_
_
_
_
_

El sol de Miami funde a Muguruza

La hispano-venezolana, indispuesta, se retira en los octavos nada más ceder el primer set ante la danesa Wozniacki (7-6). Se trata de su tercer abandono este año tras los de Brisbane (aductor) y Dubái (Aquiles)

Alejandro Ciriza
Muguruza es atendida antes de su abandono en Miami.
Muguruza es atendida antes de su abandono en Miami.JULIAN FINNEY (AFP)

– No me encuentro bien.

– ¿Qué te ocurre, Garbiñe?

– No lo sé, pero no me encuentro bien.

Más información
Los 1.000 partidos de Nadal
Roger Federer, el productor de oro
Maria Sharapova, no tan bienvenida

Caía el sol con fuerza en Crandon Park y llegó un instante en el que Garbiñe Muguruza tuvo que decir basta. Se acababa de cerrar el primer parcial de los octavos frente a Caroline Wozniacki, cuando la hispano-venezolana reclamó la asistencia médica y se dirigió mareada hacia su banquillo. Antes de concluir la manga ya había ofrecido signos muy claros de no estar bien y después de ser examinada por los médicos decidió no continuar. Por lo tanto, la que accedió a la siguiente ronda fue la danesa, que se había adjudicado el set por 7-6, con un rotundo 7-1 en el tie-break.

Antes de que la indisposición le forzase al abandono, Muguruza había llevado a cabo un derroche físico muy grande. Le exigió Wozniacki hasta el límite, con un planteamiento muy físico, de fondo, a través de intercambios largos y peloteos de muchos quilates. Derivó por ahí el partido y la nórdica adquirió una ventaja notable, lo que obligó al sobreesfuerzo de su rival para el reenganche. Lo consiguió Muguruza, quien del 4-1 adverso pasó a mandar por 5-4 en el marcador. Enlazó cuatro juegos consecutivos y cuando parecía que por fin le había tomado la medida al pulso, el calor la diluyó.

Durante la muerte súbita, su malestar fue más que palpable. Perdió movilidad y potencia, y cometió una doble falta que marcó una distancia prácticamente insalvable (5-1). Se levantó la visera, en busca de algo más de aire, y reclamó al juez de silla la atención. Estaba ya agotada, sin fuerzas. El personal médico decidió que lo mejor era que no continuara y la hispano-venezolana se marchó de Miami sin el objetivo de romper su barrera en Cayo Vizcaíno.

Se fue Muguruza con una estadística muy baja al servicio: cinco dobles faltas, un 52% de efectividad y solo un 35% de puntos con segundos saques. Se fue contrariada, con el estómago revuelto y como víctima del calor, como ya le ocurriera el año pasado en este mismo escenario a Rafael Nadal. En el plano físico, no está siendo una buena temporada para ella. Se retiró en las semifinales de Brisbane debido a unos problemas en el aductor; luego, el talón de Aquiles le apeó de Dubái, en su estreno; y esta vez, el calor le hizo mella en Miami.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_