Chile no se lo puede creer: estará en otra final de fútbol
El país sudamericano se paraliza por el triunfo de su selección ante Portugal, que le da pase directo a la final de la Copa Confederaciones
Ilusionado desde la obtención de las dos últimas copas América –la organizada en Chile en 2015 y la Centenario, realizada en Estados Unidos el año pasado–, el hincha chileno deja todo de lado cada vez que juega su selección. El país, prácticamente, se paraliza ante un partido oficial de la Roja y este miércoles no fue la excepción. Calles vacías, trabajadores y jefes en sus oficinas y hasta la presidente Michelle Bachelet y su gabinete no se despegaron del televisor durante las más de dos horas del duelo que enfrentó a Chile y Portugal en la semifinal de la Copa Confederaciones.
En Rusia, los seleccionados de Juan Antonio Pizzi derrotaron al actual campeón Europeo luego de igualar sin goles durante los 90 minutos de tiempo reglamentario y en los 30 del suplemento. La Roja selló su paso a la final de este domingo luego de una soberbia actuación del portero Claudio Bravo, que tapó tres penales consecutivos a los portugueses Quaresma, Moutinho y Nani. La selección chilena, por su parte, convirtió de la mano de Vidal, Aránguiz y Sánchez.
Pegados a las radios y al televisor –el partido fue transmitido por tres de los cuatro principales canales de la televisión abierta–, los chilenos vivieron en forma intensa un partido emocionante, en que la llamada generación dorada del fútbol local tuvo ocasiones más claras que el cuadro lusitano, comandado por la superestrella Cristiano Ronaldo. Dos palos seguidos en los minutos finales y una clara falta en el área a favor de Chile que no fue sancionado por el árbitro, prolongaron la tensión hacia la tanda de penales.
Era una instancia conocida para la Roja. Las dos últimas copas Américas –las únicas ganadas de su historia– fueron obtenidas desde los 12 pasos. El exportero del Barcelona Claudio Bravo se transformó en figura nacional. Los gritos de gol chileno y aquellos en que se celebraban las tapadas de Bravo, podían escucharse desde los edificios y casas de una ciudad semivacía durante dos horas. Las redes sociales se coparon con halagos al capitán de la selección y al logro de un equipo que para muchos representa la mejor generación del fútbol chileno. Tanto, que desde las cuentas de la Presidencia, pasando por la de los distintos candidatos y políticos locales, intentaron sumarse al festejo a nivel nacional.
La Plaza Italia –tradicional punto de festejo de los hinchas locales– comenzó a llenarse a los pocos minutos de terminado el encuentro en Kazán, Rusia. Desde Arica en el norte hasta el extremo sur, en Punta Arenas, a esta hora los chilenos celebran el triunfo.
Chile ahora espera al ganador del duelo que mañana sostendrán Alemania y México. La final será disputada este domingo, a las 14 horas locales, en un día que coincide con las elecciones primarias de la centroderecha y de la izquierda, con miras a las presidenciales del 19 de noviembre próximo. El duelo asoma como un fantasma de cara a la participación en estos comicios, por lo que desde el entorno de los candidatos comenzaron los llamados a votar casi en conjunto con las celebraciones por esta nueva alegría deportiva en Chile.
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