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El Villarreal deprime a Osasuna

El conjunto navarro se asoma definitivamente al abismo goleado por el eclético equipo de Escribá

Soldado lucha el balón con Causic.
Soldado lucha el balón con Causic.Jesus Diges (EFE)

Sergio Asenjo recibió el homenaje de sus compañeros antes y durante el encuentro que enfrentaba al Villarreal ante Osasuna en El Sadar que ha perdido mística y fuerza. Ya no asusta el estadio navarro a pesar del calor de la afición rojilla fiel como pocas en las buenas y en las malas, como en la actual temporada en la que cualquier rival saca rédito. No iba a ser menos el Villarreal, un equipo ecléctico, que superó en estático y a la carrera a Osasuna que es un coladero en defensa y que se venció desde el pitido inicial. Ni el ímpetu y orgullo le da para mucho, ni siquiera para pelear una salvación ya utópica teniendo el descenso cada vez más cerca. Todo lo contrario que el Villarreal que apuntala su presencia en posiciones europeas con la victoria solvente ante Osasuna al que no le redime su alma.

No pudo empezar peor el partido para Osasuna. Sin llegar al segundo minuto de juego, ya marchaba en desventaja en una acción mal defendida por la defensa navarra. Aprovechó Bakambu un envío profundo de Rukavina para disparar sin ángulo a la portería de Sirigu, fuera de marco el italiano. El esférico pasó entre las piernas del ex del PSG y Roberto Soriano empujó a gol.

La respuesta de Osasuna fue encomiable, descontando dos grandes ocasiones, la primera de Sergio León y la segunda de Vujadinovic, ambas evitadas en dos paradas de mérito por Andrés Fernández, el sustituto de Asenjo que volvía a la que fue su casa. También regresaba Soldado en su primer partido de la temporada superada la lesión de rodilla. Recupera el Villarreal su pareja de ataque Soldado-Bakambu, que tanto rédito ofensivo procuró el curso pasado.

El vértigo inicial dejó paso a la pausa. Y ahí se maneja con gusto el Villarreal, con jugadores de mejor pie a pesar de la ausencia de Bruno. En una combinación eterna, el conjunto amarillo se plantó en el área rojilla, siendo agarrado Roberto Soriano inocentemente por Berenguer. El penalti no tuvo discusión, no así el lanzamiento. Soldado se adelantó al pitido del árbitro y Sirigu adivinó el tiro del valenciano. El colegiado hizo repetir la pena máxima y a la segunda acertó Soldado.

Un penalti en el área contraria, por una torpeza de Musacchio, convertido por Roberto Torres, metió en el partido a Osasuna. Por poco. Entró Santos Borré en el Villarreal y con dos goles en dos contragolpes mató el partido y al conjunto navarro.

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