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Ferrer, un campeón en horas bajas

El alicantino, de 35 años, afronta con entereza los últimos meses de su carrera deportiva

Ferrer, durante el partido contra Anderson en Barcelona.
Ferrer, durante el partido contra Anderson en Barcelona.TONI ALBIR (EFE)

“Las sensaciones son las que son. Acepto lo que hay”. Las palabras de David Ferrer, 35 años, suenan a despedida. Sin embargo, el jugador de Xàbia es un luchador, un campeón en horas bajas que se siente orgulloso de lo que ha hecho hasta ahora en el mundo del tenis, pero que mira el futuro con pocas expectativas.

Su temporada le sitúa en una posición impropia de un tenista de su nivel. No gana un partido desde que perdió en la tercera ronda del Open de Australia, frente a Roberto Bautista. Lleva, pues, cuatro derrotas en primera ronda. Y su clasificación ha caído desde el 7º puesto que detentaba al principio de 2016, hasta el 32º que ostenta en la actualidad.

Ferrer perdió en la primera ronda del Open Banc Sabadell de Barcelona frente al surafricano Kevin Anderson por 6-3, 6-4. “Jugó mucho mejor que yo. Me costó mucho, porque no me dio ritmo”. Para un jugador que ha ganado un Masters 1000 en París (2012) y que fue finalista en Roland Garros (2013), donde le venció Rafael Nadal, afrontar una situación como la actual resulta duro. “No sé si esta dinámica va a cambiar”, explica Ferrer. “Lo intento. Estoy cambiando hábitos de entrenamiento, hacerlo todo con mucha seriedad. Pero mi rectitud en todas las cosas tal vez me está perjudicando ahora”.

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Su objetivo es llegar al torneo de Roland Garros y ver cómo se desarrollan allí las cosas, antes de tomar decisiones de futuro. En cualquier caso, el de Xàbia se muestra orgulloso de su carrera. “Ya habría firmado esta trayectoria cuando empecé”, afirma. “Y la verdad, no quiero pensar más lejos. Cuando mis problemas con la tendinitis en el tendón de Aquiles se acentuó y no me permitió desarrollar lo mejor de mi mismo, sentí frustración. Pero ahora, no. Juego para mí y para mi familia, no necesito el reconocimiento de nadie más”.

La jornada ofreció las victorias de Thiem, Sugita, Carreño y Zverev. La nueva generación pisa con fuerza para tomar posiciones ante el declive de algunos campeones como el incombustible David Ferrer.

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