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España corona la mejor primavera de Isco

Titular en Macedonia por primera vez en la fase de clasificación mundialista, el malagueño se dispone a dar un salto en el escalón jerárquico de la selección

Diego Torres
Isco remata ante el macedonio Tosevski.
Isco remata ante el macedonio Tosevski.STOYAN NENOV (REUTERS)

“Hay ganas de vacaciones”, dijo Isco; “ya es hora de desconectar”.

Roto el protocolo de la concentración tras sumar tres puntos ante Macedonia (1-2) en la sexta jornada de clasificación del Mundial de 2018, Isco Alarcón se vistió de calle, se colgó su cruz de madera al cuello, y salió del estadio Felipe II de Skopje sonriente, respirando el aire perfumado por la lluvia, camino del aeropuerto para empezar las vacaciones de verano más esperanzadoras de su carrera.

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En los próximos meses firmará el contrato más importante como futbolista: el que abarca de los 26 a los 30 años. Lo hará en una inmejorable posición estratégica. Pero hasta marzo su situación era incierta. No era titular en el Madrid, donde acaba contrato en 2018, y sus actuaciones se espaciaban. Acudía a la selección sin el respaldo de una trayectoria de regularidad que lo justificara de forma evidente, amparado por el seleccionador, Julen Lopetegui, que siempre le consideró un futbolista fundamental en su proyecto, pero no le podía dar la titularidad. La falta de rodaje competitivo le había relegado a un segundo plano. El extremo derecha titular de la selección era por entonces Vitolo. Hasta ayer. En Macedonia, por primera vez en un partido oficial en la serie de clasificación mundialista, Vitolo permaneció en el banco. Isco fue titular. En sintonía con una primavera esplendorosa.

"No sé si es el mejor momento de mi carrera. Tengo muchos años para seguir mejorando", dice Isco. "MI renovación con el Madrid está cerca..."

“Estoy contento por la oportunidad”, dijo el jugador, al salir del vestuario; “no hay mejor final de temporada que el que hemos conseguido con el Madrid y con la selección. Quizás ha sido mi mejor año. Cuando los resultados colectivos salen tan bien potencian los resultados individuales. Yo estoy muy contento con la Champions y la Liga, y con estos puntos con la selección. Creo que he hecho un buen trabajo. No sé si es el mejor momento de mi carrera. Yo me encuentro muy cómodo. Tengo la suerte de estar con los mejores jugadores tanto en el Madrid como en la selección, pero me queda mucho fútbol. Tengo muchos años para seguir mejorando”.

El hombre siente que ha llegado su momento de dar el salto en la escala jerárquica. A sus 25 años, está pendiente de firmar el que podría ser su mejor contrato como profesional. En el Madrid, en donde acaba el presente vínculo el próximo mes de enero, o en otro club. Las ofertas se acumulan en el buzón de su padre y representante. Él hace cálculos. Su prioridad es disponer de minutos de competición que le revaloricen. Cree que con un poco de confianza de su entrenador podría instalarse entre los mejores futbolistas del mundo.

“Estamos cerca, estamos cerca de renovar…”, respondió, cuando le preguntaron si negociaba con el Madrid. “Llevo diciendo desde hace mucho tiempo que quiero seguir en el Madrid muchos años. Ojalá el primer título lo ganemos aquí en Skopje [la Supercopa de Europa, Madrid-Manchester, se disputará en la capital macedonia el 8 de agosto]”.

Ha jugado en diferentes posiciones, se ha adaptado a diferentes situaciones futbolísticas, a veces como extremo y a veces como llegador. Y cuando el partido se ha puesto raro él ha tenido mucha personalidad para tener el balón, que es lo que necesitábamos”, apunta Lopetegui

Pocas personas han apoyado más a Isco que Julen Lopetegui. El seleccionador español, que no olvida el rendimiento que le prestó el malagueño como Sub-21 en la Eurocopa de Israel de 2013, se ha mantenido en contacto permanente con él. En los momentos más grises de la temporada, cuando Zidane le postergaba, Lopetegui le dio a entender que su plaza para el Mundial de Rusia estaba asegurada siempre que se mantuviera en buena forma. No era necesario que fuese titular en el Madrid.

“Isco ha hecho un buen partido”, celebró el seleccionador este domingo, tras la victoria en Skopje; “ha jugado en diferentes posiciones, se ha adaptado a diferentes situaciones futbolísticas, a veces como extremo y a veces como llegador. Lo ha hecho muy bien porque ha tenido incidencia en el 0-2 y en otra ocasión clarísima. Y después cuando el partido se ha puesto raro él ha tenido mucha personalidad para tener el balón, que es lo que necesitábamos”.

Tanto en Macedonia como en el amistoso de marzo contra Francia, Lopetegui le ha empleado como mediapunta dándole libertad de acción para que busque los espacios, reciba el balón y encare. A veces a la derecha, a veces a la izquierda. En Skopje se intercambió con Silva moviéndose entre el ataque y la zona de volantes, intentando articular las jugadas desde varios ángulos. Su intervención más decisiva fue en el 0-2, cuando dribló al lateral zurdo de Macedonia y centró para la definición de Costa en la culminación de una maniobra muy bien eslabonada por todo el equipo en una cadena que unió a Ramos, Iniesta, Busquets, Thiago, Isco y Costa.

"Juegue donde juegue, como interior o como mediapunta, Isco no negociará su estilo", avisa Busquets

Comparados a la luz de las estadísticas particulares logradas ante el mismo rival, Vitolo contra Macedonia en Granada, e Isco contra Macedonia en Skopje, el malagueño parece ligeramente más productivo que el canario. Vitolo hizo un gol, Isco no; Isco dio una asistencia, Vitolo no; Isco remató cinco veces, Vitolo dos; Isco se asoció con 91 y Vitolo con 58; Isco intentó nueve regates, completó cinco y provocó cinco faltas, mientras que Vitolo intentó dos regates, completó uno y no forzó ninguna falta. En el apartado defensivo, Isco recuperó seis balones por dos de Vitolo. 

Los datos insinúan cierta versatilidad. Pero algunos de sus compañeros juzgan a Isco incapaz de mantener la disciplina táctica necesaria en el centro del campo. Lopetegui considera que puede desempeñarse como mediapunta y como interior también, a pesar de que el domingo arriesgara dos pérdidas peligrosas. El debate se agita en el vestuario de la selección. Preguntado al respecto, Sergio Busquets, el guardián del orden en el equipo, respondió con gran habilidad diplomática el sábado pasado: “Los buenos jugadores pueden jugar en varias posiciones; lo que está claro es que el estilo de Isco no va a cambiar, juegue de interior, de extremo o de falso punta. Al final, sus características son innegociables. A partir de ahí, que decida el míster”.

El grupito de aficionados españoles que se trasladó a Skopje se pasó el partido jaleando a Isco. Como si el pequeño genu varo de Arroyo de la Miel fuese la figura imprescindible de un equipo en el que juegan Ramos, Piqué, Busquets, Thiago, Iniesta o Silva. El sector madridista de la hinchada ansía desde hace muchos años la aparición de un virtuoso del fútbol creativo que represente en el equipo nacional el color de Chamartín. Hoy por hoy, quien mejor encaja en este arquetipo es Isco.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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