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Argentina crece mientras encoge Messi

En el estreno de Sampaoli, la Albiceleste vence a Brasil en un amistoso en Melbourne

Ramon Besa
Mercado celebra junto a Banega, Messi y Otamendi su gol ante Brasil.
Mercado celebra junto a Banega, Messi y Otamendi su gol ante Brasil.SAEED KHAN (AFP)
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Argentina gana a Brasil en el debut de Sampaoli

Argentina tiene mejor pinta con Sampaoli. Hay mejores expectativas sobre el equipo con el nuevo seleccionador después de su estreno victorioso contra Brasil en Australia. No es que completara un partidazo, ni que despuntaran muchas promesas, incluso reiteró sus debilidades defensivas cuando fue atacada por Brasil. El jugador más decisivo, por lo demás, fue un viejo conocido de nombre Ángel Di Maria. El encuentro, sin embargo, despertó nuevas sensaciones, invita a hablar del juego en un país tan futbolero como Argentina, un paso de gigante después de un tiempo negado, sumido en la nada como ha estado con Edgardo Bauza. No cambiará en cambio el debate sobre Messi porque el 10 menguó, menos participativo que nunca, como si estuviera buscando su sitio en la revitalizada Albiceleste.

Únicamente a Messi le estará permitido mirar en una selección que se despliega de área a área con mucha intensidad, siempre en movimiento continuo, reflejo del saco de nervios que es Sampaoli. Vertebrada a partir de Banega y Biglia, la Albiceleste se paró con una defensa de tres, profundizó por los costados con José Luis Gómez y Di María, intentó desequilibrar desde la media punta a partir de Dybala y Messi y remató con Higuaín. La declaración de intenciones es consecuente con la grandeza de Argentina. Ha dejado de jugar como un equipo pequeño que tiene problemas para estar en el Mundial. Ahora quiere la pelota, se atreve a jugarla, como si hubiera perdido el miedo, y busca la portería por deseo expreso de Sampaoli. Ocurre que le faltan jugadores con buen pie para atacar mejor desde una defensa todavía frágil y poco trabajada, aunque muy agresiva, siempre resguardada por Romero. Pero le cuesta dar dos pases seguidos y enganchar con Messi.

Argentina intenta crecer como equipo, ser más protagonista colectiva, tener un sentido coral del juego, mientras Messi sigue viendo, estudiando el plan, interpretando el nuevo juego, difícil de aplicar ante Brasil. A partir de una serie de nueve victorias, Tite ha ganado autoridad y confianza y la manera de jugar de la Canarinha es reconocible incluso cuando no forman la mitad de los titulares, ni siquiera Neymar, como ocurrió en Melbourne. Brasil tuvo el partido controlado un buen rato, hasta que Messi se desenganchó de Dybala, retrasó su posición, cansado de mirar, y activó a Di Maria, un balín desde la banda izquierda, desde la que desestabilizó a Fagner y Thiago Silva. Las combas de Messi para Di Maria, tan reiteradas en el Barça entre el 10 y Jordi Alba, le dieron aire y presencia en el campo a Argentina. A Brasil le costó más salir de la presión, ya no fue tan preciso ni veloz en el contragolpe, y tuvo serios problemas para enfrentar al triángulo Messi-Di Maria-Dybala. El gol se empezó a mascar en el marco de Weverton cuando anotó Mercado.

El central recogió un rechazo de la madera después de un cabezazo de Mercado a la salida de un córner botado en corto desde el flanco de Di Maria. El Fideo había sido el hombre del partido, agitador y pasador, finalmente, recompensado en una acción a balón parado que dejó en ascuas a Brasil. El vitalista y punzante Di Maria puede ser una bomba en el exigente equipo de Sampaoli. Más problemas tendrá si no mejora Higuain, inédito y sustituido por Correa. El cambio liberó todavía más de responsabilidades a Messi. Y el 10 se quedó muchos minutos fuera de juego mientras se arrimaba Brasil. Fenandinho se impuso en la medular mientras Coutinho y Gabriel Jesús sometían a la vulnerable zaga de Sampaoli.

Sampaoli habla con Di María.
Sampaoli habla con Di María. JASON REED (REUTERS)

Hubo una jugada clamorosa que acabó con dos remates a los postes (Gabriel Jesús y Willian) para suerte de la Albiceleste. No empataron de milagro los brasileños después de sacar del marco a Romero. Aunque Willian no paró de repercutir, Brasil no encontró el gol y perdió su imbatibilidad con Tite. No parece un resultado preocupante porque con los suplentes se reafirmó en su idea del juego, visible en la recuperación y la elaboración del balón, y al mismo tiempo denunció los defectos de Argentina. A Sampaoli le aguarda una tarea muy delicada porque parte prácticamente de cero y necesita armar un equipo de inmediato para llegar al Mundial de Rusia. Messi, mientras, tendrá unos días para reflexionar para expresar su identificación con el proyecto de Sampoli. No hay dudas sobre el valor del 10. Los focos del partido estaban por una vez en el banquillo y el seleccionador movió piezas, cambió el plan y el equipo tuvo mucha vida, toda una novedad en la Albiceleste.

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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