_
_
_
_
_

En Akron, cuna de Curry y LeBron, manda El Rey

Las dos estrellas nacieron en la misma pequeña localidad de Ohio, pero James es el héroe local por su contribución a la sociedad

Dos niños juegan al baloncesto en una calle de Akron.
Dos niños juegan al baloncesto en una calle de Akron. Mark Duncan (ASSOCIATED PRESS)

Nacieron en el mismo hospital, el Summa Akron City, localizado en el downtown de Akron (Ohio), una pequeña y decadente ciudad industrial de 200.000 habitantes situada a una hora al sur de Cleveland. LeBron James creció en ella, recorrió sus calles en bicicleta y jugó en sus canchas callejeras, pero Stephen Curry se mudó menos de dos años después de su nacimiento. El primero, con el paréntesis de su etapa de cuatro años en Miami (2010-2014) que tanto dolió a sus paisanos, mantuvo sus raíces tal como demostró cuando regresó; el segundo las perdió.

Hoy, los que tal vez sean los dos mejores jugadores de la NBA se disputan el título (3-1 en la final para Golden State), pero en Akron siempre gana James. El Rey tiene 32 años, tres más que su gran rival. Stephen nació en 1988, cuando su padre, Dell, jugó su única temporada con Cleveland Cavaliers, en el inicio de una larga carrera en la NBA en la que destacó como un buen tirador, especialmente durante las 10 campañas que perteneció a los Charlotte Hornets.

Durante años, LeBron James ha contribuido al desarrollo educativo y cultural de la ciudad a través de su fundación. Dona anualmente bicicletas, ha prometido pagar la universidad al menos a 1.000 estudiantes de los colegios públicos de Akron y ha renovado pistas de baloncesto. En los últimos meses, James también ha anunciado que abrirá su primer colegio propio, que seguirá un modelo educativo más integral, enfocado en el deporte y las actividades extraescolares, no sólo en lo académico.

Más información
La madre de todas las finales de la NBA
Stephen Curry, el primer MVP por unanimidad
Stephen Curry y LeBron James, una final y dos mundos

“Una de las razones principales por las que la gente le quiere es porque contribuye a la comunidad”, dice Cathy, residente en Akron. Apunta que además de sus acciones, James inspira a otros —como su sobrina, que abandonó sus planes profesionales para trabajar en la Fundación Lebron James— para mejorar la vida de sus conciudadanos. A Curry lo considera un “arrogante”. “Él aquí no nos gusta”, confirma.

Por si hubiera más dudas, la calle principal de Akron, en el pasado conocida por ser el epicentro de la producción de neumáticos, lo aclara. Un gran mural de James, que sostiene el trofeo de la NBA que lograron por primera vez los Cavaliers en 2016, anuncia: “Estoy en casa”.

Nick Carpas, cuya familia es dueña del Akron Family Restaurant, opina algo parecido. “Le vimos crecer”. “Conocemos su entorno, un ambiente pobre. El suyo fue así y quiere contribuir para cambiarlo”, afirma el joven, que estudió en St Vincent-St. Mary, el colegio desde el que James saltó a la NBA sin pasar por la universidad, una anomalía entre los jugadores de baloncesto profesional. “Nos visitaba a menudo, no era raro verle y saludarle: ‘Qué tal LeBron”, comenta entre risas antes de levantarse para seguir atendiendo a los clientes del restaurante. Estos días ha cambiado el uniforme por una camiseta de los Cavs.

Nick, como LeBron, es “solo un chaval de Akron”. Pero gracias a la estrella, eso hoy en día es motivo de orgullo para las juventudes de esta ciudad. Y también es el lema de James. En el pabellón de baloncesto de St. Vincent-St. Mary, donde gestó su explosión atlética, numerosas fotografías lo recuerdan. En ellas, un chico alto, escuálido, era otro más del quinteto. Se alternan con mensajes y frases del crack —“humildad, esfuerzo, trabajo duro, disciplina, lealtad”— que los más pequeños leen antes de saltar a la pista cada fin de semana en el colegio.

A LeBron le vimos crecer. Conocemos su entorno, un ambiente pobre. El suyo fue así y quiere contribuir para cambiarlo Excompañero de colegio de LeBron

El barrio donde se crió, en la periferia de la localidad, no ha cambiado mucho. Las casas destartaladas abundan y las calles están en mal estado. Los residentes, de mayoría afroamericana, pasan el rato observando a los coches pasar desde las terrazas frontales de sus pequeñas viviendas. El bloque donde vivió James, llamado Spring Hill Apartments, no es tan expresivo sobre James. Varios residentes prefieren no hablar sobre el deportista.

Para Chris, un investigador y escritor que vive y trabaja en Akron, sí hay una diferencia clara. Desde que se mudó hace dos años —cuando tomó el camino de vuelta de su periplo en Miami, donde jugó cuatro finales y ganó dos anillos—, considera que ha incrementado el número de gente que regresa a Akron para contribuir a la comunidad. “Lo hacen inspirados por LeBron”, que cita sus esfuerzos por mejorar la ciudad como un ejemplo para quienes habían desterrado ante la falta de oportunidades o incentivos. “Es una cuestión de orgullo, orgullo emergente”.

En la NBA, Curry y James siguen en la batalla por el anillo tras la victoria de los Cavaliers este sábado contra los hombres de Curry, que dio una pizca de esperanza a los aficionados de Cleveland, pero en Akron LeBron ya ha ganado el partido.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_