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El PSG gana al Mónaco una Copa contra la depresión

El equipo de Emery conjura la melancolía del 6-1 imponiéndose con goleada (4-1) en la final de la Copa de la Liga

Diego Torres
Cavani celebra su gol ante el Mónaco.
Cavani celebra su gol ante el Mónaco.FRANCK FIFE (AFP)

En Francia no hablaban de la réapparition. Tampoco hablan de la résurgence. Hablaban de “la remontada”. En español. Así se referían esta semana al 6-1 que aplastó al PSG en su inesperada eliminación de la Champions a manos del Barcelona, el 8 de marzo. Así definían los medios y los profesionales del fútbol francés el complejo que amenaza con destrozar moralmente al equipo más poderoso del país. El equipo estresado cuyo entrenador, Unai Emery, condujo ayer a un triunfo de gran significación al imponerse al Mónaco por 4-1 en la final de la Copa de la Liga celebrada en Lyón. Fue un alivio. Una píldora imprescindible contra la depresión.

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Ganó el que más lo necesitaba. Ganó el PSG, que llegó a la final sumido en una crisis de la que solo el paso del tiempo, y los títulos, podrán rescatarlo. Llegó cargado de problemas derivados de los viajes y las lesiones de sus numerosos internacionales, castigados tras la semana de clasificación mundialista. Thiago Silva, Cavani y Di María solo pudieron entrenarse el viernes después del extenuante periplo de las eliminatorias de Sudamérica. Los tres fueron la viva demostración de que en el fútbol se impone el determinado sobre el descansado. Thiago no dejó un centímetro de libertad a Mbappé; Di María se desplegó como un maratoniano, dio la asistencia en el 1-0, metió el 2-1 y volvió a dar la asistencia del definitivo 4-1. Cavani metió dos goles de volea que paralizaron al Mónaco en el curso de un partido vibrante, bien jugado por los dos equipos, especialmente por el PSG.

“En el fútbol todo va muy rápido”, decía Emery antes del partido. El entrenador vasco busca fórmulas para olvidar la remontada y la última receta de su terapia de grupo consiste en persuadir a sus futbolistas de que pronto la realidad será tan diferente para ellos que el 6-1 será cosa de un pasado remoto. La Copa de la Liga, probablemente el título más modesto de los tres que perseguían cuando comenzó la temporada, es clave para reafirmar el camino hacia ese futuro de luz y olvido.

El PSG había ganado las últimas cuatro Ligas, las últimas dos Copas, las últimas tres Copas de la Liga y las últimas cuatro Supercopas. La última vez que el Mónaco levantó un trofeo fue la Copa de la Liga en 2003. Sin embargo, el club que llegó a la final de Lyón bajo una mayor presión fue el PSG. El Mónaco había pasado a cuartos de la Champions mostrando un juego brillante y el PSG sufría el síndrome de la remontada.

Incertidumbre total

Emery fue contratado con una misión primordial: ganar la Champions y consolidar uno de los proyectos más ambiciosos del fútbol europeo en el siglo XIX. La eliminación en el Camp Nou generó tal desconcierto en el PSG que ahora reina la incertidumbre en todos sus estamentos. Desde el presidente Nasser Al-Khelaifi a los miembros de la plantilla de jugadores, pasando por el cuadro técnico, nadie se libra de la sospecha de que su tiempo en el club se acaba. Se impone, para paliar la ansiedad, al menos ganar la Liga. Y para ganar la Liga es preciso descolgar al Mónaco del liderato que ostenta con tres puntos de ventaja a falta de ocho jornadas.

El príncipe Alberto y el presidente de la República, François Hollande, asistieron al palco. La tensión era impropia de este tipo de finales pero los nervios parecían corroer a uno solo de los participantes. Leonardo Jardim, el técnico del Mónaco, lo había dicho: “Nosotros estamos en cuatro competiciones; si perdemos seguiremos en tres”.

Los muchachos de Emery necesitaban aferrarse a algo para no hundirse más. Empujados por la urgencia, hicieron un partidazo. La Copa de la Liga es esa píldora estimulante.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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