Chicharito explota la creatividad del Bayer Leverkusen
El excelente momento de Brandt, Bellarabi y Havertz culmina en los remates del mexicano
Javier Hernández estaba indignado en Florida. El sol del Caribe recalentaba a la plantilla del Bayer Leverkusen durante el parón de enero en la Bundesliga y la estrella del equipo andaba inquieta rehuyendo curiosos. Decía que si los medios mexicanos expresaban la idea general que sus paisanos se habían hecho de él, que entonces sus paisanos no lo comprendían. Lamentaba como algo “increíble” que lo criticaran después de “todo” lo que había hecho por la selección. Protestaba porque el Bild había publicado que su relación con el técnico y los jugadores del Bayer atravesaba un apagón. Insistía en que si no hacía goles desde el 1 de octubre no era por su culpa sino porque el equipo no funcionaba. Los rumores sobre el vaivén de su vida sentimental agitaban el mar de fondo. Un responsable del club confirmó el enredo doméstico como causa de ansiedad: “no sé si fue la novia u otra cosa...”.
La zozobra personal de Chicharito en enero coincidió con la crisis del Bayer hasta confundirse en un mismo conflicto futbolístico. Un nudo que, mes y medio después, el fútbol ha desatado, al menos en apariencia. El surgimiento del joven enganche alemán Kai Havertz, de 17 años, le ha servido de punto de apoyo para recuperar posiciones de remate mientras que Julian Brandt y Karim Bellarabi han vuelto a conectar con él desde las bandas. La mezcla, que ha tenido mucho de espontáneo, ha beneficiado al nueve. Javier Hernández lleva cinco goles en los últimos cuatro partidos de la Bundesliga. El duelo de ida de los octavos de la Champions contra el Atlético le descubre en un momento de optimismo.
Jesús Vallejo, el central del Madrid cedido al Eintracht, le enfrentó dos veces esta temporada. “Marcarle es difícil porque tiene mucha movilidad”, dice el defensa; “constantemente está rompiendo al espacio y también viene a recibir muy bien de cara. Luego en el área se sabe mover muy bien. Te amaga con que va a romper al primer palo y se queda en el punto de penalti esperando el centro, y viceversa. Tienes que estar muy atento para evitar que reciba el balón en condiciones porque si está en racha, la que tiene, la mete para adentro”.
Diego Simeone conoce el problema. La única vez que su Atlético fue eliminado de la Champions en un cruce a doble partido fue por obra del mexicano. Javier Hernández fue autor del único gol de la eliminatoria con el Madrid: 1-0 en el Bernabéu, en los cuartos de 2015.
La jaula de Marcelino
“Teníamos un equipo muy bueno pero necesitábamos un goleador”, explicó Jonas Boldt, el director general del Bayer, para argumentar su fichaje en el verano de 2015. “En un equipo como el Leverkusen siempre tienes ocasiones de marcar; ¡Hay tantos asistentes! Havertz, Bellarabi, Brandt... En esta plantilla hay una gran capacidad individual”.
Javier Hernández metió 25 goles en todas las competiciones del curso pasado. Solo se secó contra el Villarreal, en el doble partido que supuso la eliminación de los alemanes de la Europa League.
Marcelino García Toral, que entonces dirigía al Villarreal, lo recuerda con claridad. “Trabajamos con los centrales para que nunca se quedaran estáticos”, dice el técnico, “para que retrocedieran rápido cada vez que el Bayer se desplegaba, porque Chicharito es muy dinámico y tira muchos desmarques a la espalda de la defensa. Sabe moverse muy bien en la línea del fuera de juego. Es muy dinámico, cae a las bandas, y en el área es preciso. ¡Qué golazo le hizo al Augsburgo en la última jornada, poniendo la pausa y rematando de zurda!”.
El 14 de febrero Javier Hernández publicó una foto en Instagram desde París sugiriendo una cena romántica y cierta armonía. Se la debe a la complicidad de su novia. Pero, sobre todo, se la debe al toque de Kai Havertz.
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