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El Valencia arrolla a un Barcelona sin rumbo

El equipo de Pedro Martínez deja a su rival a un paso de la eliminación en los cuartos de fina de la Liga Endesa

Robert Álvarez
Claver trata de quitarle el balón a Diot.
Claver trata de quitarle el balón a Diot.MANUEL BRUQUE (EFE)

El Barcelona refrendó en Valencia, en un momento crucial, todas las disfunciones y carencias que le abocan a la peor temporada desde tiempos pretéritos. El equipo de Pedro Martínez actuó con el ritmo, la pericia y el acierto de los que careció su rival. Los jugadores del entrenador catalán transmitieron entusiasmo, concentración, automatismos de juego, todo lo contrario que los hombres de Bartzokas, con manos torpes, ataques deslavazados y una moral de plastilina. Sus rostros, muy pronto, desde que Dubljevic, Oriola y San Emeterio espolearon al Valencia (28-17), les delataban. Ni que decir tiene, cuando llegaron a sumar 29 puntos de desventaja (83-54).

El Valencia estuvo espléndido, con un juego coral, perfectamente ejecutada su intención de frenar las transiciones rápidas del Barcelona y cortar las conexiones entre Rice y Tomic. Movió bien el balón, con 22 asistencias, y se ganó una salva de triples (10 de 28), con sus pívots Dubljevic y Sikma jugando al gato y al ratón con Tomic y Claver.

VALENCIA, 83; BARCELONA, 61

Valencia Basket: Diot (10), Rafa Martínez (11), San Emeterio (6), Sikma (9), Dubljevic (16) –equipo inicial-; Sato (2), Vives (0), Oriola (11), Sastre (9), Kratsov (0) y Thomas (9).

Barcelona Lassa: Rice (14), Oleson (5), Eriksson (2), Claver (9), Tomic (4) –equipo inicial-, Vezenkov (2), Peno (1), Diagné (0), Koponen (10), Renfroe (5) y Perperoglou (9).

Parciales: 15-15, 26-11, 22-15 y 20-20.

Árbitros: García González, Manuel y Serrano.

Fuente de San Luis. 8.200 espectadores. Primer partido de los cuartos de final de la Liga Endesa. El segundo partido se juega el jueves en el Palau Blaugrana (20.00).

Este Barcelona es un equipo sin alma, dejado de la mano de Bartzokas, por más que el entrenador gesticule y se retuerza en el banquillo. O él no es capaz de transmitir lo que desea, o sus jugadores han perdido absolutamente su confianza en él y en ellos mismos. Solo así se puede llegar a explicar el papel de comparsa de un equipo que, por más bajas que acumule (Ribas, Doellman, Navarro), cuenta con jugadores sobradamente preparados para no verse fuera del partido a las primeras de cambio, vapuleado, sobrepasado, sin respuesta.

El descalabro empieza por sus teóricos líderes. Rice se vio sobrepasado por sus marcadores, especialmente con la aparición de Vives. Y Tomic estuvo fallón (4 puntos con solo una canasta en juego), tibio en todas sus acciones. Bartzokas no llegó a darle siquiera 20 minutos, a pesar de las lagunas evidentes de Diagné y de que tampoco los cuatros, Claver y Vezenkov, se reivindicaron. Ni ellos, ni nadie dio un paso al frente en el Barcelona, ahora obligado a ganar en el Palau y en el tercer encuentro, de nuevo en Valencia, si no quiere redondear su nefasta temporada, eliminado en las semifinales de la Copa por el Valencia, 11º en la Euroliga con 12 triunfos y 18 derrotas. Solo dos veces ha sido eliminado en cuartos de final, en 1992 y en 2005. Los síntomas, ahora, son tan malos como lo fueron entonces.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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