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El Celta y su derecho a soñar

El equipo de Berizzo sigue su camino futbolístico inmune a los vaivenes en los despachos justo cuando su presidente anuncia que no venderá el club a inversores chinos

Jugadores y técnicos del Celta durante el último entrenamiento antes de recibir al Real Madrid en los cuartos de final de la Copa del Rey.
Jugadores y técnicos del Celta durante el último entrenamiento antes de recibir al Real Madrid en los cuartos de final de la Copa del Rey.Salvador Sas (EFE)

Octavo en la Liga, presente en la fase eliminatoria de la Europa League, el Celta expone este miércoles ante el Real Madrid sus serias opciones de acceder a las semifinales de la Copa de Rey y opositar con fuerza al primer título de su historia, un hito anhelado por el club y toda su gente. Toda esa epopeya se sucede mientras la incertidumbre institucional sacude a una entidad que en los últimos meses ha estado con un precio de venta sobre la mesa de diversos despachos. Se había deslizado la existencia de una oferta de un holding chino por el paquete mayoritario del club, detentado por el presidente Carlos Mouriño, incluso emisarios asiáticos se pasearon con luz y taquígrafos por Vigo y el propio mandatario celeste fluctuó entre el interés por el ofrecimiento y la resistencia a aceptarla. “Voy a pelear por no venderles el club. Hay un riesgo de que salga de Vigo”, apuntó a mediados de diciembre. Dos meses antes, tras recibir a los chinos en su casa, apuntó que su tiempo había acabado. Luego reclamó al ayuntamiento de Vigo que le vendiese el estadio de Balaídos para evitar la operación. Nada aparentemente ha sucedido en torno a tanto tira y afloja, pero ahora, apenas unas horas antes del decisivo partido contra el Real Madrid, Mouriño anuncia mediante un comunicado notarial que rompe las negociaciones con el grupo chino y renuncia a una oferta que frisa los 100 millones de euros. “El equipo se siente muy parte del club y nos parece muy bien si su criterio es ese y cree que es lo mejor para todos”, completa Toto Berizzo, el entrenador.

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Nada en lo futbolístico alerta sobre la tormenta y la sensación de interinaje que ha sacudido al club en los últimos meses. Sobre el césped el Celta ha continuado con su plan, con una línea que según Berizzo es inmune a rivales o escenarios. Por lo que se, ve también a mercaderes. “Estamos enfocados, seguros y calmos, ni sobreexcitados ni expectantes. Nos hemos ganado el derecho a soñar”, apunta el técnico. Balaídos estará muy próximo al lleno, suceso poco habitual en el coliseo celeste. El celtismo se enfoca a cuestiones futbolísticas porque su equipo le ha llevado a ese escenario y ha acallado otros ruidos. “Estamos ante un partido que premia a todo el mundo”, argumenta Berizzo, cómodo en el papel de aglutinador.

“El Madrid es el favorito”, anuncia el meta Sergio Álvarez. A pesar de la ventaja lograda en Chamartín, de que los blancos deberán marcar dos goles en Vigo para tener opciones de pasar la eliminatoria, ese es el mensaje que parte desde la caseta del Celta. “Son favoritos en cualquier partido que jueguen”, corrobora Berizzo, que aguarda un rival “necesitado y peligroso”, pero al que espera con las mismas armas con las que le redujo en el Bernabéu. “Incomodar, ajustar marcas, no perder en los uno contra uno ante oponentes que desequilibran y después utilizar el balón según convenga, si necesitamos posesión o verticalidad”, detalla el entrenador argentino. Resta además manejar la ansiedad. El Celta puede no ser favorito, pero está en buena disposición de superar la eliminatoria y en el ambiente flota desde hace años la urgencia de alzar, de una vez, un título. “Debemos liberarnos para jugar como sabemos”, explica Berizzo.

El plan es similar al de la ida, pero la alineación no se podrá calcar. Pablo Hernández vio en Madrid una amonestación que le impedirá jugar en Balaídos. En su lugar entrará John Guidetti, una variante más ofensiva, pero que aporta en defensa soluciones similares a las del tucumano. Y es que a Berizzo le preocupa la fortaleza a balón parado de los blancos. “Así han ganado partidos y hasta títulos”, advierte antes de completar: “Imprimiremos tensión y agresividad para defender esas acciones”. El Celta no es precisamente fuerte en ese apartado, pero es férreo en tantos otros, tan titánico y meritorio a la hora de exponerlos, que ni le afectan los vaivenes de unos despachos en los que además en los dos últimos años ha perdido a Krohn-Dehli, Augusto, Nolito o Santi Mina. Hay mucho sacrificio detrás de la peripecia futbolística que Berizzo describe con un grupo de jugadores que ofrecen su mejor versión aquí y ahora. Por eso, en vísperas de un punto de inflexión de la presente campaña y quien sabe si de las venideras, el técnico expresa un deseo: “Quiero ganar por mis futbolistas, que se lo merecen”.

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