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El Alavés se lleva el derbi frente a la Real Sociedad y mira a Europa

El cuadro vitoriano gana en Mendizorroza con un gol de Deyverson frente a un rival que se quedó con 10 en la segunda parte

Antonio Nieto
Los jugadores del Alavés celebra el gol de Deyverson.
Los jugadores del Alavés celebra el gol de Deyverson.L. Rico

El encanto del Alavés esta temporada, finalista de Copa y equipo revelación de la Liga, no se apagó en el derbi. Tampoco sus aspiraciones de sueño europeo, que ahora se vislumbran en el horizonte tras llevarse los tres puntos frente a una Real Sociedad que visitaba Mendizorroza con muchas bajas. Con esta victoria, gracias a un gol de Deyverson en la primera parte, el cuadro de Pellegrino queda a cuatro puntos de una séptima plaza que le valdría jugar la Europa League. La Real, que buscaba su cuarto triunfo consecutivo fuera de casa, algo que no había conseguido en su historia, se queda con 48 puntos en sexta posición, a tres del Atlético, que marca los puestos de Champions con un partido menos.  

Se presentaron los dos equipos con sus manuales de cabecera. El Alavés, muy compacto, sintiéndose cómodo en la retaguardia y plantándose en el área de Rulli rápido y sin rodeos. Enfrente, buscaba la Real el camino contrario por los recovecos que dibujaba el balón entre los pies de sus futbolistas. Suyo fue el control del esférico durante todo el partido, plácido en la creación a pesar de las bajas: Illarramendi, Agirretxe, Zurutuza ni Iñigo Martínez estaban disponibles para el duelo de Mendizorroza. Tampoco pudo contar Eusebio con su máximo goleador, Willian José, que ha sumado esta temporada nueve tantos en Liga y notó el equipo esa falta de referencia arriba. Para suplirle, prefirió el técnico a Bautista, que apenas había jugado dos partidos, en lugar de Juanmi, que se sentó en el banquillo y no salió hasta el minuto 60.

Le costó al Alavés tomarle el pulso al duelo, aunque una de sus virtudes sea la paciencia. La primera gran oportunidad fue para la Real. Se envalentonó Yuri, que tiró una pared en el centro de campo y no se detuvo hasta citarse con Pacheco en un mano a mano. Por el camino, un giro de cintura por aquí, un cambio de ritmo por allá, mientras sorteaba rivales como Laguardia, que quizá no esperaban la sucesión de recursos de calidad del lateral. Falló, sin embargo, en lo que parecía más fácil, tirando al muñeco un disparo que era gol o gol.

La oportunidad dio confianza al cuadro donostiarra, pero no puso nervioso el equipo de Pellegrino, que pronto disfrutó de su primera oportunidad. Mikel se quedó corto cuando intentaba sacar el balón y su error casi lo aprovecha Deyverson, que no llegó por la anticipación de Rulli, que sacó una mano prodigiosa. El delantero se fue animando poco a poco, dando soluciones en velocidad al juego de su equipo, bien sostenido por Llorente. Hasta ese momento echaba de menos el Alavés las incorporaciones de Theo, más pendiente de no dejar huecos que de buscar los espacios en campo contrario.

Con su juego directo fue igualando el choque y pudo adelantarse con un mano a mano muy escorado de Óscar Romero tras una buena jugada de Camarasa. La Real, siempre con el balón, encontraba más juego por las bandas, y menos por dentro, donde Bautista apenas pudo participar. Pero si el Alavés echaba de menos las subidas de Theo y el acierto de Deyverson, el gol llegó al borde del descanso cuando se materializaron estos dos deseos. El incombustible lateral metió la directa por la izquierda, por el carril interior, y apuró la línea de fondo ganándole la carrera a Mikel. Su centro solo tuvo que empujarla Deyverson, que cantó gol tres meses después, pues no marcaba desde la jornada 16.

En la segunda parte el Alavés puso una marcha más y la Real perdió influencia en el juego. La primera, de hecho, fue para los locales con una ocasión que acabó resolviendo Rulli con una buena parada a un cabezazo picado de Deyverson. Poco después el brasileño volvió a tener otra más clara todavía, cuando su remate fue desviado por Rulli directo a la madera.

Más cuesta arriba se le puso el partido al equipo de Eusebio cuando se quedó con 10 en el minutos 69. Granero se tiró dentro del área y, aunque se levantó rápidamente, el árbitro penalizó el piscinazo con tarjeta amarilla. La única buena noticia para el cuadro visitante era el resultado corto, aunque las ocasiones fueran para un Alavés que acabó llevándose un duelo que mantiene viva su magia.

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Sobre la firma

Antonio Nieto
Desde 2018 es redactor de Vídeo de EL PAÍS. Antes, pasó sus primeros cinco años en la sección de Deportes del diario. Es licenciado en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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