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La marca Barça también triunfa en el tartán

La sección de atletismo del club azulgrana compagina el compromiso de los atletas de élite con la labor de base

Adam Kszczot gana la final de 800; tras él, De Arriba.
Adam Kszczot gana la final de 800; tras él, De Arriba. ANDREJ CUKIC (EFE)

Álvaro de Arriba se colgó una medalla de bronce el domingo en Belgrado. Había cruzado la meta en tercera posición. Corría los 800 metros en los Europeos de atletismo. Como él, decenas de atletas representaron al FC Barcelona durante el fin de semana: diez (además de él) en el Campeonato de Europa en pista cubierta y otras tantas decenas en los Campeonatos de España absoluto y junior. El vicepresidente del club, Jordi Cardoner, impulsó la idea de trasladar las nueve secciones no profesionales al área social, de la que también es el responsable. Al margen de atletas semiprofesionales, el Barcelona cuenta con unos 1.500 niños en estas áreas que pagan sus cuotas como harían en cualquier otro club.

El alma máter de la sección de atletismo es Vicente Egido. Llegó como atleta en 1968. Y se retiró 15 años más tarde para convertirse en entrenador. Ejerce de delegado desde 2005. Forma parte de un equipo de cinco entrenadores que se encargan de los atletas de más nivel; otros tres monitores se ocupan de los 250 niños repartidos entre los centros de Serrahima y La Garriga. Pero Egido no solo se preocupa de lo que sucede en las instalaciones del club. Los atletas fichados que se encuentran fuera del área de Barcelona trabajan con su propio entrenador. “Se entrenan por toda España, normalmente en el lugar de donde son. Pero estamos en continuo contacto. Hablamos con sus entrenadores y con ellos, les preguntamos cómo están de forma, cómo evolucionan y si están preparados para ir al siguiente mitin o al próximo campeonato”, explica. “La prestación que reciben nuestros atletas les sirve para cubrir gastos: pagar la pista de entrenamiento o comprarse unas zapatillas nuevas. No viven de nosotros, pero intentamos que la práctica del atletismo no les cueste dinero”, añade Egido. El atleta de élite no se gana la vida gracias a un sueldo fijo del Barcelona, sino gracias a su caché y a las competiciones que disputa. A cambio de esa prestación, el atleta otorga al club prestigio e imagen de marca.

Marc Alcalá, el prototipo

El prototipo de competidor ideal es el del mediofondista Marc Alcalá, natural de Gavà, que llegó al Barça en edad infantil. El domingo, en el Europeo, fue cuarto en los 1.500 metros. "Con Marc hacemos un buen trabajo en invierno con carreras y algún cross para coger fondo. Empezamos la pista cubierta con un 3.000 para luego tener fondo en el 1.500. Su virtud es la inteligencia en la pista; ha mejorado mucho tácticamente", explica José Antonio Prieto, entrenador.

“Cristina Lara y él son dos ejemplos de lo que queremos. Llegan muy jóvenes y se forman según nuestros valores. Así, hemos traído a Adrián Ben, que ha batido el récord de España de 1.500 y de 3.000 metros. La idea es que estén varios años, crezcan en el club, se identifiquen con él y tengan confianza con nosotros”.

Yulimar Rojas, subcampeona olímpica de triple salto, es un ejemplo perfecto. Gracias a su contrato con Nike y a la buena relación entre la marca y los responsables de la sección, la venezolana ha recalado en el Barcelona. “Compite por el Barça porque le viene bien para rodarse en las competiciones. Necesita competir aquí, obtiene repercusión gracias al Barcelona y viceversa. Se estaba entrenando con Iván Pedroso [especialista en salto de longitud, oro olímpico en Sidney, 2000] en Guadalajara y pasaba desapercibida hasta que la hemos fichado”, cuenta Egido. Tener a Yulimar sube exponencialmente la visibilidad de la sección de atletismo del club. La llegada de un extranjero de renombre a la disciplina azulgrana es poco habitual. Lo mismo ha pasado con el reciente plusmarquista español de 400 metros, Óscar Husillos. “Tiene 23 años, pero ya con 19 quiso fichar por el Barça. Nosotros no los buscamos, son ellos los que nos buscan. El año pasado en el Campeonato de España de Gijón, él y su padre nos dijeron que querían estar con nosotros para dar un salto de calidad y así se hizo. Además, es muy culer, que puede llegar a ser un factor clave”, comenta el delegado barcelonista.

La Federación Española presidida por Raúl Chapado quiere potenciar los centros de entrenamiento y dar una asignación por objetivos. “Antes cobrábamos todos igual, aunque uno tuviese a siete deportistas de élite y otro a uno”, apunta José Antonio Prieto, entrenador. Esto favorecerá el crecimiento del Barcelona, que nunca ha exportado tanto su producto como ahora. Además, la sección depende de una entidad privada, lo cual no sucede con la mayoría de clubes rivales, que dependen en su mayoría de ayudas públicas. Eso ayuda a distanciarse respecto de otros grandes clubes como los valencianos. Y potencia, también, el crecimiento social y deportivo, que es lo que busca el Barcelona.

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