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El mismo ‘once’ de siempre

A excepción de Umtiti, ninguno de los fichajes del Barcelona ha competido por la titularidad

Jordi Quixano
Los jugadores se despiden del Camp Nou por esta temporada.
Los jugadores se despiden del Camp Nou por esta temporada.T. Albir (EFE)

El generoso estipendio del Barça, de 123 millones en seis fichajes, no ha respondido a las expectativas creadas por el club, los nombres e incluso Luis Enrique, que dijo tener “la mejor plantilla” desde que se sentaba en los banquillos. Solo Umtiti ha sido capaz de discutir en tres años la jerarquía de un once que cayó en Europa antes de tiempo y perdió la Liga en la última jornada.

Ter Stegen. 4.140 minutos y 45 goles encajados. Sin Bravo, se ha atornillado en la Liga y en la Champions para dejar de ser un portero a sorbos. Palideció ante el Celta cuando su exigencia por dar el primer pase acabó en un gol que plasmó la derrota y, desde entonces, asumió menos riesgos. El paso de los partidos le devolvió su fe para expresar que tiene la gallardía para afrontar el runrún del Camp Nou y remarcar que es un portero de manos y pies.

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Cillessen. 810 minutos y 8 goles encajados. Debutó ante el Alavés con dos goles y una derrota. Se contentó con la Copa, aunque desde el camerino alaban su “gran compañerismo”. No es tan hábil con los pies como Ter Stegen, pero sus cañonazos desactivaron la presión al hombre (Real y Athletic) al poner balones a la espalda de la zaga rival. Cerrará el círculo en la final copera... ante el Alavés.

Masip. Sin jugar. No ha disputado ningún minuto y pone en duda la teoría de tener tres metas en vez de dos y utilizar en caso de emergencia al habitual del filial.

Sergi Roberto. 3.567 minutos, un gol y 6 asistencias. Medio por definición, se ganó el puesto de lateral porque tiene el fútbol azulgrana en la cabeza y no le faltan condiciones físicas para zamparse la banda con carreras. “He ganado la confianza que me faltaba”, admite el futbolista, que apenas ha flaqueado en la fase defensiva para ganarse un nombre en la historia con el 6-1 sobre el PSG.

Aleix Vidal. 879 minutos, 2 goles y 5 asistencias. Se le tuvo que animar a pelear por jugar en el Barça, señal de que el puesto se le queda grande. “Tiró la toalla”, le critican desde los despachos. Pero tiene fútbol para ser un lateral de recorrido como dijeron sus estadísticas antes de romperse.

Piqué, en una sesión de la semana pasada.
Piqué, en una sesión de la semana pasada.Toni Albir (EFE)

Piqué. 3.473 minutos y 3 goles. Fabuloso para sacar el balón desde atrás y capital porque aporta centímetros por arriba, el equipo se ha resentido con sus ausencias. El culé le reclama cuando se tuercen las cosas porque es la voz del Barça, el capitán sin brazalete. Al tiempo, se ha granjeado enemigos fuera de casa por sus ácidas apariciones en las redes sociales.

Mascherano. 3.001 minutos, un gol y 4 asistencias. Perdió la titularidad por primera vez desde que ocupara el puesto de Puyol hace siete cursos. Pero guerrero como es, no ha chirriado en el césped y ha disfrutado a ratos de mediocentro para oxigenar a Busquets. Festejó al fin un gol con el Barça, un penalti ante Osasuna.

Umtiti. 3.639 minutos y un gol. Sorprendió su veloz adaptación al eje de la defensa, puesto complicado por la obligación de jugar raso, de no fallar en el corte y de corregir en el caso de que se cuele un balón a las espaldas. “Es un ganador”, deslizan desde el vestuario.

Mathieu. 1.145 minutos y un gol. A Luis Enrique le gustaba su polivalencia (lateral o central), pero el galo ya no está para muchos trotes y no ha funcionado. Acaba contrato el año próximo y el club pretende venderlo este verano.

Jordi Alba. 2.881 minutos, un gol y 6 asistencias. El 3-4-3 le costó la titularidad y más de un disgusto expresados con la selección. La llegada de Digne más las decisiones estructurales, además de una discusión con Unzue han disminuido su relevancia. Pero no hay otro lateral más incisivo y que se entienda tan bien con Messi.

Digne. 1.853 minutos, un gol y una asistencia. No se le ha contado un gran duelo ni uno desastroso, cumplidor en defensa e indefinido en ataque. Es un recambio.

Busquets. 3.838 minutos y 3 asistencias. Con el equipo roto, le costó coger el ritmo y reducir los huecos zonales; pero cuando el Barça jugó con las líneas juntas, se subrayó de nuevo como el mejor mediocentro del mundo. Requiere ya de un relevo para no acabar las temporadas fundido.

Rakitic trata de robarle el balón a Juncà.
Rakitic trata de robarle el balón a Juncà.Toni Albir (EFE)

Rakitic. 3.441 minutos, 8 goles y 7 asistencias. Durante un tramo del curso no le salieron las cosas y Luis Enrique le sentó. Competitivo como es, sin embargo, volteó la situación porque nadie corre tanto ni da equilibrio a la banda derecha, la de Messi. Entregado al bien colectivo, se ha subrayado en los momentos claves.

Iniesta. 2.198 minutos, un gol y 6 asistencias. El técnico se empeñó en dosificar al guardián del estilo, castigado también por lesiones puntuales. Así, no ha destilado su mejor fútbol, más entregado al derroche físico que a su lucimiento porque el Barça no atiende a las fronteras sino que se encomienda a la delantera por la vía rápida. Su renovación está en vilo; algo falla.

André Gomes. 2.573 minutos, 4 goles y 2 asistencias. Ojito derecho del mister que ha jugado en 7 de 11 posibles posiciones. “Está preparado para triunfar”, dijo el técnico sobre un futbolista al que le tiene cierta tirria el Camp Nou; por lo que costó (35 millones) y porque no arriesga un balón, no descuenta rivales ni se señala en campo ajeno. Silbado por la grada, le queda un año de gracia.

Denis Suárez.1.788 minutos, 3 goles y 5 asistencias. Comenzó como un tiro pero se diluyó rápido. Tiene ADN azulgrana, pero se ha perdido en los duelos físicos y no ha brillado en los que la pelota corría por abajo.

Rafinha. 1.567 minutos, 7 goles y 5 asistencias. Su facilidad para marcar y para jugar de medio o de extremo, incluso de carrilero, le señaló como un jugador capaz de romper la jerarquía. Pero se rompió cuando pedía turno. Quiere más minutos y podría irse si le llega una buena oferta.

Arda Turan. 1.847 minutos, 13 goles y 7 asistencias. “Brilla más en el área”, le reconoció Luis Enrique. Pero la exigencia de jugar con el tridente le ha restado protagonismo y en el medio, con tantas idas y venidas, no tiene sitio.

Alcácer. 1.205 minutos, 7 goles y cuatro asistencias. Atenazado por un tembleque de piernas, su primer tanto en la Liga llegó en febrero. Cuando ha actuado de extremo, sin la responsabilidad del gol, se ha liberado un poco.

Messi, tras fallar una ocasión ante el Eibar.
Messi, tras fallar una ocasión ante el Eibar.Manu Fernandez (AP)

Messi. 4.362 minutos, 53 goles y 18 asistencias. Este año se ha desentendido de la fase defensiva para remarcarse en el ataque, verso libre porque se despliega por dentro, por fuera, en el eje o en el área rival. Sus números, estratosféricos, le devuelven la Bota de Oro. Ha sido el mejor.

Luis Suárez. 4.302 minutos, 37 goles y 20 asistencias. Renovado hasta 2021, no ha participado tanto del juego colectivo, donde ha sido el punto final, también repartidor de caramelos porque ha dado más asistencias que nadie (13), seguido por Kroos (12).

Neymar. 3.882 minutos, 19 goles y 26 asistencias. Aunque vive en el embrollo porque se peleó con Unzue, recibió un botellazo en Mestalla y sigue en enredos judiciales por su fichaje, su punta de velocidad aliñada con la capacidad para el desborde le hace ser el extremo referente del planeta balón. “Lo de Neymar se parece más al ballet”, le definió Luis Enrique. Algo que no le ha impedido entregarse al ejercicio defensivo, generoso con el equipo.

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