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Una gran actuación de Casillas mantiene con vida al Oporto

Las paradas del meta español propician el empate de su equipo en el feudo del Benfica, que sigue un punto por encima

El benfiquista Luisao se lamenta ante Iker Casillas.
El benfiquista Luisao se lamenta ante Iker Casillas.FRANCISCO LEONG (AFP)

De nuevo mágico y felino, otra vez santo, Iker Casillas apareció de nuevo en el momento preciso para dejar una actuación para el recuerdo, quien sabe si una de las llaves que abra de nuevo las puertas del liderazgo del fútbol portugués para el Oporto. Para eso cruzó la frontera el meta madrileño, para marcar diferencias en un club que lleva demasiado tiempo sin ganar porque tres años le parecen un siglo y más si quien toma el relevo es el eterno rival. Benfica y Oporto se volvieron a cruzar en el clásico del fútbol luso, lo hicieron con el liderato en juego y separados por un punto en la clasificación, en ventaja los lisboetas. Ahí siguen tras citarse en un duelo electrizante, ahora con apenas siete jornadas por disputar. La derrota hubiera sido letal para el Oporto, pero un monumental Casillas, al nivel de sus mejores días, le mantiene en la pelea (1-1).

Ficha técnica

Benfica: Ederson; Nélson Semedo, Luisão, Lindelöf, Eliseu; Samaris, Pizzi; Salvio (Cervi, m. 69), Rafa (Carrillo, m. 88), Jonas; y Mitroglou. No utilizados: Júlio César, Lisandro, Felipe Augusto, Zivkovic y André Almeida.

Oporto: Casillas; Maxi, Felipe, Marcano, Alex Telles; Danilo; Corona (Diogo Jota, m. 67), André André, Óliver Torres, Brahimi (Otávio, m. 87); y Tiquinho Soares (André Silva, m. 72). No utilizados: José Sá, Boly, Rúben Neves y Herrera.

Árbitro: Carlos Xistra. Amonestó a Felipe, André André, Maxi Pereira, Álex Telles y Marcano.

Goles: 1-0. m. 5. Jonas, de penalti; 1-1. m. 50, Maxi Pereira.

Estadio da Luz. 62.000 espectadores.

El aplomo no se discute, ni la experiencia ni el ascendente sobre sus compañeros y el respeto que genera entre los rivales. Se debate sobre la periodicidad de sus chispazos, sobre esos raptos de genio con los que ha tejido una carrera legendaria. El Casillas que venció a Robben en aquel eterno mano a mano en Johannesburgo, el que propició lágrimas propias y ajenas en la novena de Hampden Park, ese portero diferente apareció de nuevo en el Estadio da Luz en el partido que todo el mundo espera en Portugal. En el momento justo y en el escenario adecuado Casillas, a punto de cumplir los 36 años, desplegó de nuevo intuición y reflejos para mostrarse en su esplendor.

Fue a partir de la hora de juego, el Oporto acababa de enjugar con un gol de Maxi Pereira el tanto inicial de Jonas, un penalti cometido por Felipe que le abocó a un partido cuesta arriba. En el fragor de la batalla, Salvio percutió por la banda derecha del Benfica y encontró a Mitroglou en el punto de penalti. Casillas parecía vencido hacia el flanco desde el que llegaba la acción, pero rectificó de manera prodigiosa para desviar el remate del cañonero griego. Y mandó callar: se llevó el dedo índice a los labios y reclamó calma a los aficionados que tenía tras él.

Pocos le hicieron caso en un estadio enfebrecido. El Benfica se desató al amparo de su gente para buscar la victoria, en realidad para llegar a su cuarta liga consecutivo, un hito que jamás ha alcanzado en su larga y fecunda historia. Y ahí Casillas sí acalló a la multitud con dos nuevos prodigios sobre la línea de gol, de nuevo ante Mitroglou y Jonas en dos intervenciones consecutivas. “Fue decisivo”, coincidieron ambos entrenadores, Nuno Espírito Santo y Rui Vitoria, al valorar la influencia del guardameta en el partido. Los jugadores benfiquistas se esforzaron al final del partido que el dictado en el campeoanto todavía es suyo, sin embargo los focos apuntaban a Casillas que se fue del campo revestido con el aura de los héroes.

El empate deja la decisión del campeonato en el aire. Restan siete partidos y los dos equipos que optan a ganarlo (el Sporting estaría a nueve puntos de la cabeza si vence este domingo en Arouca) empataron con el mismo marcador en sus duelos directos. En el golaverage general, el Oporto tiene ahora mismo a favor una diferencia de tres goles sobre el total del Benfica. El equipo de Casillas debe visitar al Braga, los lisboetas tienen por delante un derbi ante el Sporting.

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