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Boca conquista el campeonato argentino antes de jugar su partido

El xeneize se beneficia del triunfo de San Lorenzo sobre Banfield y logra su título número 26

Los jugadores de Boca celebran uno de los goles ante Aldosivi.
Los jugadores de Boca celebran uno de los goles ante Aldosivi.AFP

Dentro de unos años, nadie recordará que el Club Atlético Boca Juniors recibió una gran ayuda de San Lorenzo -uno de sus mayores rivales- para conquistar su título local número 32 (27 en la era profesional). El primero de los favores ocurrió el pasado 4 de junio, cuando el ciclón derrotó 2 a 1 a River, que por ese entonces le pisaba los talones al xeneize. El segundo, este martes, con la victoria, también en el estadio Pedro Bidegain, sobre Banfield por la mínima diferencia. El taladro había quedado como impensado escolta el pasado fin de semana y era el único equipo con chances matemáticas de alcanzar a Boca. Así, los dirigidos por Guillermo Barros Schelotto saltarán mañana al campo de Olimpo de Bahía Blanca (a 650 kilómetros de Buenos Aires) con el título de liga bajo el brazo. Los hinchas celebraron, como es costumbre, en el Obelisco porteño.

La partida de Carlos Tevez, la victoria de River en La Bombonera, los problemas extra futbolísticos de su figura, Ricardo Centurión y las disputas entre los ídolos. Todo eso ya quedó atrás. Boca celebra un nuevo título de liga luego de dos años y a nadie le importa otra cosa. El xeneize, que arrancó el año con una holgada distancia sobre sus perseguidores, termina de la mejor manera posible un semestre que ha sido algo tormentoso. La venta del apache al fútbol chino provocó una notoria merma futbolística que hizo que las distancias se achicaran. Así, el propio River, que en enero estaba a once puntos de la cima, llegó a ponerse a sólo un empate de alcanzar a Boca. Sin embargo, el equipo comandado por los mellizos supo imponerse, sobre todo, gracias a la eficacia de Darío Benedetto. El artillero que llegó del América de México ha convertido 18 goles y de continuar en racha, puede consolidarse como el goleador del torneo. Es a él, principalmente, a quien los hinchas de Boca deben agradecer.

Pero no fue el único punto fuerte de un equipo que, por momentos, no convenció ni siquiera a sus propios hinchas, sobre todo por el andar irregular de la línea defensiva. El dorsal 10, Ricardo Centurión, es dueño de una cintura endiablada de la que se ha beneficiado el xeneize. El exRacing tenía la difícil tarea de hacer olvidar a Tevez y, por momentos, lo cumplió. La sociedad entre Fernando Gago y Pablo Pérez en el mediocampo fue otra de las claves del equipo que hasta el momento cosechó 59 puntos, producto de 17 victorias y ocho empates. En ese sector del campo también se destacaron, con distinta suerte, el uruguayo Rodrigo Bentancur, el colombiano Wilmar Barrios y Junio Benítez, llegado para esta temporada.

La explosión llegó al caer la tarde, con el gol de Fernando Belluschi que terminó con las esperanzas de Banfield. El grito sonó en Buenos Aires pero también en Bahía Blanca, donde está el plantel de Boca a la espera del compromiso de este miércoles, ante Olimpo. Los jugadores se reunieron para ver el partido que terminó siendo definitorio y, una vez que se confirmó la victoria de San Lorenzo, desataron la algarabía que incluyó a los hinchas que esperaban en la puerta del hotel y en el Obelisco porteño, escenario de las celebraciones argentinas. De esta manera, el xeneize volverá a jugar la Copa Libertadores en 2018 luego de un año ausente. Barros Schelotto, por su parte, comparte con Arruabarrena el privilegio de ser los únicos integrantes de aquel súper equipo de la década de 2000 en dar la vuelta olímpica como jugadores y entrenadores.

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