El Madrid se hace vulnerable
A los de Zidane, que parecían invencibles, se le acumulan los problemas tras dos derrotas seguidas en tres días
El Real Madrid, que hasta el sábado parecía un equipo invencible, se ha hecho vulnerable. El Sevilla (que le remontó un 0-1 en seis minutos) interrumpió la racha de 40 partidos sin perder del conjunto blanco. La seguidilla terminó pese a un partido perfecto y, pese a la derrota, los blancos se marcharon del Sánchez Pizjuán manteniendo el liderato. Pero acusaron el golpe. Tanto que anoche en Copa, la cita que Zidane esperaba para demostrar que el encuentro contra el Sevilla no había dejado secuelas, los blancos no salieron del coma.
Lo aprovechó el Celta, que llevaba 10 años sin ganar en el Bernabéu. La victoria del conjunto gallego (1-2) complica el camino de los blancos en Copa (la vuelta se juega el miércoles 25 en Balaídos). El Madrid no jugó un mal partido: remató 16 veces y 6 de ellas a puerta; por los 6 y 4 del rival, y dio casi el doble de pases: 640 (539 buenos) por 365 (258), pero sí le faltó acierto en el remate cuando dominaba. Igual que en Sevilla, además, otra perdida de balón –esta vez de Lucas- le condenó. El intento de remontada terminó con un balón de Benzema al segundo anfiteatro.
Si la derrota del domingo (la primera en Liga desde el pasado mes de febrero) no complicó las cosas en la tabla –el Madrid sigue líder a un punto del Sevilla y a dos del Barcelona y tiene un partido por recuperar-, la de ayer compromete la clasificación para las semifinales de Copa. Pero, sobre todo, demuestra la vulnerabilidad del Madrid.
El final de la racha positiva llegó en plena cuesta de enero y el partido contra el Celta era una forma de medir cómo la gestionarían Zidane y el equipo. Si hasta hace una semana la sensación que transmitían era de tesón y capacidad para darle la vuelta a cualquier resultado adverso, de una fortaleza tal por la que ningún rival conseguía encontrarle grietas, ahora el equipo despierta dudas. Y vive el siguiente partido (el sábado contra el Málaga en Liga) como una prueba.
Casemiro y el técnico aseguraron que la derrota contra el Sevilla había hecho mucho daño. “Se descansa peor y se recupera peor”, explicaba ayer Zidane al mismo tiempo que decía que no iba a buscar excusas. Dijo que el Madrid no está mal físicamente, pero sí entró mal físicamente al partido porque mentalmente no se había recuperado de la derrota en Liga.
"Es normal que pase eso. Los jugadores también rebobinan el partido, no sólo los entrenadores. Llegan las incertidumbres, las dudas, no descansas mentalmente porque le das vueltas para analizar lo qué ha pasado y el cuerpo, inevitablemente, no tiene la misma energía. Y claro que el final de una racha así afecta aunque se diga que no. Los futbolistas son personas, tienen los mismos sentimientos y emociones que los demás aunque estén mejor preparados para gestionar la presión. Pero también sufren estrés, se bloquean y no saben rendir como antes", explica Juan Carlos Álvarez Campillo, psicólogo y mental coach que asesora, entre otros a Lopetegui, y que lleva años trabajando con deportistas de deportes individuales y de equipo.
"El bajón es inevitable"
El Madrid no supo reaccionar ayer. Se le acumulan, además, los problemas. Dani Carvajal sufre una lesión muscular en el bíceps femoral por la que estará de baja unas tres semanas. Llegaría justo a la ida de octavos de Champions contra el Nápoles. El recambio natural de Carvajal (Danilo) y el de un Marcelo que nunca descansa (Coentrão) no han funcionado. Son los únicos suplentes que han despertado dudas. El portugués se lesiona hasta en los entrenamientos y se ha quedado fuera en 16 convocatorias. El brasileño (950 minutos en lo que va de temporada) fue pitado anoche por el público. Danilo y Coentrão son los defensas del equipo que más faltas por minuto hacen (una cada 55 el primero y una cada 27 el segundo), señal de que su condición física no les permite anticiparse. Cristiano Ronaldo tampoco anda fino. Se le ve lento y poco preciso en los pases. Se vio en el Pizjuán y se volvió a ver anoche en un partido que empezó de nueve puro.
“Estamos más unidos que nunca”, proclamó Marcelo. “Somos un equipo fuerte, estamos mentalmente preparados para esto. Somos el Madrid y no podemos venirnos abajo, somos un grupo fuerte y vamos a sacar esto adelante”, le hizo eco Kiko Casilla.
"Cuando estás activado, con la tensión buena que te hace competir al máximo y remontar partidos, si la racha se rompe el bajón es inevitable. Cuesta recuperar esa dinámica, pero se puede. Zidane, por lo que percibo escuchándole desde fuera, lo hace muy bien, transmite mensajes positivos al equipo. Tiene que hacerle creer al grupo todo lo bueno que tiene y cómo recuperar el buen tono. Sabe absorber y gestionar la presión para no trasladarla al grupo, lo hace de maravilla", concluye Álvarez Campillo.
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