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Yannick Noah: “Este mundo da mucho miedo”

Yannick Noah (Sedan, 57 años) fue el último jugador que conquistó un Grand Slam con una raqueta de madera y lo hizo en Roland Garros, donde un francés no es campeón desde que él lo fuera en 1983

Alejandro Ciriza
Yannick Noah, durante un partido de la Copa Davis con Francia.
Yannick Noah, durante un partido de la Copa Davis con Francia.

Fue el último jugador que conquistó un Grand Slam con una raqueta de madera y lo hizo en París, Roland Garros, donde el registro no recoge un campeón francés desde que él levantase la Copa de los Mosqueteros en 1983. También fue el segundo tenista negro que conquistó un grande, después de Arthur Ashe. Yannick Noah (Sedan, 57 años) ganó 23 títulos de la ATP y alcanzó el número tres del mundo. Es uno de los símbolos deportivos de su país, agente de la Francia mestiza y multiracial, también artista, navegante y desde siempre un convencido activista social. Charló con EL PAÍS durante la última edición de la Senior Masters Cup, en Marbella.

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Pregunta. Ahora juega de vez en cuando con los veteranos. ¿Añora los viejos tiempos?

Respuesta. Sí, ahora me toca jugar con los abuelos... y yo seré uno de ellos dentro de poco [risas]. Pero bueno, en el fondo creo que nosotros tuvimos el privilegio de jugar en una generación que fue la última en divertirse. Éramos los primeros profesionales y el tenis moderno estaba naciendo. Estaban Bjorn [Borg], John [McEnroe], Guillermo [Vilas]... Fue una gran época. Jugábamos al tenis de una forma diferente, más divertida creo yo.

P. Fue el último francés que ganó Roland Garros. ¿Qué significado tiene ese logro?

R. Significa mucho porque gané en casa y como francés siempre es un privilegio ganar un Grand Slam en casa. Para un francés, lograr el título en París siempre tiene un componente especial. Solo lo gané una vez y fue el único gran torneo que conseguí en mi carrera, así que todo eso hace que fuera todavía más especial.

P. Francia tiene 11 tenistas en el top-100 del ranking, más que ningún otro país. Sin embargo, no ganan torneos importantes. ¿Cuál es la explicación?

R. Estamos intentando saber qué ha pasado en los últimos 20 años. Una respuesta es que el sistema puede producir grandes jugadores, pero no campeones. Es distinto. Los campeones tienen algo diferente. Eso por un lado y por el otro, a lo mejor hay una respuesta en la forma en la que que preparamos a nuestros jóvenes. Intentamos saber por qué, pero es muy difícil. Hay centenares de personas en la Federación intentando saber por qué no ganamos un Grand Slam desde hace 34 años, porque es demasiado tiempo...

Francia puede producir grandes tenistas, pero no campeones. Es distinto

P. Regresó al banquillo de la Copa Davis. Es su tercera experiencia. ¿Por qué aceptó?

R. Lo acepté porque entrenar supone una aventura para mí. Me gusta la idea de ser capitán para empujar a los jugadores. Es más bien una aventura humana y, obviamente, cuando ganas es mejor, pero lo importante es intentarlo. Me gusta mucho. Es un trabajo fantástico.

P. Ganó dos trofeos, así que ahora en su país [se jugará una plaza en la final contra Serbia] se espera otro milagro de Noah.

R. Tengo ideas, convicciones. Tengo fe en ciertas cosas, en la forma de preparar. Fue bien en dos ocasiones... No hay mejor sensación que ganar el punto definitivo siendo el capitán y viendo cómo lo hacen mis jugadores. Es una gran sensación. Confío en conseguirlo otra vez e intentaré dar todo lo que tengo para que este grupo de jugadores vivan esto una vez en sus vidas.

P. La Copa Davis ha perdido atractivo entre los profesionales y los aficionados. ¿Qué se debe hacer para recuperarlo?

R. Mi opinión general es que el calendario es muy difícil. Cuando vas a un torneo y lo ganas juegas cinco partidos, pero cuando pierdes en primera ronda solo juegas uno... Cuando estás entre los tres o cuatro mejores jugadores es más difícil, porque hay más presión y juegas más partidos. Es comprensible que a veces pueda ser difícil para ellos. Obviamente cuando participan los mejores ayudan a la competición y a mí eso me satisface. Me gusta la Copa Davis tradicional, la idea de jugar por tu país. No hay puntos en juego ni dinero, pero es como jugar en los Juegos Olímpicos, algo especial.

Aficionados pasean delante de una imagen de Noah en Roland Garros.
Aficionados pasean delante de una imagen de Noah en Roland Garros.LIONEL BONAVENTURE (AFP)

P. Pero mejoraría con un nuevo formato, ¿no?

R. Es un debate muy largo. Me gusta como es ahora porque hace que los países pequeños tengan más posibilidades de ganar algo. Sí, podemos hacer un formato en el que tengamos a los cuatro mejores ganándolo todo otra vez; si quieren y así lo deciden llegaremos allí, pero en el caso contrario habrá más posibilidades para otros. Por ejemplo, en 2015 Bélgica jugó la final y eso es enorme para el tenis belga, para los países pequeños. Hay que tener en cuenta que, a veces, es una gran oportunidad para los países más pequeños.

P.En 2011 sugirió que el deporte español tenía la “pócima mágica”, en relación a supuestos casos de dopaje. En perspectiva, ¿qué opina de Rafa Nadal?

R. Muchas veces voy a España y oigo hablar de eso… Yo siempre intento decir que respeto mucho a Rafa como persona. No lo sé, simplemente no lo sé... Sé que hay personas en Francia que hacen cosas equivocadas y sé que en España hay personas que hacen cosas correctas... Nunca he dicho nada contra él, porque le respeto mucho como persona. No quiero entrar en una situación en la que esté contra él, porque no es la realidad. No estoy en contra de Rafa, le respeto mucho. Es probablemente uno de los jugadores que más respeto. También sé que mucha gente respeta mucho su forma de ser, la forma en que trata a los demás.

Nunca he dicho nada contra Nadal. De hecho es uno de los jugadores a los que más respeto

P. Hablemos de su país. El escenario socioeconómico ha sido muy convulso últimamente. ¿Qué opina de todo esto?

R. Sí, hay problemas económicos; de hecho, hay problemas económicos en toda Europa. Tengo malas sensaciones sobre la economía y el auge de la extrema derecha. Estoy totalmente en contra de eso. La consecuencia es el Brexit, que creo que es terrible. También pasa algo en Austria, que creo que es terriblemente erróneo. Tenemos el Frente Nacional en Francia, que es algo totalmente equivocado, y tenemos a Donald Trump, que es algo totalmente equivocado. Y veo que es algo más global. Da mucho miedo. Parece que la gente tiene tendencia a olvidar la historia. ¿Para qué vamos al colegio y aprendemos historia? Es para asegurarnos de no cometer dos veces esos errores, pero vemos que se producen una y otra vez...

P. ¿Qué le parece el mundo actual? ¿Cómo lo ve?

R. Naturalmente, quieres justicia social y quieres encontrar justicia social, pero... Hablan de los inmigrantes, de que vienen a Europa y de que hay guerras en sus países, cuando la mayoría del tiempo están en guerra por nuestra culpa, porque creamos esa guerra y somos responsables. Hay personas inocentes, mujeres y niños, que solo intentan sobrevivir y no podemos tratarlos como animales, con independencia de nuestros problemas. Cuando miro a Francia, creo que somos muy privilegiados porque tenemos seguridad social, educación gratuita, sanidad gratuita, tenemos muchas cosas. A veces olvidamos que somos gente privilegiada que vive en un país privilegiado. Por lo tanto, creo que algunas personas están yendo demasiado lejos para conseguir el poder.

Noah, durante una intervención reciente en Roland Garros.
Noah, durante una intervención reciente en Roland Garros.CHRISTOPHE SIMON (AFP)

P. ¿Qué piensa del problema de los refugiados sirios?

R. Creo que somos responsables. Todo es global. Somos responsables. Como Francia, que fue a Libia y decidió cambiarla, pero mire dónde está Libia hoy día. ¿Cuál es plan? Hemos ido a Mali, a todos esos países en África. Naturalmente, hay una reacción. Estamos hablando de civiles, no hablamos de políticos. Hablamos de civiles. Lo han perdido todo, lo único que quieren es tener una vida decente, tener comida y vivir, y ni siquiera tienen eso por culpa de algo de lo que somos nosotros responsables. Ahora vienen miles de ellos, intentan sobrevivir, cruzan los mares, arriesgan sus vidas, las de sus hijos... Lo mínimo que podemos hacer es ayudarles.

P. En los equipos nacionales de Francia hay deportistas que no cantan La Marsellesa. ¿Les entiende o no?

El racismo no es solo un problema de los negros, sino un problema de todos los humanos

R. He visto una película sobre el equipo francés que ganó la Eurocopa… Soy aficionado al fútbol y veo a Platini, Tigana, Giresse, Doumergue, a todos estos, y nadie canta La Marsellesa. Se trata de cómo te sientes. Nadie dijo entonces que no cantaban La Marsellesa. Si quieres cantar el himno, puedes hacerlo, si lo sientes en tu corazón. Es un mundo libre. Algunas personas lucharon para tener esta libertad. Se supone que eres libre para decir lo que quieres y se supone que eres libre de hacer lo que quieras. Y si no quieres cantar, no cantas. Pero no cantar no significa que no te importa. Algunas personas cantan y no les importa.

P. Usted siempre ha sido beligerante contra el racismo. Durante los últimos tiempos, en EE UU se han producido asesinatos de jóvenes negros a cargo de la policía. ¿Qué dice?

R. Es un problema importante. Mucha gente muere por razones equivocadas. No es posible. No podemos seguir así. Estoy totalmente de acuerdo con lo que dijeron en su día Serena Williams y Michael Jordan. Es una lástima que este problema solo lo aborden los negros, los afroamericanos. No es un problema de los negros, es un problema humano. No se puede disparar a una persona solo porque parece algo, porque parezca alguien que podría ser peligroso. Hay una especie de idea, una presión y un nerviosismo general que hace que algunos policías, que no tienen mucho autocontrol, hagan locuras. Pero es demasiado. Es demasiado.

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

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