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La Liga cotiza menos en Europa

La Champions exigirá una mejor versión de Barça y Madrid después de que el equipo de Zidane se haya mostrado más regular y completo en el torneo doméstico que el azulgrana

Ramon Besa
Messi, rodeado de jugadores del Málaga, el sábado pasado en La Rosaleda.
Messi, rodeado de jugadores del Málaga, el sábado pasado en La Rosaleda.Daniel Pérez (EFE)

El Madrid anunció al empezar la temporada que quería ganar la Liga y nadie le ha llevado la contraria, ni siquiera el Barcelona, ganador de seis de las últimas ocho ediciones, derrotado el sabádo en Málaga, después de que el Atlético empatara en el Bernabéu. Los deseos más obvios adquieren un aire de solemnidad y determinación en boca de Florentino Pérez. El Madrid es de momento el equipo más regular y dispone de la mejor plantilla, las condiciones que se exigen para ganar una Liga que no conquista desde la temporada 2011-2012, tiempos en que para lograr el título se necesitaban 100 puntos, los mismos que sumó al curso siguiente el Barça.

Ida de los cuartos de la Champions

Partidos del martes

Juventus-Barça (20.45, A3)

Dortmund-Mónaco (20.45, beIN). Vueltas, el día 19

Miércoles

Bayern-Real Madrid (20.45, beIN)

Atlético-Leicester (20.45, beIN). Vueltas, el día 18

Hoy alcanza con bastantes menos, e incluso un empate en casa puede ser bueno, como se vio en el derbi de Chamartín. Aunque madridistas y azulgrana han cedido hasta seis nulos, el equipo de Zidane solo ha perdido dos partidos por cuatro el de Luis Enrique. Vencedor en Mestalla, San Mamés y Calderón, el Barcelona la ha pifiado con el Málaga, Deportivo, Celta y Alavés. Los partidos aparentemente diseñados para que jugaran los futbolistas menos habituales han supuesto la provisional capitulación del Barcelona. Basta con comparar los dos últimos encuentros de los azulgrana ante el Sevilla y en La Rosaleda.

El cóctel formado por un exbarcelonista (Sandro), un exmadridista (Míchel) y un exespanyolista (Kameni) fue letal para el Barça. La cita denunció los problemas estructurales del equipo, la poca aportación de los fichajes de las dos últimas temporadas y la mala visualización del partido con el Málaga, cuya dificultad ya se había constatado en el Camp Nou. Rakitic y Piqué forzaron la quinta tarjeta amarilla ante el Sevilla para no acudir a la Rosaleda y Luis Enrique dio descanso a Iniesta y Sergi Roberto para apostar por Mathieu, Mascherano, Denis Suárez y André Gomes. El plan duró poco más de media hora porque hay una diferencia abismal entre los titulares y los suplentes y falta un lateral derecho desde la salida de Dani Alves.

A pesar de la necesidad de las rotaciones, Luis Enrique no ha estimulado la competitividad, aun cuando aseguró disponer de la mejor plantilla desde que llegó al Camp Nou. Los puestos ya parecen asignados y cualquier alineación remite a la final de Berlín de 2015. La excepción se llama Umtiti y el ejemplo es André Gomes. El portugués sale señalado en cada derrota cuando se le fichó con una cláusula que incluye un bonus por si gana el Balón de Oro.

A los nuevos les falta carácter y continuidad, dejar de ser jugadores de relleno, y a las figuras les conviene recapacitar, sobre todo a Neymar, que se autoexpulsó después de reincidir en un sospechoso y ridículo cambio de botas y ha puesto en serio riesgo su participación en el clásico del día 23 en el Bernabéu. Los azulgrana apuntan a los árbitros sin reparar en que la tarjeta roja que vio el delantero brasileño es la primera que recibe un azulgrana desde 2015.

Sin Busquets contra la Juve

El partido de Málaga no es la mejor carta de presentación para visitar a la Juve en la Champions y menos sin Busquets. La sintomatología del Madrid es mejor si se atiende al barómetro de la Liga: es un equipo más fiable y la calidad de su plantel le ha permitido sobrevivir a la discontinuidad de su juego y al decaimiento de la BBC. Europa, sin embargo, exigirá la mejor versión de un equipo que ha perdido a Varane y Pepe para enfrentar a un rival enfebrecido como el Bayern Múnich.

A Zidane, cuya continuidad está en el alero, y a Luis Enrique, que ya dijo que se va, les aguardan días de tensión porque sus decisiones serán muy escrutadas en un torneo que Barça y Madrid han ganado dos veces en las últimas seis ediciones —los otros dos vencedores fueron Chelsea y Bayern—. Más tranquilo está Simeone, encantado con los goles de Griezmann, liberado en la Liga y con el foco puesto en el Leicester.

Nadie prometió nada excepto el Madrid, que aseguró que iba a por la Liga y, de momento, cumple con el beneplácito del Barça.

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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