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‘The Shot’, una canasta histórica que valió un billete para Barcelona'92

Se cumple el 25 aniversario del duelo Kentucky-Duke y el partido perfecto de Christian Laettner, duodécimo integrante del Dream Team

Christian Laettner celebra la victoria con sus compañeros.
Christian Laettner celebra la victoria con sus compañeros.AMY SANCETTA (AP)

El mundo del baloncesto rememora con nostalgia los Juegos Olímpicos del año 1992. Barcelona disfrutó del arrollador juego de un equipo en el que brillaban estrellas como Michael Jordan, Magic Johnson o Larry Bird. Un espectáculo en mayúsculas. El llamado Dream Team lo formaban 11 jugadores de la NBA -la mejor liga del mundo, y una joven promesa de la NCAA, la Liga Universitaria de Estados Unidos. Éste último pasó de puntillas por la capital catalana y se vio relegado a un papel testimonial, ensombrecido por las imponentes estrellas que lideraban el equipo de Estados Unidos. Hablamos de Christian Laettner.

Este martes, 28 de marzo, se han cumplido 25 años del histórico partido en que el ala-pívot se ganó el billete para disputar aquellos Juegos. Aquel duelo entró en los anales de la historia, fue uno de los mejores que se recuerdan y Laettner completó una actuación perfecta. El 28 de marzo de 1992 las universidades de Kentucky y Duke, donde Laettner era toda una institución, se enfrentaron en la final regional de la costa Este, celebrada en Filadelfia.

Era blanco, tenía una imagen propia de una portada de revista juvenil y su espíritu competitivo rozaba la agresividad

La presión pesaba como una losa encima de los ‘Blue Devils’ de la elitista Universidad de Duke (Carolina del Norte). Eran los campeones y su condición de institución privada con un gran prestigio académico generaba una gran animadversión hacia su equipo. Laettner era el foco principal de las críticas. Era blanco, tenía una imagen propia de una portada de revista juvenil y su espíritu competitivo rozaba la agresividad. Después de una temporada perfecta donde habían conseguido coronarse como campeones, seguidores y detractores aguardaban con ansia para ver si eran capaces de revalidar un título que se les presentaba complicado.

El camino hasta la final regional fue prácticamente un paseo para los dos equipos. La gran cita tenía todos los alicientes para ser un enfrentamiento a cara o cruz entre dos de las mejores plantillas del campeonato y dos de los jugadores que ya llamaban a la puerta de la NBA. El duelo entre Christian Laettner y Jamal Washburn, la gran esperanza del modesto Kentucky, estaba servido.

El Spectrum Arena de Filadelfia se llenó hasta la bandera. Cerca de 20.000 personas presenciaron el partido. En el primer cuarto se comprobó que peligraba la victoria de los ‘blue devils’. Los de Kentucky no estaban dispuestos a entregar en bandeja de plata el acceso a la Final Four y consiguieron ponerse al frente durante los primeros 10 minutos, pero la reacción de Duke no se hizo esperar. Los de Carolina del Norte borraron a su rival en el segundo y en el tercer cuartos, superándolos en agresividad y determinación.

Su porcentaje de acierto en el tiro fue perfecto (acabó con 31 puntos, 7 rebotes y 3 asistencias y una tarjeta de 10 de 10 en tiros de campo, incluido un triple, y 10 de 10 en tiros libres)

Los incondicionales seguidores de los ‘Blue Devils’ pensaban que lo tenían todo encarrilado. Poco imaginaban que la remontada épica de Kentucky acabaría poniéndolos contra las cuerdas con un imparable Mashburn al frente. El Laettner más arrogante, con los nervios a flor de piel, intentó pisar un jugador rival cuando estaba tendido sobre parquet. Pero la acción sólo fue sancionada con una falta técnica por los árbitros.

La balanza se equilibró en los últimos minutos del tiempo reglamentario. La prórroga parecía el desenlace más justo para un partido que se había convertido en una ida y vuelta continua. El festival de anotación y dureza física continuaría en el tiempo añadido. Laettner se conjuró con la canasta y tomó la batuta de los ‘Blue Devils’. Su porcentaje de acierto en el tiro era perfecto (acabó con 31 puntos, 7 rebotes y 3 asistencias y una tarjeta de 10 de 10 en tiros de campo, incluido un triple, y 10 de 10 en tiros libres), lo había encestado todo hasta entonces. La eliminación de Mashburn por acumulación de faltas dejó en estado crítico el equipo de Kentucky, que había aguantado estoicamente el envite de los todopoderosos campeones. Ambos equipos superaban los 100 puntos.

A siete segundos para el final, Sean Wood recibió el balón y anotó un gancho desde la línea de tiros libres, dejando Kentucky un punto por encima en el marcador a sólo dos segundos antes del final. El enfrentamiento parecía resuelto: el equipo modesto imponía al gran favorito.

Pero la historia tenía reservada un desenlace todavía aún más épica. Grant Hill sacó el balón desde la línea de fondo con un pase más propio del rugby o del fútbol americano que en el baloncesto. Laettner la recibió, fintó dos rivales y soltó un tiro en suspensión a sólo dos décimas del sonido de la bocina que decretó el final de un partido que pasó a ser bautizado ‘The Shot’. El silencio se apoderó de los espectadores y nadie se atrevió a apartar la mirada. El balón entró en la canasta de forma suave- El resto es historia.

Una camiseta retirada y 13 años en la NBA

Christian Laettner, campeón de la NCAA en 1991 y 1992. Su camiseta con el número 32 fue retirada por la Universidad de Duke. Fue elegido en el número tres del draft de 1992 por Minnesota. Jugó en la NBA desde aquél año hasta 2005. Fue All Star en 2007. Con la selección de Estados Unidos logró la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de 1992 y la de bronce en el Mundial de 1990. Tiene 47 años, vive en Florida, posee una inmobiliaria en Durham, un equipo de la Major League Soccer y hace un tiempo intentó sin éxito adquirir la propiedad de los Memphis Grizzlies.

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