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Dos raquetas con siete vidas

Hace unos meses Nadal y Federer parecían haber perdido el tono competitivo, pero han regresado a lo grande

Jordi Quixano
Nadal y Federer, después del triunfo del suizo en Indian Wells.
Nadal y Federer, después del triunfo del suizo en Indian Wells.M. Stockman (Getty )

Hace ocho meses, uno estaba medio cojo y el otro medio manco, enterrados ambos por la dictadura competitiva del circuito de tenis y sus persistentes lesiones. No parecía que Rafa Nadal ni Roger Federer tuvieran probabilidades de volver a ser las mejores raquetas del mundo, por lo que ese 19 de octubre de 2016, durante la inauguración de la Academia del manacorense, bromearon entre sí porque apenas pudieron pelotear un poco en media pista con los jóvenes. “Nos hubiera gustado jugar un partido benéfico, pero era lo mejor que podíamos hacer en ese momento”, concedió el suizo a principios de este curso, justo después de conquistar el Open de Australia. Enfrente estaba Nadal, que se desquitó el domingo con su décimo Roland Garros, su 15º Grand Slam. Resulta que los viejos rockeros nunca mueren porque en esta temporada no hay quien les tosa, hasta el punto de que han logrado los dos grandes y cuatro de los cinco Masters 1.000.

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Se sabe que a Nadal, dos días después de la inauguración de su academia, le costó horrores anunciar que renunciaba al torneo de Basilea —que es de Federer— y a los siguientes compromisos del calendario. Pero entendió que era lo mejor para su tenis. Y no se equivocó, por más que asaltaran las dudas al mundo de la raqueta. “Era normal preguntarse si regresarían a su mejor nivel porque en los últimos tres años Djokovic o Murray habían ganado más”, interviene Emilio Sánchez Vicario desde Miami, donde regenta una de sus academias; “pero todos queríamos que lo hicieran porque su rivalidad sana ha aportado infinidad de cosas al deporte por su estilo, caracteres, forma de ser…”. Se suma Juan Carlos Ferrero: “Era difícil pensar que volverían a jugar tan bien. Con Rafa teníamos claro que podía tener victorias en tierra, pero la sorpresa fue Federer”. Y Emilio agrega: “Siendo los dos superdotados, volver a ganar exige mucho sacrifico y trabajo. Así que dure lo que sea porque es un regalo”.

“Djokovic y Murray están de bajón”

A Djokovic y Murray se les ha escapado el cetro. “Ha coincidido que están de bajón, aunque quizá los he visto un poco mejor en París”, resuelve Ferrero. “El serbio ha perdido un poco a nivel anímico y el escocés no pudo entrenarse bien a inicios de curso y lo ha notado. Creo, sin embargo, que en Roland Garros ha enseñado que vuelve a coger el nivel”, señala Emilio Sánchez. “Veremos qué pasa, pero estoy seguro de que Andy y Novak van a recuperar el nivel en la segunda parte del año”, exponía Nadal ayer por la mañana.

Federer conquistó su primer Grand Slam en la hierba de Wimbledon 2003 y Nadal hizo lo propio en la arcilla de París en 2005. Pero una década y media después, siguen siendo los reyes. “Han tenido que dar un paso más para recuperar el nivel, incluso para estar un poco mejor. Están más agresivos que antes”, dice Ferrero. “Se han reinventado. Federer ha vuelto a sus raíces y es más agresivo; y Rafa también ha querido atacar más desde dentro de la pista”, expone Emilio.

Thiem y Zverev piden paso

Con Djokovic y Murray un tanto desbravados, los jugadores del segundo escalón no carburan. “Raonic es inestable, Berdych ha dado un paso atrás, Tsonga y Monfils no han terminado de llegar y Nishikori es más irregular”, concede Emilio. “Excepto Djokovic y Murray, el resto no ha dado el salto definitivo”, zanja Ferrero. Piden paso, en cualquier caso, tenistas efervescentes como Thiem —derrotó a Nadal en cuartos de final de Roma— y Zverev —vencedor en el Foro Itálico, el único Masters 1.000 que no se han llevado Rafa o Federer este 2017—, aunque les queda un trecho para asentarse en la élite. Mientras, Rafa y Roger se aferran al éxito tras regresar a la cima de la raqueta.

El suizo, además del Australia, ganó los Masters 1.000 de Indian Wells y Miami; el español, además de París, conquistó Montecarlo, Barcelona y Madrid. Toca Wimbledon, objetivo de Federer porque por eso decidió no competir durante la gira de tierra. “Los dos son los favoritos en hierba, pero cuando Rafa ha ganado Roland Garros en tres sets como este año y como en 2008 y 2010, se hizo con Wimbledon”, recuerda Emilio. “Roger es favorito seguro, pero Nadal también por su ambición”, remata Ferrero. La hierba aguarda a la vieja guardia.

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