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Dybala se pide ser Messi

El mediapunta de la Juve descose al Barcelona con dos goles en 20 minutos y se significa como el jugador del futuro

Jordi Quixano
Dybala y Messi.
Dybala y Messi.GIUSEPPE CACACE (AFP)

Antes de que comenzara el encuentro, en el túnel de vestuarios, Messi no reía como habitúa sino que miraba con determinación a los rivales hasta que llegó Alves y le sacó una sonrisa porque bromeó con ganas sobre el pelo rizado de Neymar. Luego, se le acercó Dybala y se fundieron en un corto abrazo para darse dos palmadas al tiempo que la grada del Juventus Stadium hacía un mosaico con la leyenda It’s Time [es la hora], frase que desde el club han repetido hasta la saciedad para afrontar los cuartos de final. Un lema que cogió color y forma, precisamente, entre Leo y Dybala, toda vez que el joven argentino, apenas 20 minutos más tarde, se pidió ser Messi con dos goles que descosieron al Barça y la atrevida propuesta de Luis Enrique, que jugó con tres defensas frente a un rival de extremos profundos, sobre todo Cuadrado.

No era la noche del 10 azulgrana porque no encontraba espacios ni ayudas, impotente como evidenció en las dos primeras jugadas en que tocó el balón, primero con una mano señalada y después cortado con una falta de Chiellini en la que reclamó sin éxito la cartulina amarilla. Lo probó Messi de todas las formas, partiendo desde el costado primero y retrasando hacia dentro su posición para participar más de la construcción, hasta el punto de que en una se salió con la suya con un pase filtrado a Iniesta, incapaz de superar a Buffon, el último escollo. Y repitió en el segundo acto con Luis Suárez, que tampoco acertó al cruzar en exceso el esférico. En el campo contrario, sin embargo, Dybala no quiso saber demasiado de la organización sino que fue el punto final, el remate y el gol.

Dybala saluda a Messi.
Dybala saluda a Messi. GIUSEPPE CACACE (AFP)

Descascarillados los dos centrales que acompañaban a Piqué porque no llegaban a tiempo en la basculación, Cuadrado se la jugó a Mathieu y Mandzukic hizo lo propio por el lado opuesto ante la permisividad de Sergi Roberto. En ambas ocasiones Dybala se ganó su parcela (primero se despegó de Piqué y luego de Mascherano) para resolver con su zurda de 24 quilates, remates rasos, con rosca y ajustados al palo al más puro estilo Messi. “Neymar y Dybala serán los mejores jugadores en los próximos años”, anticipó Allegri antes de disputarse el encuentro. “Paulo es un artista porque ha aumentado su conocimiento de lo que puede hacer en un partido. Y lo que hace es extraordinario porque se siente importante. Ha hecho un progreso devastador”, le piropeaba durante la semana Bonucci desde la ciudad deportiva bianconera. Elogios que el 21 de la Juve, de quiebros imposibles y fútbol magnético, constató sobre el césped.

El Barça pregunta por Paulo

La calidad de Dybala no pasa desapercibida para el Barcelona, que hace unos meses ya preguntó a la Vecchia Signora por la posibilidad de ficharle. “Si es necesario hacer un esfuerzo económico, lo podremos hacer”, deslizan desde el área deportiva sin especificar el fichaje a realizar. Pero no pasaría de los 80 millones y desde la Juve tienen claro que con eso no tienen ni para pipas si quieren llevarse al Dybala, al que tasan en torno a los 130 millones, diez más de lo que lograron por Pogba (Manchester United) en el verano anterior.

Cómodo como segundo delantero tras las diagonales de Higuaín, Dybala también se expresó en los córners a pierna cambiada y sobre todo en los espacios de entrelíneas, a las espaldas de Mascherano y frente a unos centrales que suficiente tenían con achicar agua por los costados y que tampoco vieron el tercer gol italiano, un remate de cabeza de Chiellini que ni siquiera saltó para cabecear a la red desde dentro del área. La réplica de Messi, que no ha sido capaz aún de batir a Buffon, llegó con un gol bien anulado por fuera de juego de Luis Suárez. No era su noche sino la de otro argentino como ya ocurriera frente al PSG (Di María), la de Paulo Dybala –que fue sustituido para la ovación a falta de 10 minutos- y su it’s time. “Obtuvimos un gran resultado. Era lo que queríamos, y que nos hicieran goles en casa, que es muy importante”. Preguntado sobre la remontada del Barcelona ante el PSG, explicó: “Seguramente nos va a servir de experiencia lo que pasó. Vamos a dar lo mejor de nosotros para obtener un buen resultado allá”. A sus 23 años, Dybala va a por Messi.

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