Hamilton vuelve a ganar en el GP de España; Alonso acaba 12º y Sainz, 7º
El británico supera a Vettel en la estrategia, y Ricciardo termina tercero
Lewis Hamilton pegó de nuevo. Su inicio de temporada no fue todo lo brillante que cabía esperar de su calidad de pilotaje y de las prestaciones de su Mercedes, en teoría el mejor coche de la parrilla. En las cuatro primeras carreras, el británico atesoró solo una victoria en el Gran Premio de China y concluyó incluso cuarto en Rusia, donde pareció ya tocar fondo. En Barcelona, sin embargo, Mercedes pareció haber recuperado el terreno que le había ido arañando Ferrari, y Hamilton no falló. Hizo falta acertar en la estrategia para poder demostrar que el equipo alemán está dispuesto para revalidar la corona mundial que detenta desde 2014.
Hamiton ganó. Superó a Sebastian Vettel, y Daniel Ricciardo ocupó el tercer escalón del podio. Fue una carrera distinta, marcada por las estrategias y también por el accidente inicial que sufrieron Kimi Raikkonen y Max Verstappen, que les dejó a los dos fuera de la carrera desde las primeras curvas. Para Hamilton ésta fue la 55ª victoria de su carrera en la F-1 y la segunda de esta temporada. Vettel ve reducida su ventaja en el campeonato a solo seis puntos, aunque mantiene el liderato. Ellos dos se vislumbran como los únicos pilotos que pugnarán por el título esta temporada. Alonso acabó 12º. Carlos Sainz fue séptimo, gracias a la penalización que sufrió Pascal Wehrlein, que había cruzado la meta antes que el español.
La carrera se convirtió en una lucha de estrategias que se iban improvisando a medida que el transcurso de las vueltas iba determinando las necesidades de cada equipo. Pareció al principio que Mercedes había dado en el clavo, cuando mantuvo a sus pilotos en la pista, mientras Vettel entraba en el taller para colocar de nuevo neumáticos blandos transcurridas 14 vueltas. Hamilton se mantuvo en pista hasta la 21ª y colocó los medios, con la intención de mantenerse hasta el final. Mientras eso ocurría, Valtteri Bottas ocupaba la cabeza de la carrera y frenaba con toda la intención a Vettel, que se desesperaba al no poder sacar todo el rendimiento a sus nuevos neumáticos blandos.
La persecución duró tres vueltas y en cuanto Vettel se hizo de nuevo con la cabeza de carrera, la distancia en relación a Hamilton fue aumentando de nuevo. Llegó a superar los siete segundos, momento en que Vandoorne se tocó con Massa y tuvo que abandonar, provocando la activación de un coche de seguridad virtual. Entonces se produjo un nuevo vuelco: Hamilton volvió a entrar en el taller de forma totalmente inesperada. Sus neumáticos medios no habían ofrecido el resultado esperado. Eran mucho más lentos y su degradación bastante más rápida. Era la 36ª vuelta. Y a la siguiente, Vettel optó por copiar estrategia y pasó también por el taller para colocarse los medios –estaba obligado a hacerlo–. Bottas, en cambio, perdió todas sus opciones cuando su coche comenzó a sacar humo, signo evidente de que había roto el motor de su Mercedes.
Los neumáticos, decisivos
La lucha por la victoria tenía un componente que rompía entonces la igualdad. Y eran los neumáticos. Con los blandos, Hamilton era más rápido que Vettel con los medios. Y eso se evidenció cuando tras 43 vueltas, el británico superó al alemán al final de la recta de tribunas y cogió el liderato de la carrera. Entonces sí pareció que todo estaba decidido. Si Hamilton no fallaba, y visto el rendimiento de las dos gomas, las opciones de Vettel se limitaban a seguir empujando a la espera del más mínimo error.
Por detrás, Fernando Alonso no pudo luchar por entrar en los puntos. Realizó una buena salida y pareció situarse entre los seis primeros, pero en las primeras curvas, un toque con Felipe Massa le lanzó fuera de la pista y ahí perdió sus opciones de situarse en los puntos. Cayó hasta la 13ª posición y no consiguió recuperar puestos. Luchó con Kvyat en un momento de la carrera, sin conseguir sobrepasarle. Y después, mantuvo siempre su agresividad pero sus batallas resultaban inútiles. Cuando entró en el taller por segunda vez para colocarse los neumáticos medios, Alonso regresó a la pista en 17ª posición y sabiendo ya que no entraría en los puntos. Acabó 12º, pensando ya más en su participación en las 500 Millas de Indianápolis, que en la F-1.
Carlos Sainz, en cambio, se mostró bastante más competitivo. Adelantó tres posiciones ya en la salida y se situó en novena posición. Acertó en su estrategia, luchó con los Sauber y los Renault y concluyó en octava posición, por delante de su compañero de equipo, Daniil Kvyat, que acabó décimo.