"Estoy bien, pero he tenido que bajar el ritmo"
Hacía sol pasado el mediodía de ayer en Madrid. Por la calle de la entrada trasera del complejo de piscinas de los Mundiales 96 camina una joven alta y delgada, vestida con un chándal y con una mochila y un radiocasete en la mano. Nadie diría que es una de las mejores deportistas españolas. Es Gemma Mengual (Barcelona, 1977), la mejor especialista nacional de la historia en la natación sincronizada, el ballet acuático, la mujer que lideró el salto hacia los podios de su deporte, ese momento clave en que se pasa de casi la nada a la gloria. Porque todo lo que no sean medallas parece que no sirve.
Y Gemma, ella sola, ganó la medalla de bronce en los Mundiales de Barcelona 2003, en la prueba individual, de solos. Y junto a Paola Tirados, en dúos. Y en la nueva prueba combinada, que junta solos, dúos y equipo, la plata. El año pasado subió otro peldaño en su carrera, que busca en Atenas la culminación olímpica. Porque ya en los Europeos de 2002, en Berlín, alcanzó los podios continentales: platas en dúos y equipos y bronce individual.
Gemma viene de entrenarse porque le espera otro maratón. Diez nuevas pruebas en la piscina entre las rutinas técnica y libre y las finales en solos, dúos y equipos, así como la final directa -menos mal- de la combinación.
Gemma se para entre dos coches con toda amabilidad y, aunque con voz suave, dice: "Estoy bien, estoy bien". Pero inmediatamente reconoce que los Europeos son un peso añadido a su temporada, cuyo gran objetivo es ganar una medalla olímpica. "Hombre, venimos del Preolímpico hace dos semanas y, lógicamente, hemos tenido que bajar el ritmo porque toda la preparación está encaminada a Atenas, pero bueno...".
Rafael Blanco, presidente de la Federación Española de Natación y del Comité Organizador de los Campeonatos, cuyo reciente nombramiento como nuevo director general de Deportes -segundo del secretario de Estado, Jaime Lissavetzki-, será oficial precisamente el día 17, nada más terminar los Campeonatos de Europa, ha sido explícito con sus nadadores: "Les he dicho que deben esforzarse porque los Europeos son en Madrid, pero no pueden descuidar el gran objetivo de la temporada, que es Atenas. No podemos permitirnos que pase como en 2000, cuando, tras ganar medallas en los Europeos, después fallamos en los Juegos Olímpicos de Sidney".
Gemma, sin embargo, muy profesional, reconoce que, al estar tan reciente el Preolímpico, curiosamente en Atenas, donde logró la plaza en dúos con Paola Tirados, y con el equipo, las dos únicas pruebas que están en el programa olímpico, la racha se puede mantener.
Pero no puede ocultar otra queja, el tiempo. "Es que hacer estos campeonatos en mayo y en piscina descubierta...Y hoy hace sol, pero mañana [por hoy] creo que va a llover...". La sincronizada, como la natación, puede disputarse con lluvia, aunque no sea agradable. Gemma lo resume muy bien y hasta vuelve a demostrar su capacidad de sufrimiento: "Bueno, los jueces se tapan con paraguas y ya está. No sería la primera vez que compito así. De hecho, me he entrenado muchas veces en el Centro de Alto Rendimiento de San Cugat bajo la lluvia".
A Gemma se la nota cansada y parece tan relajada que sale un poco fuera de la acera y ni siquiera nota que viene un coche. Hace un gesto con el brazo, como si le pesara el radiocasete, y, cuando se trata de ayudarla, sonríe y dice que no pesa, lo que es verdad, pero añade: "Es que me duele un poco el hombro", señalándose el derecho. La triple medallista en Barcelona ha sufrido largo tiempo de esa lesión y parece normal que, con tanto esfuerzo en las competiciones y los entrenamientos, se resienta.
Pero le queda otro esfuerzo preolímpico. Desde hoy, en las rutinas libre y técnica de solos, frente a la hasta ahora imbatible Virginie Dedieu. La nadadora francesa ganó en Barcelona con la mejor puntuación en la historia de los Mundiales al sumar ocho dieces, la perfección para los jueces, algo así como lo conseguido por la mítica gimnasta rumana Nadia Comaneci en los Juegos Olímpicos de Montreal 76. No estará esta vez la medallista de plata en 2003, la rusa Anastasia Ermakova, dedicada ahora a dúos, equipos y combinación, y que ha dejado la plaza individual a su compatriota Natalia Ichtehenko. El sueño de Gemma sería mejorar la medalla de bronce de Barcelona, pero superar a la nueva rusa lo considera también difícil. "Es que da igual quién sea. Son todas buenas. Esta chica tiene las piernas muy largas..."
Gemma nadará con la misma música que acostumbra, de Salomé y de Alicia Keys. En el equipo han quitado las referencias a Barcelona y añadido más de Freddy Mercury. En 2003 fue cuarto discutido, tras Rusia, Japón y Estados Unidos, por lo que el podio parece asegurado ahora, como en dúos, con Paola, tras el bronce por detrás de Rusia, siempre la gran rival, y Japón. Y no duda que van a ganar en combinación, pues fueron plata en los Mundiales igualadas con Estados Unidos y tras Japón, los dos rivales no europeos: "Ahí vamos a arrasar", concluye. Para ella será el final del maratón acuático. Su décimo ballet en la piscina.
