directiva del Barcelona

La junta tomó la peor solución porque habrá quien pueda pensar que Messi pidió la cabeza de Gratacós o de Grau después de que en 2013 ya descalificara a Faus cuando el vicepresidente expresó sus dudas sobre la necesidad de mejorar su contrato: “Faus no sabe nada, de fútbol”, replicó entonces el delantero de Rosario. Ahora, sin embargo, no ha dicho ni pío, de manera que lo único que la junta consiguió ha sido enfadar a Messi.

Así que su renovación se ha complicado, cuando todavía no han empezado siquiera las negociaciones, por la incompetencia del consejo de Bartomeu, que se enreda en los asuntos más sencillos como parecía la continuidad de Messi, una vez garantizada la firma de los nuevos contratos de Neymar y Luis Suárez. Nadie se ha confundido más en la gestión de una fortuna futbolística que la actual directiva del Barcelona.

La junta ha perdido autoridad y sentido institucional; tampoco tiene un mensaje corporativo; a veces ni siquiera consigue transmitir interés y mucho menos pasión

Maltrataron en vida a Cruyff, malmetieron contra Guardiola, ficharon mal a Neymar y malcontentan a Messi. No saben qué hacer para arreglar las cosas con el argentino después de quedar en fuera de juego en la gala de la FIFA y desmarcarse de Piqué. Los jugadores tomaron el poder cuando los directivos delegaron en unos ejecutivos que en algún caso entienden más de empresas y headhunters que de clubes y futbolistas como Messi.

La junta ha perdido autoridad y sentido institucional; tampoco tiene un mensaje corporativo; a veces ni siquiera consigue transmitir interés y mucho menos pasión, el motor que mueve al fútbol y más en una institución como el Barça. Ni siquiera se habla ya del Espai Barça. A falta de grandeza, se impone la mediocridad y hasta se justifican los goles en propia puerta con la excusa de que solo se cuentan en España.

Nadie pregunta en China por Fernández Borbalán. Ni en América por Tebas. Hasta ahora las encuestas del consejo decían que el mundo está encantado con el Barça. La renovación de Messi, sin embargo, interesa en el Mediterráneo, el Atlántico y el Pacífico. La última vez que se enfadó el 10 provocó que Bartomeu convocara elecciones en 2015. Y en aquel periodo, el Barça ganó el triplete con el tridente Messi, Suárez y Neymar.

No se trata de pedir ninguna dimisión, ni nuevos comicios, sino de recordar a la junta que el sentido común y la cabeza fría se lo tienen que aplicar los que mandan y no Messi. El 10 está precisamente para volver locos a los seguidores del Barça.

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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