El Barça revive a costa del Baskonia

El Barcelona sorteó de la mejor manera posible la crisis de juegos y resultados que le atormenta. Dos días después de acumular su 12ª derrota en la Euroliga y de ser silbado por el público del Palau, se rehízo (84-92) con una demostración de superioridad ante el Baskonia, precisamente el equipo que le había dado un repaso el pasado viernes en el Palau (79-93). El Barcelona suma 13 triunfos, como el Valencia, y se sitúa a rebufo del Tenerife y del Real Madrid, que lidera la Liga, con un partido menos, ya que ayer descansó.

Bartzokas le dio una vuelta de tuerca más a su equipo. Dio entrada a Koponen, Perperoglou y Faverani en el quinteto inicial. El resultado fue que dos de los damnificados, Claver y Tomic, salieron desde el banquillo mucho más agresivos y entonados. El pívot croata, autor 21 puntos y cinco rebotes, causó estragos en el interior de la zona. El ala-pívot valenciano defendió con efectividad, forzó cinco faltas, reboteó y anotó cuando fue preciso. Junto a ellos, la mejor versión de Rice y un Vezenkov en vena de aciertos.

En el Baskonia, Larkin, Voitgmann y Diop desbordaron a la defensa del Barcelona, pero siempre de forma discontinua. El cuadro barcelonista empezó bien el partido y llevó la iniciativa. Abrió una brecha de nueve puntos (36-45). Entonces, una buena fase de presión en toda la cancha del Baskonia, unida a una cadena de pérdidas del Barcelona, provocaron un vuelco en el marcador y el Baskonia obtuvo un parcial de 10-0 que le dio ventaja (46-45). Fueron los mejores instantes de Larkin, Diop y, en menor medida, de Beaubois.

El Barcelona volvió a dar la impresión de debilidad repentina que durante tantos partidos le ha condenado, Pero en esta ocasión, la contundencia de Tomic, la efectividad de Vezenkov, la garra de Claver y el reprís de Rice le sacaron del problema a la velocidad de la luz (53-64).

No paró el Barcelona, intenso, con la concentración de la que ha carecido tantas veces esta temporada. El Baskonia acusó su inferioridad en el rebote (24-34) y las flojas aportaciones de Bargnani, Laprovittola y Blazic, entre otros. El Barcelona acabó evidenciando una tremenda superioridad sobre el juego, aunque con una nueva fuente de preocupación debido a que Koponnen tuvo que irse corriendo al vestuario después de sufrir una lesión en el hombro izquierdo.