La Copa abre la final a un invitado inesperado
Atlético y Barcelona se eliminarán entre sí en semifinales para disputarse la condición de favoritos en el duelo decisivo ante Alavés o Celta
Ambos se deseaban y ambos se encontraron. Celta y Alavés se enfrentarán en las semifinales de la Copa del Rey y abren la opción de la presencia de un inesperado invitado en la final porque Barcelona y Atlético de Madrid se cruzarán entre si. La escena se abrirá el próximo miércoles día 1 en el Vicente Calderón, al día siguiente Balaídos recibirá a los dos modestos opositores a la gloria. La resolución llegará el miércoles 7 en el Camp Nou y el jueves 8 en Mendizorroza. Todos los partidos se iniciarán a las nueve de la noche. Luego habrá que aguardar hasta el 27 de mayo para conocer al campeón, en sede por discutir.
“No entiendo otra manera de salir campeón que enfrentarte a Madrid o Barcelona”, zanja Diego Simeone para explicar el guiño que deparó el bombo al Atlético. Hay un pasado inmediato que define esa explicación: la pasada temporada eliminaron a los culés en cuartos de final de la Champions, pero la anterior el resultado había sido el opuesto en otro duelo a idéntica altura en la Copa del Rey. Hace tres campañas el desafío llevó al triunfo a los colchoneros también para acceder a las semifinales de la máxima competición continental e incluso en un duelo liguero resuelto en una suerte de final en la última jornada en el Camp Nou. Aquella temporada el Barcelona la había iniciado alzando la Supercopa en un doble enfrentamiento resuelto tras dos empates y el valor doble de un gol de Neymar en el Calderón.
Pero la trayectoria del Alavés puede desdecir a Simeone. Afronta la cuarta semifinal copera de su historia, la primera como equipo de la máxima categoría. Y si elimina al Celta se estrenaría en una final doméstica (jugó y perdió la de la Uefa en 2001) tras dejar también en el camino a Nàstic, Deportivo y Alcorcón. Confiado en su fuerza tras superar al Real Madrid, el vestuario gallego festejó alborozado cuando conoció el nombre de su rival. “Todos nos querían a nosotros, pero vamos a tope de ilusión”, advierte Maurizio Pellegrino, el técnico de los vitorianos.
