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David Martín y el reto de devolver España al podio

El seleccionador de waterpolo apuesta por una renovación progresiva y se estrenará en el Mundial contra Serbia, Grecia y Sudáfrica

David Martín.
David Martín.WEBFCN

David Martín, de 40 años, asume el reto de devolver al waterpolo español a la élite mundial. Dos días antes de que acabara 2016 fue designado seleccionador en sustitución de Gaby Hernández. Ayer conoció las primeras piedras en el camino, los rivales en el Mundial que se celebrará en julio en Budapest: Serbia, campeona olímpica y mundial, Grecia y Sudáfrica. “Es un grupo fuerte, con dos selecciones muy potentes como Serbia y Grecia. Me parece un buen examen para evaluar nuestro nivel”, afirma Martín.

David es hermano de Chus Martín, que ejerce de entrenador del Atlètic-Barceloneta, donde ambos son ídolos y donde David consiguió ocho ligas y ocho Copas como jugador, mientras acudía con la selección a los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 y Londres 2012. Tras colgar el gorro, pasó a dirigir la cantera del club y ejerció de segundo entrenador de Chus. Ahora, compaginará el cargo de seleccionador con el de director técnico de waterpolo en la Federación Catalana de Natación, que ostenta desde julio del pasado año.

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Tras el séptimo puesto de España en Río 2016, la selección encara la preparación para el Campeonato de Europa de Barcelona en 2018, con el aperitivo del Mundial, a partir de julio. “Estos primeros meses debemos construir un equipo y hacerlo crecer pese a la complicación de no estar en la Liga Mundial, lo que nos privará de tener pruebas fiables y competitivas”, explica Martín. “El Campeonato del Mundo siempre es importante y nos va a servir para que algunos jugadores debuten en la élite y se asienten en el equipo, pero el Europeo en casa será sin duda un punto de inflexión en la preparación por lo que significa para nosotros y para todos ser anfitriones en un gran torneo”.

España afrontará el relevo natural cuando comienza un ciclo olímpico, tras haber perdido piezas clave como Guillermo Molina, retirado. “Lo más propicio es una renovación progresiva, porque los que se quedan quieren estar y defender su puesto, y a los que quieren entrar les daremos la oportunidad, siempre que demuestren ganas y compromiso”, explica. El primer contacto con los aspirantes a ocupar un puesto se produjo en enero con una concentración de jugadores sub-21, entre los cuales estuvieron algunos que ya han debutado con la selección, como Roger Tahull y Álvaro Granados. “Es cierto que Granados ha hecho muy buen papel en competiciones internacionales, pero no es lo mismo destacar en categoría junior que en una absoluta. Es aún muy joven y tendrá que demostrar que merece estar en la selección como hizo Tahull en su día”, insiste el seleccionador.

“No siento presión por conseguir resultados”, asegura. “Ser seleccionador ya es una presión, pero mi mayor objetivo es construir un buen equipo y una buena base para un proyecto que perdure en el futuro. Las medallas están muy bien, pero de nada sirve ganar una y no mantenerse en la élite en los años siguientes. Nuestro objetivo debe ser permanecer entre los mejores el máximo tiempo posible”, sentenció.

Los primeros rivales de la selección femenina en el Mundial serán Sudáfrica, Nueva Zelanda y Estados Unidos.

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