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Honor, victoria y eliminación del Villarreal en Roma

El conjunto castellonense se despide con orgullo, triunfo y buen gusto de la Liga Europa

Rodri lucha con Rudiger.
Rodri lucha con Rudiger.Alessandro Bianchi (REUTERS)

Marcada la eliminatoria por el accidentado resultado de la ida en Estadio de la Cerámica, la segunda unidad del Villarreal superó en el Olímpico a una afeitada Roma que vivió de la renta obtenida en tierras castellonenses, sometido el conjunto Spalletti durante todo el encuentro por el equipo de Escribá, que se tomó con honor, orgullo y seriedad el partido ante los romanos, para quienes el envite les supuso un trámite engorroso que pudo convertirse en amargura debido al buen hacer del Villarreal, un equipo de muchas luces al que solo le faltó la puntería final para cuestionar en serio a la Roma el pase a octavos de la Liga Europa.

Además del resultado y las buenas sensaciones, la audiencia privada del Papa Francisco, resultó la nota agradable que se llevó el Villarreal de Roma. En todo caso, en el Estadio Olímpico, la mejor noticia para el conjunto castellonense fue la vuelta de Roberto Soldado seis meses después de romperse la rodilla derecha, de sufrir una rotura del ligamento cruzado anterior y menisco externo. Activó el delantero valenciano el ataque amarillo con sus movimientos y carácter ganador, síntoma de una lesión olvidada.

Renovado en el once, tuvo buena actitud el Villarreal desde el inicio y hasta el final, alcanzando al comienzo del encuentro la primera oportunidad de muchas, estrellando Roberto Soriano el esférico en el larguero de Alisson, el portero romano. El equipo de Spalletti, rebajado también en la alineación, confiado en el 0-4 de la ida, se tomó con relajación el partido en el que figuraba Totti, al trote Il Capitano al que la afición romanista agradece su presencia en el Olímpico como un homenaje permanente a una carrera que toca a su fin.

Aprovechó el Villarreal la parsimonia romana para adelantarse en el marcador al cuarto de hora tras un centro de Soldado que hizo bueno Santos Borré agradeciendo el colombiano, que por la mañana se emocionó en la visita al pontífice, el regalo de Vermaelen, el central que pasó sin pena ni gloria por el Barça. Se asustó Spalletti posteriormente en un disparo de Rodrigo que marchaba a la escuadra de Alisson, evitando el portero brasileño el segundo gol amarillo. Perseguía sombras la Roma, dueño absoluto del esférico y del juego el Villarreal ejerciendo un monólogo, gobernando con tiranía el partido con los seguidores romanos de los nervios agradeciendo la llegada del descanso.

El comienzo del segundo acto fue una continuidad para el Villarreal que contó con una nueva gran ocasión tras un disparo de Santos Borré asistido por Soldado, centrado el remate del delantero cedido por el Atlético que despejó con apuros Alisson, el principal protagonista de la Roma multiplicándose en la portería. La solvencia del Villarreal no le dio para apretar la eliminatoria pero sí para lavar su imagen manchada siete días atrás en el Estadio de la Cerámica. Adiós a Europa con la cabeza bien alta.

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