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Muguruza: temple, oficio y garra ante Kontaveit

Tras un furibundo arranque de la estonia, la campeona remonta (6-7, 6-4 y 6-2, en 2h 08) y accede a la tercera ronda del grande francés, en la que se medirá a Putintseva (6-3, 1-6 y 6-3 a Johanna Larsson)

Alejandro Ciriza
Muguruza, durante el partido contra Kontaveit.
Muguruza, durante el partido contra Kontaveit.Adam Pretty (Getty )

Suspiros, alivio. Una bocanada profunda para coger aire en la red y seguir adelante, porque Garbiñe Muguruza salió de un buen lío frente a Anett Kontaveit: 6-7, 6-4 y 6-2 (en 2h 08). Todo en orden, pero el mal rato estuvo ahí. La estonia le forzó al límite. Pero escapó, escapó Garbiñe y defendió su corona con una reacción fabulosa, sin volver la cara ante un escenario rudo y complicado, en alguna fase angustioso. Pero escapó. Venció entre sudores fríos y prosperó en el torneo, que a fin de cuentas es lo que vale. Sorteó el apuro y se encontrará el viernes con Yulia Putintseva (6-3, 1-6 y 6-3 a Johanna Larsson).

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De entrada, Muguruza se encontró ante un espejo, enfrente de una rival que proponía exactamente lo mismo que ella. Nada de verlas venir para Kontaveit, sino todo lo contrario. La estonia buscó el dominio desde la primera bola en juego, con derechas larguísimas y reveses muy planos, así que Garbiñe se encontró de sopetón en una circunstancia a la que no está acostumbrada, porque suele ser ella la que lleva la iniciativa, independientemente de que luego esté más o menos acertada.

Pegó y pegó la estonia e hizo jugar a Muguruza prácticamente dos metros por detrás de la línea de fondo, desde posiciones muy lejanas. Hubiera hecho bien Kontaveit en comprar un boleto de lotería este miércoles, porque no se le iba una pelota y en sus latigazos era todo acierto. Hizo una apuesta a todo riesgo y de partida le salió redonda, porque en los intercambios se impuso casi siempre la suya. Sobre todo durante el primer parcial, adjudicado a base de estacazos, uno tras otro.

Rompió el servicio al cuarto juego (3-1) y obligó casi todo el rato a Muguruza a defenderse, una postura en la que ha mejorado sensiblemente esta temporada, pero en la que no se encuentra cómoda por una sencilla razón: su naturaleza le dicta a ir hacia adelante y atacar. Entonces, por su mente, un maremágnum de interrogantes. La dichosa duda, malísima en esto del tenis. Tan enfrascada estaba pensando en cómo podía darle la vuelta al partido que en un instante una de las recogepelotas tuvo que recordarle que sacaba.

Entre la espada y la pared: remontada o nada

El viento se filtraba en la Chatrier y Garbiñe aprovechó una de las ráfagas para reengancharse al partido y cambiar la dinámica. Quebró el saque de Kontaveit (21 años, 53 del mundo) y alteró la curva anímica: del 5-2 se pasó al 5-5 y a mayor equidad en el juego. Mejor panorama, pero… Mal resultado. La estonia estuvo más firme en la muerte súbita (7-4) e invitó a la heroica. Puso a Garbiñe entre la espada y la pared: remontada o nada para la última campeona en París. Dos sets consecutivos a adiós. Así de crudo.

Levantó la campeona un día que se había puesto muy feo y escapó a una situación de alarma

Como no había elección y el asunto se había puesto muy gris, demasiado, Muguruza llamó a la mejor Muguruza, a esa que manda, pero también a esa otra que sabe que para vencer hay que correr mucho, además de morder. Kontaveit exigía muchas piernas y mucho sudor. Iba a ser duro. Y, por si fuera poco, arrancó la segunda manga demandándole otro plus, rompiéndole el servicio y subiendo el listón. Garbiñe no se arrugó, niveló para 3-3 y entró poco a poco en combustión, sin perder en ningún instante el color.

Tensión sí, la lógica, pero avance firme y mucho control de la situación. Ganó el set y en el definitivo dio un doble golpe de riñón –break para 4-2, tierra de por medio, y otro al cierre–. Levantó la campeona un día que se había puesto muy feo. Neutralizó Garbiñe a Kontaveit (36-27 en winners a favor de la estonia) y escapó a una situación de alarma. Salió de uno de esos bretes que suelen multiplicar la confianza y dar alas. “Mi espíritu aquí está al máximo”, manifestó en el breve cuestionario a pie de pista con la exjugadora Marion Bartoli. “Esperé mi momento”, resolvió la defensora del cetro, todo temple este miércoles. Así lo exigen partidos como este. Y así lo exige un escenario como París.

Si alguien lo sabe es ella.

RESULTADOS. MIÉRCOLES 31

CUADRO MASCULINO: Rafael Nadal, 6-1, 6-4 y 6-3 a Robin Haase; Pablo Carreño, 7-5, 6-4, 4-6 y 6-0 a Taro Daniel; Roberto Bautista, 6-3, 3-6, 6-3 y 6-2 a Mikhail Kukushkin; Albert Ramos, 6-2, 6-1 y 6-1 a Benjamin Bonzi; Guillermo García-López, 7-5, 6-4 y 7-5 a Marco Trungelliti; Grigor Dimitrov, 6-3, 6-4 y 7-5 a Tommy Robredo; Novak Djokovic, 6-1, 6-4 y 6-3 a Joao Sousa; Dominic Thiem, 7-5, 6-1 y 6-3 a Simone Bolelli; Renzo Olivo, 7-5, 6-4, 6-7 y 6-4.

CUADRO FEMENINO: Garbiñe Muguruza, 6-7, 6-4 y 6-2 a Anett Kontaveit; Venus Williams, 6-3 y 6-1 a Kurumi Nara; Kristina Mladenovic, 6-2 y 6-3 a Sara Errani; Ons Jabeur, 6-4 y 6-3 a Dominika Cibulkova; Bethanie Mattek-Sands, doble 7-6 a Petra Kvitova; Caroline Wozniaki, doble 6-0 a Francoise Abanda.

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

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