El Bernabéu aplaude a Mejía
"Quiero hacer una mención especial para Mejía", dijo Carlos Queiroz, con tono de alivio. El técnico madridista elogió de este modo escueto al central del Madrid B, que ayer debutó en Liga y se llevó la mayor ovación del Bernabéu, que no es poco. El muchacho, de 22 años, dijo con modestia, al salir del campo, que había procurado simplificar su trabajo: "Traté de no complicarme con el balón en los pies".
Junto a Mejía, otro jugador que se destacó ayer fue Santiago Solari. El argentino fue recibido por una serie de micrófonos al salir de la ducha: le preguntaron por su gol. "Y, a veces uno se equivoca", respondió Solari, en su línea irónica. El zurdo habló del partido destacando el mérito de su equipo: "Si ha sido cómodo ha sido porque nosotros lo hemos hecho cómodo". Vuelto a consultar sobre la buena marcha del equipo con él en reemplazo del lesionado Zidane, Solari insistió en la ironía: "Nos estamos complementando bien con Guti pero por favor, que vuelva Zizou".
Guti, odiado y querido casi a partes iguales desde que debutó en el Madrid en diciembre de 1995 en un partido contra el Sevilla de la mano de Jorge Valdano, jugó ayer su partido número 300. Lo hizo de tal forma que resultaría hiriente verle de nuevo en el banquillo.
Mejía debutó en la Liga tras jugar en Copa frente al Eibar. El central se quitó los nervios de principiante en los primeros minutos al evitar que Riquelme le tirase un caño en la frontal del área y, más tarde, al interceptar un peligroso centro de Guayre. A partir de ahí siempre se anticipó a Anderson, impidiendo contragolpes. "Debo demostrar que puedo seguir en el primer equipo", dijo.
Con estas acciones, el defensa se ganó el apoyo incondicional de la grada en un choque sin sobresaltos para culminar su día más memorable: el de su presentación en Primera.
En el parte de lesionados se incluyeron Beckham, con un golpe en el pie que se fracturó hace un mes, y Roberto Carlos, con un problema muscular.
