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Gameiro firma ante el Sporting el segundo ‘hat-trick’ más rápido de la historia de la Liga

El francés se queda a solo 12 segundos de superar el tiroteo de Bebeto al Albacete en 1995

Ladislao J. Moñino
Gameiro bate a Cuéllar para firmar el tercer gol en El Molinón.
Gameiro bate a Cuéllar para firmar el tercer gol en El Molinón.Alberto Morante (EFE)

“El Sporting es de Primera, es de Primera, el Sporting es de Primera”. El cántico salido de la esquina donde se ubicaban los seguidores del Atlético rompió en medio del silencio fúnebre que había generado la contundente aparición de Kevin Gameiro. Fue un trueno devastador que provocó el derrumbe de la hinchada y el equipo local. En 4 minutos y 45 segundos, Gameiro destrozó al Sporting con el segundo hat-trick más rápido de la Liga. Se quedó a solo doce segundos de superar el tiroteo de Bebeto al Albacete en 1995, que marcó tres de los cinco goles que logró en cuatro minutos. Un torrente con el que el Atlético escapó de un partido muy norteño: un estadio ruidoso, encendido por las arremetidas de su equipo, un césped rápido por mor de una lluvia fina y eterna y un fútbol de mecha corta.

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Estaba El Molinón enardecido con su equipo. Rugía la grada enfervorizada, que jaleaba por igual con un entusiasmo febril las acciones defensivas que ofensivas del bravo conjunto de Rubi. Hasta el minuto 79 el partido había sido más suyo que del Atlético. Quince minutos antes de la triple detonación de Gameiro, Simeone había preparado su plan para tratar de ganar un partido que se le había complicado con el 1-1 que señalaba el marcador. El técnico argentino metió a Saúl y quitó a Correa para ganar un centrocampista y dejar más espacio libre para Gameiro, que entró a la vez y sentó a Torres. “El Cholo me dijo que habría muchos espacios a la espalda de su defensa y que los atacara”, relata Gameiro. Metido en una bolsa de plástico que permitía apreciar las firmas de sus compañeros, llevaba el balón con el que acababa de propinar ese castigo excesivo al Sporting.

Rígido, con la mirada de ojos rasgados al frente, rematando uno de esos rostros pentagonales de pómulos marcados y mentón afilado, Gameiro delataba esa felicidad del único consuelo que aceptan los delanteros: el gol. Su descarga ha llegado en un momento delicado para él. “He fallado un penalti hace diez días", dijo en referencia al lanzamiento que mandó al travesaño en el Camp Nou y que podría haber facilitado el pase a la fina de Copa de su equipo. Al día siguiente, fue el primero en contradecir la norma de Simeone de no ensayar penaltis. En la soledad del Cerro del Espino, mientras sus compañeros gozaban de día libre, ensayó el golpeo desde los 11 metros.

“Es un chico callado y reservado actitud, no quiere hablar mucho, solo dice que quiere trabajar y hablar en el campo. Esta semana falleció su abuela y hubo un día que no se entrenó", asegura un directivo del Atlético. “Para mí es un día especial, ha sido un mes duro por todo, por mis padres y por mí”, prosigue el goleador galo, señalado como el gran fichaje del Atlético junto a Gaitán, para afrontar este curso. “Contra el Celta también fallé un gol clarísimo con 3-2”, apunta el francés, cuyo triplete (4m 45s) supera en velocidad al de Bebeto y también al que firmó el valencianista David Villa ante el Athletic (4m 46s) en 2006. También es recordado el del realista Luis Pérez contra el Logroñés (del minuto 42 al 45) en la temporada 1995-1996.

VÍDEO | EL TRIPLETE DE BEBETO AL ALBACETE EN 1995

En los tres goles, Gameiro enseñó velocidad y remate certero, dos de las virtudes que tasaron su traspaso en 35 millones de euros. No fue la primera opción de Simeone. Por delante de él estuvo el intento de repatriar a Diego Costa. Pasado el plazo que se habían dado técnico y el club para ello, se abordó su llegada.

En El Molinón, Gameiro sí tuvo temple para elegir y dirigir los remates. “Estaba muy preparado mentalmente, esta vez si he tenido esa calma. No es fácil jugar en este equipo, se trabaja mucho y los delanteros, cuando estamos ante la portería, quizá no tenemos la frescura necesaria. Pero eso se trabaja y yo ahora estoy mejor físicamente y conozco mejor a mis compañeros”.

En el primer tanto, tras un genial pase filtrado de Griezmann —“yo le he dado cinco o seis goles y él a mí igual, sabemos lo que vamos a hacer”—, Gameiro sentó a Cuéllar para marcar a puerta vacía. En los otros dos tantos, tras hacer valer ante Amorebieta y Mere su explosividad a la carrera, apuntó cruzado y raso al rincón ante las salidas desesperadas del meta sportinguista ante el júbilo de Simeone que hace tiempo que esperaba ese trueno de Gameiro.

SIMEONE: “LOS CAMBIOS FUERON DECISIVOS”

“Los cambios fueron decisivos porque dieron equilibrio en el centro del campo y luego la velocidad de Gameiro decidió. Me alegro por él porque no es fácil meter tres goles tan importantes para el equipo”, reflexionó Simeone en rueda de prensa.

“No esperaba un escenario diferente. Éste es un estadio en el que siempre nos ha costado mucho ganar”, añadió el técnico argentino. “Los últimos 15 minutos, desde los cambios en el centro del campo, el equipo fue a más. Como pasó ante el Celta, se hizo daño y además jugando”, se enorgulleció El Cholo, satisfecho porque esos tres goles fueron precedidos de precisas jugadas con el balón.

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Sobre la firma

Ladislao J. Moñino
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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