_
_
_
_
_

El Villarreal no concede nada al Espanyol

En un ejercicio minimalista, el conjunto de Escribá supera (2-0) al de Quique Sánchez Flores, inofensivo y sin respuesta

Soriano celebra su gol junto a sus compañeros.
Soriano celebra su gol junto a sus compañeros.Domenech Castelló (EFE)

Organizado y paciente, un Villarreal minimalista hizo suyo el partido ante un Espanyol de buen rostro y sin malicia, con más apariencia que sustancia el conjunto de Quique Sánchez Flores, vencido en el área propia y en la ajena por el equipo de Escribá, dotado para lo fino y lo grueso, cómodo con balón o sin él. No necesitó el Villarreal un ejercicio excelso ni un sobreesfuerzo para llevarse los tres puntos que aseguran su presencia en los puestos europeos mientras se permite soñar con alcanzar la cuarta plaza, que otorga el derecho a disputar la Champions.

Le faltó codicia al Espanyol, más pendiente de un Villarreal camaleónico, con un cesto de jugadores que le permite jugar al pie o al espacio. La propuesta visitante comenzó a desmontarse en el último minuto del primer tiempo con el gol de Roberto Soriano. La reacción del equipo de Quique fue insípida, vacía de contenido, con la única vía del centro lateral, buscando el remate de Gerard Moreno y de Caicedo ya en la segunda mitad. No pasó apuros el Villarreal, que con poco, formal, logró la victoria.

Bakambu está feliz con la recuperación de Soldado, su mejor socio en la delantera del Villarreal. Nada más iniciarse el partido, asistió el atacante valenciano al franco-congoleño, que desvió de primeras el pase filtrado de Soldado, evitando Diego López el primer gol local. Apuntaba ya desde el comienzo el equipo de Escribá, dirigido desde el banquillo por su segundo, Josep Alcácer, su ambición ante un prudente Espanyol.

Los de Quique lograron enfriar el ánimo amarillo. Replegado el equipo Flores, no encontraba espacios el Villarreal, pero tampoco el Espanyol en sus escasas excursiones al área de Andrés Fernández, finalizadas casi siempre con un centro de Piatti desde el extremo izquierdo, buscando la cabeza de Gerard Moreno. Ambos equipos dejaron lo mejor de su repertorio ofensivo para los últimos instantes del primer acto, en dos minutos de vértigo. En una combinación amarilla perfecta, Bakambu cedió de tacón a Soldado y este a su vez asistió a Roberto Soriano, cuyo disparo atrapó Diego López.

La contestación del Espanyol fue inmediata, alcanzando un contragolpe letal que Jurado, iniciador y finalizador de la jugada, no supo resolver ante Andrés Fernández, que se mantuvo en pie ante el mediapunta. En la acción siguiente, Mario, desde la línea de fondo y tras beneficiarse de la pasividad de la defensa visitante, ejecutó un pase atrás para la llegada de Roberto Soriano. El italiano, poco ortodoxo, con la rodilla, mandó el esférico de manera efectiva a la red de Diego López. Es el sexto gol del exjugador de la Sampdoria.

Al Espanyol le tocaba dar un paso adelante, cambiar de registro. Quique Sánchez Flores retiró a Piatti al poco de reiniciarse el partido e introdujo a Caicedo junto a Gerard Moreno en el ataque. Dos referencias, dos rematadores. Para entonces el esférico, a partir de Marc Roca, era del Espanyol, con más posesión que intención. Plegó velas el Villarreal, fiado a su solvencia defensiva, entendiendo Escribá que necesitaba recuperar el centro del campo. Retiró a Soldado y apostó por Jonathan dos Santos, ingresando posteriormente Rodrigo para acompañar a Bruno en el eje.

El propósito del técnico valenciano le salió de lujo. Al Espanyol le faltó picante, sin encontrar ni un remate ante los tres palos de Andrés Fernández. El Villarreal, con un gol de Bakambu, selló una victoria para seguir soñando con la Champions.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_