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El Baskonia, semifinalista en el ultimo suspiro

Kuric falló el último triple que le hubiera dado el triunfo al Gran Canaria

Diop trata de detener a Salin
Diop trata de detener a SalinDavid Aguilar (EFE)

Ganara quien ganase, Baskonia o Gran Canaria, tenía que ser así con el máximo riesgo y el mayor congojo posibles. Y ganó Baskonia (73-71) con la pelota volando desde la línea del triple lanzada por un especialista, Kuric, hasta golpear en el aro y caer en las manos de Larkin sin más tiempo para Gran Canaria que lamentar la ocasión perdida y para el festejo del Baskonia para quitarse el congojo del cuerpo. Será el equipo vitoriano quien se enfrente en semifinales al Valencia, como pudo haberlo sido el equipo insular, en un partido apretado, racheado, competitivo en aciertos y desaciertos, intercambio de parciales que nunca inclinaban la balanza de ningún lado.

BASKONIA, 73 - HERBALIFE, 71

Baskonia (20+19+17+17): Larkin (10), Beaubois (3), Hanga (11), Tillie (14) y Diop (2) -cinco inicial-, Voigtmann (13), Blazic (-), Shengelia (-), Laprovittola (12), Ledo (2) y Sedekerskis (6).

Herbalife Gran Canaria (23+16+18+14): McCalebb (6), Salin (12), O'Neale (2), Báez (18) y Pasecniks (7) -cinco inicial-, Aguilar (-), Oliver (10), Kuric (7), Planinic (4), Hendrix (2) y Rabaseda (3).

Árbitros: Benjamín Jiménez, Carlos Peruga y Vicente Bultó. Sin eliminados.

10.638 espectadores en el Fernando Buesa Arena.

Baskonia gastó sus mejores balas y lució sus mejores galas en el arranque del partido, con un bombardeo exterior, liderado por Tillie, que acertaba en todos sus blancos. Parecía imparable, por más que Larkin exhibiera un cero en la anotación que no consiguió romper hasta el tercer cuarto. Pero a pesar de esa lluvia de puntos, fue el equipo de Casimiro el que se llevó ese cuarto, bien dirigido por Mc Calebb y con las variantes habituales de su entrenador, muy dado a mostrar su mosaico de alternativas.

Nadie se iba demasiado lejos, aunque a veces lo pareciera. Le faltaba al Baskonia el juego interior tanto como lo exhibía el Gran Canaria, con un Eulis Báez, magistral en muchas ocasiones unido a la sabiduría de Oliver para poner en hora el reloj del partido. El descanso se cerró con un 39-39 que dejaba todas las velas desplegadas, corroborando la sensación de que el viento del encuentro duraría hasta la bocina final.

Arrancó poderoso el Granca tras el descanso con un parcial de 0-8, pero el Baskonia -ya con Larkin más activo. Le devolvió un 5-0 para que la cuerda no se rompiese tan pronto. Baskonia apuraba su tiro exterior, con desigual fortuna mientras el equipo canario alternaba su poderío interior con Pasecniks y Planinic,con el tiro exterior de Salin o Kuric. 56-57 tras el tercer cuarto confirmaba la idea de que en los detalles estaría el resultado del traje. Muchas personales en el Baskonia, mucho acierto de Báez, la resurrección de Larkin y Laprovittola condujeron el partido hacia su último vuelo con 73-71 en el marcador y todos los segundos para el último ataque del Granca: una canasta de dos le mandaba a la prórroga, una de tres al éxito. Eligió, lógicamente, lo segundo y se la jugó Kuric, pero el aro le devolvió el intento.

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