Muere Jorge Cyterszpiler, el representante que llevó a Maradona al Barcelona

“De lejos, a veces, hasta costaba identificar quién era quién”. Para los que vivieron la etapa de Diego Armando Maradona en Barcelona, les resultaba imposible disociar la imagen de El Pelusa con la de Jorge Cyterszpiler, el entonces representante del argentino, que este domingo falleció en Buenos Aires. Según agencia Télam, Cyterszpiler, de 58 años, se arrojó al vacío desde el séptimo piso del hotel en que se encontraba alojado. El incidente se produjo en un momento en el que se descuidó el acompañante terapéutico asignado por los médicos, que le trataban del cuadro de depresión en el que se encontraba, consecuencia de su reciente separación.

Looks calcados, con una tupida melena rizada, Maradona y Cyterszpiler andaban siempre juntos. Se conocían de pequeños, cuando Diego, con 10 años, todavía era un proyecto de crack que deslumbraba en los Cebollitas (mote del equipo de fútbol en el que empezó a jugar el 10) y Cyterszpiler era un niño, de 11 años, desencantado con la pelota, tras la muerte de su hermano Juan Eduardo, también futbolista. Jorge había regresado a los partidos de las categorías inferiores de Argentinos Juniors, entusiasmado, sobre todo, en ver jugar al fútbol a un pibe bajito, al que era imposible robarle el balón, y que respondía al nombre de El Pelusa.

Maradona y Cyterszpiler contactaron enseguida, primero como compañeros de travesuras adolescentes luego como socios en “Maradona Producciones”, la empresa que crearon juntos para llevar las finanzas del 10. Una alianza prácticamente inédita hasta entonces en el fútbol argentino porque ningún jugador contaba con la figura de un representante. “Yo a Maradona no lo conozco, solo soy el mejor amigo de Pelusa. Y con eso me basta”, aclaró Cyterszpiler a principios de la década del 80, cuando su fama crecía al compás de la megapopularidad de Diego.

Después de un mediático traspaso de Argentinos a Boca, Maradona pasó al fútbol europeo en 1982. Siempre asesorado por Cyterszpiler, Diego fichó por el Barcelona. “Recuerdo un día, después de una goleada del Barça en Santander, que se juntaron a festejar el cumpleaños de Diego en una pizzería cerca de la Ronda General Mitre. Se acercaron a la puerta dos argentinos y el de seguridad de la puerta no los quería dejar pasar. Cyterszpiler se dio cuenta de la situación y los invitó a la fiesta. No los conocía de nada. Otro hubiese pasado del tema, pero Jorge era un tipo campechano y cercano”, cuenta un conocido de Cyterszpiler en Barcelona.

Cruzar el charco, produjo un cambio de hábitos en la sociedad Cyterszpiler-Maradona. No era nada extraño ver al 10 de paseo por la noche de Barcelona, siempre custodiado por un séquito de cerca de 25 personas, la mayoría argentinos, entre los que estaba su representante. La vida de social de Diego se resquebrajaba y Cyterszpiler no podía (o quería) hacer nada al respecto. “¿Quién le dice que no a Maradona?”, comentó, Guillermo Copolla, antiguo representante del 10, años después. “El presidente Núñez habló con ellos en varias oportunidades para que cambiaran sus rutinas nocturnas”, explican los que vivieron esa etapa en la vida de Maradona.

Pero la situación no cambió. Diego comenzó su adicción a las drogas en Barcelona y, tras dos temporadas en el club azulgrana, se marchó a Nápoles para convertirse en leyenda. La relación con Cyterszpiler se terminó por desgastar en Italia. En 1985 Diego y Jorge pusieron fin a una amistad de más 15 años. Los rumores dicen que la separación se produjo porque Maradona cuestionó el obrar de Cyterszpiler con su dinero. Ninguno de los dos habló públicamente del asunto. “¿Alguien termina bien con Diego?”, cuestiona Coppola; “con Jorge tenían una relación de hermanos”.

En 2011, después de 26 años sin hablarse, Jorge y Diego se reunieron en Dubai. Tuvieron una cena amistosa. No volvieron a encontrarse. El primer “hermano” Maradona, una de las personas que inventó la profesión de representante de futbolistas, murió este domingo en Buenos Aires.